El más reciente estudio evidenció que un 57 por ciento de los hombres dedicó cero horas al cuidado de sus hijos, lo cual evidencia la brecha existe en materia de equidad. El Centro de Atención Psicológica Integral de la Universidad Católica del Maule realiza talleres gratuitos a los padres. Las inscripciones pueden realizarse a través del Facebook @capiucm.

“Lo único que no podemos hacer los varones es amamantar”, en eso hace hincapié Gerardo Chandía, académico de la Escuela de Psicología de la Universidad Católica del Maule y especialista en temas de crianza y salud mental infanto juvenil.

Pese a que pareciera lógico, los estudios que se han realizado a nivel nacional, los hombres aún están al debe en la participación activa en la crianza. Así lo evidenció el informe del Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales que, en conjunto con ONU Mujeres y el Ministerio de la Mujer, reveló que el 71 por ciento dedicó cero horas al acompañamiento de sus hijos en tareas escolares y el 57 por ciento dedicó cero horas al cuidado de los pequeños.

Además, el 38 por ciento de los varones, dedicó cero horas semanales a tareas domésticas como cocinar, hacer aseo o lavar la ropa. Números que contrastan con las mujeres, quienes dedicaron 14 horas semanales más que los hombres al cuidado de niños y niñas menores de 14 años.

No es el único estudio al respecto, ya desde 2017, la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), mostraba que, a nivel nacional, mientras que las mujeres destinan 5,89 horas diarias en promedio a trabajos no remunerado -entendidos como trabajos domésticos y de cuidados- los hombres solo dedican 2,74 horas. En la Región del Maule, la situación no es muy diferente. Las mujeres dedican 4,73 horas diarias en promedio a dichas labores y los hombres, solo 1,68 horas.

“Otros estudios que se han realizado demuestran que, debido al confinamiento por la pandemia, lamentablemente se ha acrecentado esta diferencia”, puntualizó Chandía, para quien es importante que la ciudadanía comprenda que “los varones podemos y debemos ejercer todas las labores de crianza y participar de la alimentación, el cambio de pañales, el juego y los procesos educativos y de salud”, afirmó.

Chandía añadió que “las investigaciones señalan que cuando un padre participa de forma activa en la crianza, genera mayor bienestar psicológico y emocional para los hijos, para la mamá y para él. Si es así, entonces los hombres debemos contribuir porque, además, es nuestra responsabilidad”, comentó.

Talleres gratuitos para padres

Desde el Centro de Atención Psicológica Integral(CAPI)  de la Universidad Católica del Maule (UCM) que coordina Chandía y en el cual los estudiantes de la Escuela de Psicología tienen un rol activo; se ha realizado una serie de talleres dirigidos a padres, madres y/o cuidadores “con el objetivo de fomentar el ejercicio de la parentalidad y actualmente estamos iniciando un taller dirigido especialmente varones y el rol activo en la crianza. Pueden inscribirse a través del Facebook del Centro @capiucm”.

“El mensaje para los padres es que, cuando deciden tener hijos, adquieren responsabilidades en términos de su rol”, puntualizó y añadió que “si hay una pareja en la que el varón casi no participa en nada, de a poco puede hacerlo y su pareja puede ir incorporándolo y confiar en que ese varón puede cuidar de forma adecuada a los hijos”, dijo.

A nivel de crianza, el experto de la UCM señaló que el ejemplo es clave “porque si los niños ven que hay un papá que contribuye y participa de forma equitativa, crecerán con un modelo de masculinidad sin estereotipos de género”, sostuvo.

Además, según Chandía, los padres y madres no deben hacer diferencias en el trato hacia sus hijos, en los juguetes o en la enseñanza de labores domésticas pues “tanto niños como niñas tienen las mismas capacidades y habilidades, pueden ejercer las mismas conductas y todas las áreas deben ser potenciadas por igual tanto en los hijos varones como en las mujeres”, puntualizó.