En el mes del agua 2024
Dr. José Neira Román, académico de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad Católica del Maule.
Luego de la larga sequía que aqueja al territorio chileno, el año 2023 generó un positivo balance del estado de los embalses producto del fenómeno del niño, sin embargo, este año el escenario no es tan auspicioso ya que fenómeno de la niña afectara la disponibilidad de agua del presente 2024.
Es importante destacar la importancia vital de este recurso en el quehacer de las actividades humanas, como también los innumerables servicios ecosistémicos que nos aporta. Es por eso que existen dos problemas que deben ser abordados considerando el párrafo inicial. El primero hace relación a enfrentar el cambio climático y como adoptamos distintas medidas de acuerdo a la nueva disponibilidad de agua en las cuencas, como por ejemplo el lograr mayor almacenamiento de agua dentro del territorio, y no solo a través de embalses o infraestructuras de gran envergadura, sino que también a través de métodos como la cosecha de agua que ha obtenido resultados interesantes en sectores de secano.
El segundo problema hace relación con la gestión del agua, en donde debe cuidar no solo la cantidad de agua presente, si no que también la calidad de esta, pero que además nos exige que tomemos medidas más acordes para la protección y conservación del recurso agua, dejando de la mirada antrópica y pensemos en que debemos cuidarla por su importancia ecológica, en ese se ha observado el deterioro del bosque esclerófilo de la zona central producto de la sequía. Este efecto nos obliga que la idea del caudal ecológico debe tomar fuerza dentro de la gestión del agua.
Finalmente, el llamado es que nos hagamos cargo del cuidado y protección del recurso, solo por hecho de que esto significa nuestra propia supervivencia.
“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.