“Un oasis de tranquilidad en medio de esta difícil situación”
Cristina Bou, escritora, ganadora del concurso literario Curicuentos 2019, acaba de concluir el taller “La Mesa de Escribir”, en EXT UCM #Online.
“La Mesa de Escribir” es el nombre del taller literario que Cristina Bou Ponce desarrolló, desde el 13 de marzo hasta el 04 de septiembre en la Dirección de Extensión Cultural de la Universidad Católica del Maule (EXT UCM); y pese a que en un inicio la idea era hacerlo presencial, el destino resolvió que el desafío sería desarrollarlo de forma virtual.
El principal objetivo de la iniciativa era generar un espacio de creación, diversión y memoria para todo aquel cuya pasión fuese la escritura. De esa forma se analizaron grandes escritores de la literatura universal y se redactaron textos para redes sociales.
Es importante destacar que la mediadora, Cristina Bou, fue una de las ganadoras de la versión 2019 del concurso Curicuentos y empezó a dedicarse a la escritura en forma profesional hace tres años.
Es así, que, desde Valencia, España, donde se encuentra visitando a sus familiares, luego de terminar la cuarentena en Curicó, se conectó para desarrollar su última sesión del taller que inspiró a sus 10 participantes durante más de 5 meses.
¿Cómo fue para ti el taller?
El taller fue para mí, y creo que, para los asistentes, un oasis de tranquilidad en medio de esta difícil situación. Las dos horas que duraban las sesiones nos servían para abstraernos del mundo, de Covid-19 y pandemias; darnos el lujo de tener tiempo para escribir, que no es algo fácil entre tanto estrés por teletrabajo, con niños y niñas en casa.
¿Cómo fue la creación en los participantes?
Me siento súper orgullosa de todos los participantes y de su evolución. ¡Hay un tremendo talento! Con cada sesión se esforzaban para seguir aprendiendo, para salirse de su zona de confort escribiendo cosas diferentes y mejorando con cada paso. Disfruté leyendo todos los ejercicios que mandaban e intenté guiarles para que cada uno depurase su estilo propio.
¿Cómo fueron las sesiones?
En las sesiones les mostraba una técnica literaria, una herramienta, una tendencia… Leíamos algunos textos como ejemplo, pero, sobre todo, escribíamos. Después les proponía una tarea para la semana siguiente, en relación a lo visto, y ellos la desarrollaban. Yo les mandaba mis impresiones. Todos leían los textos y los comentaban. Era una forma de obligarnos a escribir todas las semanas, encontrar ese tiempo que normalmente dejamos de lado por otras obligaciones.
¿Cómo fue el proceso creativo?
Respecto al proceso creativo, es la pregunta del millón. Cada uno tiene el suyo y es difícil definirlo. Yo intento usar lo que nombro: “disparadores”: propongo imágenes, canciones, frases o situaciones, y ellos desarrollaban textos a partir de eso. Por ejemplo, soy muy musical, me inspiran mucho las canciones, pero hay otros escritores que necesitan silencio absoluto o que hacen yoga. Solo hay una verdad universal respecto a esto: no sirve de nada esperar a la inspiración. Como dijo Picasso, la inspiración te tiene que encontrar trabajando. Así pues, si tengo que resumir, la clave es esa: constancia y trabajo.