MÁS ALLÁ DE LO REGIONAL: EL TIEMPO DE MOSTRAR AL MUNDO LA INVESTIGACIÓN DE LA UCM
Entrevista a la nueva decana de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales, Dra. Gloria González Silva.
La llegada a principios de octubre, de la Dra. Gloria González Silva como decana de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales está llena de simbolismos. Es la primera mujer en ocupar el cargo y pretende ser un nexo que una los dos campus que conforman la facultad. Proveniente de la Escuela de Biotecnología, la académica dará un lugar preponderante a la investigación, porque cree que es tiempo de que la Universidad Católica del Maule muestre, más allá de los limites regionales, el trabajo de investigación que desarrollan sus académicos.
Conciliará su rol de decana con sus actividades de investigación, porque le costó ganar ese espacio y porque piensa que la universidad debe relevar el desarrollo de la ciencia. Sus desafíos: Posicionar las carreras de su facultad, identificar las falencias de infraestructura, incentivar la promoción de la investigación y destacar la importancia de las carreras que aportan a un mundo en crisis.
¿Cómo ha sido su llegada a la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales? ¿Cómo su experiencia académica le ha ayudado en este nuevo cargo?
Han sido días intensos, hay un equipo grande y bien estructurado de mucha colaboración. Eso facilita cualquier actividad. Aunque sea un cambio, haber sido directora de escuela, me ha ayudado. La decanatura, hasta el momento, es como la dirección de escuela, pero en vez de una, acá hay cuatro escuelas y todo el trabajo más de gestión.
¿Qué relevancia tiene para usted el fortalecimiento de la ciencia?
Cuando estaba a cargo de la Escuela de Biotecnología debía ver presupuestos. Por lo tanto, sé que la ciencia gasta mucho, sin embargo, esos gastos son cheques a fecha. Esta es una facultad de áreas aplicadas, y siempre he dicho que estas, son ciencias que gastan dinero, pero con el tiempo se retribuyen. He visto cómo proyectos que nacen de los estudiantes terminan en empresas de base tecnológica, entonces es algo muy satisfactorio.
La universidad ha crecido mucho en investigación en estos diez últimos años y poco a poco se ha dejado ver. Entonces tenemos que posicionarnos. Tenemos que hacernos más visibles en la comunidad, más allá de lo regional, sino que con nuestra identidad mostrarnos a nivel nacional. La investigación es la punta de flecha de la academia. En ese sentido, es importante darle un foco territorial, pero más allá de la región. Es un desafío tremendo.
¿Cómo proyecta las carreras que se imparten en Facaf?
Soy ingeniero agrónomo de profesión y aunque me fui al área más científica, esa formación me permite tener una base y una visión de la naturaleza fuerte y de su aplicación en cuanto a las necesidades de la región.
En agronomía, que es una carrera antigua, me gustaría que se desarrollara más el postgrado, creo que tiene mucho potencial y creo que ya estamos en un momento para desarrollar el postgrado, ya sea doctorado o magister. Ya tiene la madurez suficiente y los académicos que se necesitan ya tienen años de experiencia en sus campos, entonces ya estamos en tiempo de proyectar todo eso.
Medicina Veterinaria es nueva, pero tiene buena matrícula y buen futuro, eventualmente, podríamos dar un buen servicio a la comunidad. El aspecto de clínica es algo que se debe desarrollar. En Ingeniería en recursos naturales estamos tratando de levantar la carrera, porque debemos darle la importancia que corresponde al mundo que en que estamos viviendo. Estamos pasando un proceso climatológico a nivel mundial crítico y parece que nadie le toma el peso. El cambio climático es un proceso que debe ser estudiado y carreras como Ingeniería en recursos naturales pueden darle un sentido más profundo, a través del cual podremos tomar más consciencia del proceso.
¿Cuál es su visión como mujer en la ciencia?
Viniendo del agro, puedo decir nunca me he sentido menoscabada por nadie. Siempre tuve apoyo en la universidad, cuando estudié el pregrado éramos cincuenta y cincuenta. En ese tiempo ya había una equidad potente. Algunos dicen que, por una cuestión cultural, en el campo siempre ha habido participación de mujeres. Nunca sentí que por ser mujer me hubieran dado menos espacios. Yo creo que el problema es más bien institucional, porque la tradición de la universidad, era educacional, sin mayor foco en la investigación. Llegué en un momento de cambio, pero aún faltan los espacios para concretar investigación. Faltan más edificios, donde están las escuelas, proyectar para suplir la necesidad de laboratorios, etc. La población universitaria ha crecido mucho respecto de la infraestructura existente, pero eso es una tarea de los decanos y las autoridades. No sé si lograré todo lo que quiero, el tiempo de la decanatura es de tres años, pero si puedo estructurar una base para que otro decano pueda concretar los objetivos planteados.
¿Seguirá desarrollando sus investigaciones o le pondrá pausa para asumir en pleno la gestión?
No puedo dejar de trabajar en las investigaciones, tengo un laboratorio a cargo, tengo estudiantes de posgrado, otros que terminaron y están trabajando conmigo, no puedo ni quiero desligarme. Son parte de mi esencia. Estamos viendo postulaciones a proyectos, llevo cursos, por lo que voy a continuar en lo académico con seminarios de grado, revisiones de tesis, que son trabajos más independientes.
¿Cuál sería su mensaje para los estudiantes y académicos de la facultad?
Soy de la postura de que tenemos que unirnos para hacer mejor ciencia. Tengo una facultad en dos campus distintos. Yo quiero ser un nexo de unión entre ambos espacios, que se sientan de un mundo común. Los estudiantes deben saber conmigo serán escuchados y que estaré siempre a disposición de solucionar los problemas que los afecten. Hay mucho que hacer en el campus San Isidro Labrador, hay que trabajar para que mejores estética y académicamente para darle un sentido más universitario, esa también es una de mis metas.