Ladrilleros del Maule perfeccionarán su proceso productivo y mejorarán su modelo de negocios
Proyecto FIC UCM cuenta con la colaboración de experto español en termodinámica.
A juicio del experto internacional Dr. Pedro Muñoz, este proyecto tecnológico liderado por la Facultad de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad Católica del Maule, posee un importante aspecto social y medioambiental.
En la actualidad, la Facultad de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad Católica del Maule (UCM), trabaja en un Proyecto adjudicado por el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional, denominado “Innovación sustentable del proceso de fabricación de ladrillo industrializado en la Región del Maule”.
En dicho proyecto liderado por el investigador UCM, Dr. Juan Figueroa, el cual se focaliza en los ladrilleros de la comuna de Cauquenes, participa como coinvestigador, Pedro Muñoz, experto español y doctor en ingeniería industrial mención termodinámica.
Dicho especialista en energía y construcción sostenible, tiene la misión de aportar en la creación de hornos -el primero de ellos se pretende montar en terreno en febrero o marzo de 2019- con características específicas para de alguna manera profesionalizar dicho sector productivo.
“No queremos cambiar su modelo de negocio, sino que se mantengan durante los años y sea competitivo, pero para eso necesitamos dotarlos de herramientas”, dijo el investigador español.
Cómo operar el horno, construirse o aportar soluciones, monitorear su eficiencia, mejorar el rendimiento de los hornos de cara a cocer las piezas, son algunos de los aspectos que aborda el proyecto.
“Es un poco adaptar lo que existe a la realidad, que es el trabajo de ingeniería duro que hay detrás, con el fin de darles un elemento robusto, de fácil manejo, pero que tenga todas las ventajas de homogeneidad de la producción, mantenimiento de la calidad, disminución de emisiones, ahorro energético, entre otros”, precisó.
El Dr. Pedro Muñoz, agregó que “Intervenimos y acompañamos en todo el proceso, desde el trabajo con la arcilla en bruto –verde-, el proceso de conformado, de secado, de cocción, y finalmente el modelo, es decir, un ladrillo maquinado y no fiscal, con mejor aprovechamiento de la arcilla, mejores propiedades mecánicas y térmicas. Se trata de seguir haciendo ladrillos, pero de una manera muy diferente”, aportó.
Impacto social y medioambiental
El proyecto FIC busca un cambio de modelo, pero con un desarrollo de tecnología que sea accesible a sus productores, para que así -a juicio de Muñoz- puedan dejar la labor artesanal y muchas veces, lamentablemente, no rentable de la fabricación de ladrillos.
“La idea es que empiecen a incluir elementos que les permitan competir con productos de mayor calidad, estandarizar la producción para que el control de la calidad sea mejor, dotarles de herramientas como pueden ser los hornos que redunden en mejores prácticas medioambientales, que consigamos una menor contaminación de la atmosfera, mejor aprovechamiento de la fuente energética, para que sea menos costosa tanto para el productor como para el medio ambiente”, explicó Muñoz.
Visión a futuro
Muñoz aseguró que el cambio es necesario, ya que “La manera de trabajar no digo que sea mala, pero no es todo lo eficiente que debiera y eso de una manera u otra repercute en la vida de estos ladrilleros y perspectivas futuras de desarrollo de su profesión. Se trata de aprovechar todo el conocimiento atesorado y corazón que le ponen, pero con herramientas que les permitan que eso tenga un recorrido más largo que el actual”, dijo.
El experto que trabaja en este proyecto UCM también enfatizó que la idea es que puedan tener una trazabilidad mejor también del producto, puesto que “El ladrillo fiscal al final nunca es igual, cuando te planteas ponerlo en el mercado tienes que tener unos mínimos de calidad al cliente, entonces todas esas herramientas que nosotros interponemos les permitirán tener una homogeneidad en su producción”, afirmó.