Más de 3 mil jóvenes participan en Programa PACE en la UCM - Universidad Católica del Maule
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Más de 3 mil jóvenes participan en Programa PACE en la UCM

Más de 3 mil jóvenes participan en Programa PACE en la UCM
20 Nov 2017

La iniciativa del MINEDUC transita de ser una medida gubernamental a una política universitaria, tanto en acceso como en el apoyo a los estudiantes universitarios.

Más de 3 mil estudiantes de tercero y cuarto medio provenientes de 21 establecimientos educacionales maulinos participan actualmente en el Programa de Acceso y Acompañamiento Efectivo a la Educación Superior (PACE) en la Universidad Católica del Maule (UCM), medida del gobierno que busca disminuir la brecha de ingreso a la educación superior abierta a jóvenes de todo el país, la que desde el 2015 a la fecha ya presenta interesantes resultados.

“El PACE ha sido una de las acciones que junto con la gratuidad ha impactado positivamente la política de equidad y justicia en el acceso equitativo a la Educación Superior”, afirmó el rector UCM, Dr. Diego Durán, reconociendo al mismo tiempo que el sistema educativo del país deberá ir dando pasos transversales de mejora sostenida, propiciando equiparidad de oportunidades. “Hoy eso no es posible y por eso la relevancia de este programa”, puntualizó.

Pero considerando que la región presenta un alto grado de ruralidad, una base económica agrícola poco diversificada y escasa especialización ¿cómo este programa disminuye las barreras de acceso a la educación superior?

Al respecto, la Dra. Claudia Concha, académica UCM y miembro del Centro de Investigación en Educación para la Justicia Social (CIEJUS), reconoce que para las universidades el PACE es un reto importante para progresar hacia la justicia social, con el fin de acortar la brecha de la desigualdad. “Se requiere avanzar en la formación inicial de profesores desde una perspectiva de trabajo con las comunidades educativas, para formar docentes asentados en los problemas reales del sistema escolar”, afirmó, agregando que “para fortalecer su adaptación a la vida académica y abrir la comprensión a que el éxito o fracaso no depende sólo de la agencia individual, sino de la implementación de mecanismos genuinos de integración en las Universidades”, tema que deben asumir las universidades haciéndose cargo de las experiencias, sentimiento de desventaja, desarraigo académico, falta de hábitus académicos, entre otros aspectos que traen sus estudiantes.

Acompañamiento

Conscientes de ello, el PACE implementó la estrategia de Acompañamiento en la Educación Superior (AES), acción que en la Universidad Católica del Maule fue complementado con la entrada en funcionamiento del Centro de Apoyo al Aprendizaje (CAP UCM), que agrupa programas especialmente diseñados para todos los estudiantes de primer año -incluidos los que acceden vía cupo PACE-, entregándoles distintas modalidades de apoyo para acompañar su aprendizaje desde su ingreso y que fomentan su autonomía en cursos superiores.

En efecto, en palabras de Alejandra Villarroel, coordinadora AES del PACE UCM y jefa del CAP UCM, “experiencias nacionales e internacionales indican que el tránsito desde la educación secundaria a la superior es complejo y requiere de una institucionalidad que colabore en el desarrollo de la autonomía en el estudiante, tanto personal como académica; independientemente del contexto socioeconómico del joven”, argumentó.

Es tal el éxito de estas iniciativas, que de los 101 estudiantes que ingresaron por cupo PACE a la UCM, un 92% se ha mantenido en la universidad al término del primer semestre, con un 76% de aprobación de cursos.

Al considerar la diversidad de estudiantes, sus gustos, aspiraciones o metas, se hace necesario que la labor pedagógica, de carácter orientador, despierte una real vocación, aseguró Elvis Muñoz, profesor de Lenguaje y facilitador PACE UCM. “Se les muestra a los estudiantes un abanico de posibilidades, ojalá de todo el espectro social y profesional, para que entiendan que cualquier habilidad, destreza o talento puede ser motor de un proyecto de vida”, añadió.

A juicio del docente, esto es necesario debido a que a través del programa son los jóvenes pertenecientes al 15% más alto del ranking de notas los que optan a un cupo en la educación superior, “por lo tanto existe un 85% que de igual manera requiere orientación vocacional para proyectar su futuro”, agregando que “todas y todos pueden ejercer su derecho libre y personal de construir un proyecto de vida, más allá de las esquivas posibilidades que ofrece el medio en el que crecen y las oportunidades de un sistema que paulatinamente se abre de forma equitativa”, afirmó.

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