Nuevo Centro de Simulación Quirúrgica de la Facultad de Medicina de la UCM, espacio que permite a los profesionales adquirir habilidades que luego pueden transferir al quirófano, permitiendo mejorar el desempeño posterior en el ambiente real.

La simulación es una herramienta fundamental en el aprendizaje de la cirugía, ya que se trata del entrenamiento en un ambiente seguro, controlado y estandarizado, que no compromete la seguridad del paciente.

“Con la simulación quirúrgica lo que se pretende generalmente es enseñar sin hacer correr riesgos al paciente ante cirujanos principiantes. Se crea un ambiente en el cual se simula la cirugía y el estudiante de ciencia quirúrgica de postgrado: becado de cirugía, ginecología o traumatología; puede practicar las veces que quiera, no frente a un paciente sino frente a una simulador”, explicó la Dra. Lorena Pérez, cirujana de tórax y directora de la Escuela de Postgrado y Especialidades Médicas de la Facultad de Medicina UCM.

Centro de Simulación Quirúrgica

Desde el 2012 la Facultad de Medicina cuenta con el Centro de Simulación Clínica, cuyo objetivo docente es entregar a los estudiantes una formación práctica estandarizada en un ambiente seguro y controlado, contribuyendo a que ellos adquieran competencias cognitivas, procedimentales y actitudinales relevantes para su futuro profesional.

Durante el 2018 y 2019 se consolida un nuevo laboratorio de simulación quirúrgica que ha ido incorporando nueva tecnología para la enseñanza de postgrado. La Dra. Pérez comentó que “Esto se logra en gran parte gracias a la contribución que se hizo en convenio con la Sociedad de Cirujanos de Chile en diciembre de 2018 y que actualmente funciona en las nuevas instalaciones del Centro de Simulación Clínica UCM”, destacó.

Esta herramienta cobra aún más importancia en el actual escenario nacional y mundial, respecto a  la pandemia por coronavirus. “El campo clínico se ha vuelto, en estos momentos, un ambiente inseguro para trabajar para el estudiante de postgrado. Por lo tanto, esta nueva tecnología nos brinda la oportunidad de contar con un ambiente simulado protegido, en el cual el residente puede practicar las veces que desee y no está en contacto con pacientes ni tampoco con otros estudiantes, trabajando en su propio aprendizaje en un entorno individual y protegiendo su seguridad personal, mientras que el profesor que lo guía puede estar a kilómetros de distancia, retroalimentando al alumno a través de una aplicación, que le permite realizar las correcciones y observaciones en forma virtual”, detalló la directora.