Opinión: “Chile es líder regional en IA”
Sergio Hernández Álvarez, director de la Escuela de Ingeniería en Automatización y Control de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad Católica del Maule.
En una decisión histórica que marca un hito en el desarrollo de la inteligencia artificial (IA), la Real Academia de las Ciencias de Suecia ha otorgado los Premios Nobel de Física y Química a un grupo de científicos por sus contribuciones revolucionarias en el campo.
El Premio Nobel de Física ha sido concedido a Geoffrey Hinton y John Hopfield por el desarrollo de algoritmos de aprendizaje profundo que permiten a las máquinas comprender y procesar información visual de manera similar a los humanos en el caso de Hinton y por el desarrollo de estructuras de memoria asociativa para descubrir y reconstruir patrones.
Al mismo tiempo, el Premio Nobel de Química ha sido otorgado a David Baker por el diseño computacional de nuevas proteínas y Demis Hassabis y John Jumper por la predicción de la estructura de las proteínas mediante el uso de inteligencia artificial. Hassabis es fundador del centro de investigación DeepMind (filial de Google) quienes previamente alcanzaron un hito histórico en las ciencias de la computación al diseñar el algoritmo AlphaGo que logró que vencer al campeón mundial del juego Go en el año 2016. Este es un antiguo juego de mesa y se considera exponencialmente más complejo que el ajedrez, con un número de jugadas posibles mayor que el número de átomos en el universo observable. El equipo de DeepMind luego aplicó los conocimientos adquiridos con AlphaGo para desarrollar AlphaFold, una IA diseñada para resolver el problema de la predicción de la estructura de proteínas en 3D.
Estos descubrimientos han transformado nuestra comprensión de la IA y su potencial para resolver problemas fundamentales en diferentes campos. A nivel local, el Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA) posiciona a Chile como líder regional en IA usando criterios como la conectividad 5G, factores habilitantes para la inversión privada, capital humano y gobernanza. Sin embargo, Chile presenta una debilidad significativa en capacidad de cómputo, tanto tradicional como de IA, una brecha que comparte con el resto de la región. Por lo tanto, es importante que podamos avanzar en transferencia tecnológica e infraestructura de cómputo de alto desempeño para lograr potenciar el desarrollo de la IA en Latinoamérica.
“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.