Opinión: “Breve reflexión”
Rafael Miranda Rojas, académico de la Facultad de Ciencias Religiosas y Filosóficas de la Universidad Católica del Maule.
EL jueves 27 del presente estuvo la presidenta de la CC en la UCM. Si bien parte de su participación fue efectivamente informativa, no fue solo eso. Dos aspectos de la presentación me llaman la atención
- i) Se sugiere que la desinformación solo es un fenómeno unidireccional, que busca perjudicar el trabajo de la convención. Sería adecuado reconocer que la desinformación o, siendo más preciso, la entrega de información parcial (aunque también para ciertos casos “falsa”) es un defecto del debate constitucional del que es complejo alejarse. No es aceptable que cuándo esto ocurre desde una vereda se enuncie que son errores, y de la otra vereda noticias falsas (ver https://bit.ly/3z2zE8E)
Esto es complejo pues se tensiona con las posiciones que cada uno/a tenga, y que condicionan los aspectos que se quieran destacar o criticar. Por ejemplo, que parezca plausible y valioso proteger la naturaleza, pero que cese la protección a la vida del que está por nacer (no es un ejemplo correlacional) O que se pueda estar de acuerdo con la paridad, pero que ello se tensione con otro modo de activar cupos reservados (lo mismo con los cupos de pueblos originarios, lo que redundaría en una sobre representación)
Cada persona deberá poner en la balanza en cada caso tensionante que es lo que le parezca mejor para el país, y es por eso que es importante insistir que tanto el apruebo como el rechazo son opciones legítimas. Pero, y es importante destacarlo, se requiere que el Rechazo no se entienda como un voto a favor del status quo, se requiere una propuesta responsable como alternativa, previo al plebiscito.
- ii) Se establece una comparación con la actual constitución (en la presentación se refería a ella como la del 80) contrastando lo que tiene la actual propuesta con lo que tenía aquella. Se sugiere con esta dinámica que el Rechazo equivale a optar por la constitución del 80, presionando de este modo a que el Rechazo es aprobar la actual constitución. Por eso es importante transparentar que el Rechazo no equivale a esa interpretación, y que corresponde a una manipulación de la opinión pública presentar de ese modo lo que se consideren avances de la propuesta, independiente de si son o no avances. Lo que se aprobará o rechazará en el plebiscito es la propuesta actual.
Un ejemplo: se menciona que no se considera nada sobre el cambio climático en la constitución vigente, sin matizar los contextos distintos que tornan anacrónica esa comparación. Un ejemplo más: Se destaca la participación ciudadana (la así denominada democracia directa), pero no se hace cargo que algunas propuestas populares de normas fueron desestimadas por motivos ideológicos. Es extraño que una propuesta constitucional que enfatizó una “hoja en blanco” requiera compararse con una constitución debilitada, da la impresión que en ese sentido también se reconocería que la propuesta lo está.
Es importante destacar por tanto que lo que se aprueba o rechaza en el plebiscito es la propuesta actual. Lo que ocurra desde el 5/9 en adelante en caso de que gane el Rechazo lo sabremos o cuándo ese escenario ocurra, o cuándo con responsabilidad cívica se indique previo al 4/9 qué pasos se siguen en caso de que gane el Rechazo.
Lo más delicado, para efectos de nuestra UCM, es la relativización de los alcances que puede tener la propuesta constitucional en aristas tan relevantes como su autonomía, su carácter confesional como parte de su misión y su financiamiento público como requisito para seguir existiendo como proyecto educativo.
Nota: Una parte sustancial de esta reflexión fue posteada el 26 del presente en una red social. Agradezco el diálogo respetuoso que sostuve con un colega desde la Filosofía en esa plataforma, independiente de las posiciones específicas que tenga cada uno.
“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.