Científico de destacada trayectoria mundial, Dr. Carlos Pedros Alió, le expuso a los académicos e investigadores de la UCM sobre esta importante temática.

Los microorganismos y la biología de la conservación, es el nombre de la ponencia del destacado investigador español, quien se dio el tiempo en su apretada agenda, para compartir con los académicos e investigadores de la Universidad Católica del Maule, en actividad organizada por el Centro de Estudios Avanzados del Maule (CIEAM), perteneciente a la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado.

En su ponencia, tal como el propio Dr. Carlos Pedros Alió destacó, conversó sobre la capacidad que tienen los microorganismos en la detención del cambio global, el que hace referencia al conjunto de transformaciones a gran escala producto de las actividades antropogénicas que afectan a nuestro planeta.

“La primera medida en biología de la conservación, es intentar preservar el ecosistema entero, porque así se preserva no solamente la especie de interés, sino que también los que tienen relaciones con ella, como los parásitos, depredadores y los alimentos, los que interactúan de forma positiva”, comenzó explicando el Doctor en Ciencias y profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y miembro de la American Academy for Microbiology.

Luego, el especialista, relató en su ponencia la extinción de un ave en Hawaii (Po’ ouli), agregando que “A las bacterias jamás les va a pasar esto porque no necesitan sexo para reproducirse…Puede una sola reproducirse y poblar toda la tierra con copias de sí misma, la extinción no es un problema, por lo que si queremos hablar de conservación de bacterias hay una ventaja muy considerable”.

Posteriormente el Dr. Pedros Alió, entró en materia, comentando que “Las bacterias son muy importantes en los ciclos de conservación de la naturaleza, de hecho, si reorganizamos la red trófica marina, tal como la conocemos hoy día, vemos que estos productores primarios son responsables del 50% de la producción primaria del planeta, es decir, que del oxígeno que respiramos, la mitad proviene de las plantas terrestres y la otra mitad procede de los microorganismos marinos”, hizo hincapié.

Luego, el científico español se refirió a un experimento que realizaron investigadores españoles (Mesocosms with derivatives equivalent to the Prestige Spill). “Lo que hicieron fue utilizar mesocosmos o bolsas con agua de la Ría de Vigo (Playas de Galicia) y añadir a algunas de ellas, diferentes cantidades de restos de petróleo y lo que hicieron fue seguir la abundancia de algunas bacterias, que no eran tenían tanta abundancia. En el experimento pudieron percibir como la bacteria (Cycloclasticus) al añadir petróleo creció en cantidades, hasta que desaparece el combustible, lo que es una correlación muy bonita, porque si añadimos más petróleo, tenemos más bacterias que cumplen su papel ecológico en el flujo de carbono de ese ecosistema, para después volver a regresar a su biosfera”, explicó.

Profundizando sobre el comportamiento de las bacterias menos comunes, que el mismo llamó raras en su exposición, el destacado investigador explicó que, al ser escasas, serán muy difícil de extinguirse. “Lo primero es que las bacterias son sensibles a los virus, los que no se pueden mover por sí mismo, por lo que para poder encontrar una bacteria que sea susceptible a su ataque, tiene que ser al azar. Entonces si una bacteria es muy rara, por probabilidades el virus no la va a encontrar, lo que hace que esté protegido, por lo tanto, están a salvo. Hay otro umbral que es el de los depredadores, los que prefieren comerse a las bacterias más grandes y más activas que son más ricas en nutrientes, por lo que las bacterias raras, también están protegidas de la depredación”, dijo el experto, indicando que esto es muy importante porque el ataque viral y la depredación son las dos principales causas de la muerte bacterial.

Bacterias vs. cambio global

Tras explicar el comportamiento de las bacterias, el Dr. Carlos Pedros Alió, expuso cuál es el rol que los microorganismos cumplen en el cambio global y cómo pueden aportar para evitarlo.”Por todo lo señalado, se ve que el cambio global no les hará demasiado, por sus múltiples formas de resistir, aguantar y adaptarse, pese a que hay casos que podrían extinguirse”, comenzó reflexionando.

“Hay dos aspectos, uno positivo y uno negativo. Lo positivo, la biota (conjunto de los organismos vivos) de los seres vivos, tienen mecanismos de retroalimentación que permiten mantener las condiciones del planeta dentro de unos márgenes que le permiten a la vida persistir, lo que es muy interesante, porque parecería como algo que se autorregula y de cara al cambio global, nos permitirá mantenernos dentro de los límites razonables. También hay una parte negativa, que es una teoría que señala que biosfera muchas veces ha intentado eliminar la vida en el planeta y no lo ha conseguido, tal como ha pasado en distintos eventos sucedidos hace millones de años atrás, como cuando la tierra se trasformó en una bola de nieve en dos ocasiones distintas”, dijo el doctor en ciencias, destacando que, pese a la extinción de muchos seres vivos, las bacterias, pudieron superar esas condiciones tan adversas.

“Los microorganismos han sido los responsables del cambio global más importante que ha habido en nuestro planeta, la conversión de esa atmósfera anaeróbica (sin aire) con metano y CO2, a la atmósfera brillante y trasparente que disfrutamos hoy en día. Gracias a ella estamos hoy acá”, destacó.

Sin embargo, como todos estos temas están en constante estudio, el científico al finalizar su ponencia dejó el siguiente mensaje: “Estamos conduciendo la tierra como si fuera un Fórmula 1 y todavía estamos leyendo el manual de instrucciones, por lo que parecería razonable levantar el pie del acelerador”, sostuvo haciendo referencia los altos niveles de contaminación que desarrolla la vida moderna.