Más vale 10% en la mano que 100% virtualmente volando - Universidad Católica del Maule
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Más vale 10% en la mano que 100% virtualmente volando

Más vale 10% en la mano que 100% virtualmente volando
4 Ago 2020

América Opazo, directora de la Escuela Trabajo Social de la Facultad de Ciencias Sociales y Económicas de la Universidad Católica del Maule. 

 

Vivo en una comuna rural de la región del Maule, mi casa está ubicada entre huertos agrícolas de frutas de exportación. En estos meses de pandemia, mi rutina laboral obviamente ha cambiado, y debo confesar que también me ha permitido observar otras rutinas laborales de mis vecinos y vecinas que trabajan cotidianamente en el campo: entre tractores, autos, motos y bicicletas. Llegan temprano a las bodegas para comenzar las faenas diarias, las que dependen de la estación del año en la que estemos, por ejemplo, entre el otoño y el invierno he ido observando cómo se podan ramas de árboles frutales y alimentan a la tierra con nutrientes de guano de gallina, para que la planta ya en primavera crezca vigorosa y en verano, el sol madure la fruta. Lo reconozco, las cerezas son mis preferidas.

Pero en esto días, y reconociendo que nuestro país ha vivido momentos difíciles por la pandemia de COVID 19, que nos ha mantenido en cuarentena y algunas de nuestras ciudades en confinamiento, nadie ha estado ajeno a la pregunta ¿Va a retirar su 10% de la AFP? la respuesta que casi siempre me han dado es un sí. Un rotundo sí. Un categórico sí.

Al intentar configurar mi comprensión de porqué este rotundo sí al retiro al 10% de las AFP, más allá de las necesidades y con justa razón, que cada uno de nosotros y nosotras podamos tener, intento conjeturar que algunos elementos que puedan estar detrás de esta afirmación, pueden rastrearse primeramente en la baja credibilidad con que cuenta la institucionalidad de AFP, y en ello, me atrevo a señalar por una frase que hace unos días un vecino me comentaba, respecto del retiro del 10%: “es mejor tener un pájaro en la mano que cien volando”.

En ello e insistiendo en la idea, de que independiente de las necesidades que cada uno de nosotros como cotizantes podamos tener, en la acción concreta de que en el corto plazo podamos hacer uso de un monto de dinero, a riesgo de ver afectada, a unos años más, nuestra jubilación, me lleva a plantear dos cuestiones de base que se interrelacionan: primero, y en contexto de pandemia, la consciencia de que nuestro devenir, en tanto humanos, es incierto (y siempre ha sido así). Sin embargo, la posibilidad de la muerte hoy se hace patente en nuestro cotidiano, constituyéndose en una amenaza cierta que nos asusta y conmueve.

Sumado a ello, acceder a dineros que como cotizantes hemos ahorrado, por medio de nuestro trabajo, tiene en su base acceder a montos que servirán, y en la libertad de que cada ser humano, para cancelar o satisfacer necesidades individuales o familiares e inclusive, “guardar bajo el colchón la platita” como escuchaba por ahí, frase que aún es más dolorosa y da cuenta de la grave crisis que nos afecta como sociedad chilena: “hay que salvarse solo

Hay que celebrar el retiro del 10% de las AFP, como un hecho histórico que marca una grieta en la trayectoria de sistemas de pensiones en nuestro país, estableciendo precedentes sociales, políticas, económicas de que nuestro país puede ser mejor, con dignidad para todos nosotros, trabajadoras y trabajadores.

 

“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.

 

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