Cristian Orozco Toledo, académico de la Escuela de Administración y Auditoría de la Universidad Católica del Maule sede Curicó, recomienda planificar gastos, no utilizar tarjetas de crédito y comparar precios antes de adquirir los productos, prefiriendo siempre las ofertas.  

El ingreso disponible bruto de los hogares disminuyó 8% respecto del segundo trimestre de 2019 y la deuda total de las familias, alcanzó un récord de 76,4% durante los últimos tres meses, el desempleo anotó un 12,9% y ya se anunció un aumento en los precios de las frutas, verduras y combustibles. En medio de este desalentador panorama, Cristian Orozco Toledo, académico de la Escuela de Administración y Auditoría de la Universidad Católica del Maule sede Curicó, entregó recomendaciones para hacer frente a la crisis económica por COVID19.

“No es de extrañar que al comparar el comportamiento que ha tenido el ingreso bruto de las familias durante la pandemia, con cualquier otro periodo equivalente del año pasado, emerja un significativo margen negativo, que si bien es cierto ha tratado de ser contenido a través de la aplicación de políticas económicas como el IFE, beneficios tributarios, entre otros, el aumento en la tasa de desempleo resulta gravitante para dar una explicación a la baja en el ingreso bruto de las personas, situación que restringe el gasto en consumo de los hogares, de los cuales, algunos de ellos frente a la incertidumbre, suelen retener parte de sus ingresos por motivo precaución”

Al ser consultado sobre las recomendaciones que puede entregar a las familias chilenas, para hacer frente a esta crisis, indicó que es necesario planificar los gastos a fin de identificar en qué cuentas se está empleando más dinero y cuáles podrían recortarse. A esto se suma evitar compras a plazo y usar tarjetas de crédito, puesto que, si bien hacen accesible la compra de bienes, conllevan un gasto en interés que se debe cuantificar. También sugirió comparar precios antes de adquirir los productos, prefiriendo siempre las ofertas.

También propuso consolidar las deudas en una sola, negociando un costo de la deuda más bajo. “Se aconseja comparar el CAE de un préstamo, bajo las mismas condiciones entre las distintas propuestas que ofrece el sistema financiero, ya que este indicador no solo incluye la tasa de interés aplicada, sino que además considera todos los gastos asociados al crédito como los administrativos y seguros.  La ley de portabilidad financiera debe de ser considerada como una buena oportunidad para renegociar un crédito, como, por ejemplo, un crédito hipotecario siempre y cuando, la deuda se sitúe en etapas iniciales en las que los gastos financieros representan la mayor parte del dividendo”, mencionó.

“Si conjugamos el hecho que un no menor porcentaje de las deudas que actualmente asumen las familias fueron adquiridas en períodos de pre pandemia, con el actual deterioro de los ingresos producto del aumento en el desempleo, y un sistema financiero que, para reactivar el gasto, ofrece tasas de interés más atractivas, sería de esperar un aumento del ratio deuda ingreso disponible. Y es por ello que, para evitar caer en la insolvencia, se recomienda, en la medida de lo posible, restringir el gasto en bienes que no sean de primera necesidad”, agregó.