Victoria Pérez, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Católica del Maule entregó recomendaciones para que los más pequeños, no excedan las dosis diarias de consumo de azúcar. Hay estudios que aseguran que, sin supervisión de adultos, los pequeños pueden llegar a consumir unos 100 caramelos durante Halloween. 

Halloween es una de las celebraciones más esperadas por los niños, pero sabía usted que hay estudios que mencionan que los niños durante Halloween pueden llegar a comer más de 100 dulces, lo que representaría todas las calorías necesarias para cubrir un día.

Según explicó Victoria Pérez, docente de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Católica del Maule sede Curicó, la declaración científica de la Asociación Americana del Corazón, recomendó que los menores de dos años no consuman azúcar añadida. Sin embargo, aquellos niños que superen esta edad, pueden hacerlo, siempre y cuando no excedan un máximo de 25 gramos de azúcar refinada diaria, es decir, unas 100 calorías aproximadamente.

Pero ¿A qué equivale esto? la académica de la Escuela de Nutrición de la UCM, detalló que correspondería por ejemplo a ocho frugeles, seis malvadiscos medianos, cinco dulces suny o dos envases individuales pequeños de chubi.

Controlar el consumo de dulces

Una de las preocupaciones de la docente UCM, es que el consumo de productos con altas cantidades de azúcares refinadas durante la infancia, está relacionado con el desarrollo de factores de riesgo para enfermedades al corazón, mayor riesgo de obesidad y presión arterial elevada. Incluso, los niños que ya tienen sobrepeso, tienen más probabilidad de generar resistencia a la insulina y a largo plazo, desarrollar enfermedades como la diabetes.

Se recomienda armar un menú entretenido basado en la festividad de Halloween, con frutas y decoraciones como chocolate, frutos secos y gelatina. La idea es utilizar la cantidad de dulce recomendada como topping, con chocolate o Chubi, solo para decorar las frutas y así no excederse.

Otra de las recomendaciones es que, si los pequeños salen a pedir dulces, lo primero que se debe hacer es revisar los dulces y luego seleccionarlos para el niño, dándole el mínimo y parcializar, indicándoles que es bueno compartir.

A esto se suma que por seguridad no se les entreguen dulces duros y/o coyac a los más pequeños, aquellos que están en edad preescolar, por riesgo de ahogo y también, para cuidar sus dientes.

“Preferir gomitas, malvas y chocolates. Estos tendrán claramente los sellos alto en azúcar y calorías, por lo que debiese ser algo excepcional por la festividad. Idealmente mezclar con frutas. Al mezclar agregamos fibra, lo que producirá que la absorción del azúcar sea más lenta. Además, recuerden que es importante comprar poco, para evitar excesos”, comentó Victoria Pérez, académica UCM.

Otro de los tips que entregó la especialista es que podrían consumirse después de la once o cena, para evitar comerlos con mucha hambre. Cuando se consumen altas cantidades de azúcar, aumenta la glicemia en la sangre y se estimula una hormona llamada Leptina que produce saciedad, por lo que el niño saciará toda su hambre solo con golosinas sin querer comer ni tomar leche, evitar aquello.