Académico y estudiantes de la Escuela de Derecho UCM expusieron cómo estos conceptos siguen siendo relevantes para una comprensión profunda de los fundamentos legales y para promover un pensamiento crítico en la práctica jurídica.

El Derecho Romano ha sido la base sobre la cual se han edificado numerosos sistemas jurídicos modernos. Su influencia perdura no sólo en la estructura y contenido de las leyes, sino también en los principios y conceptos fundamentales, ya que la gran mayoría se mantiene vigente. Pilares como la bona fides (buena fe), la iusta causa traditionis (justa causa de la tradición) y el pacta sunt servanda (los pactos deben ser cumplidos), siguen siendo cimientos para el Derecho Civil contemporáneo.

Estas ideas fueron profundizadas en el III Congreso Internacional de Estudiantes de Derecho Romano, el cual contó con la participación del docente de la Escuela de Derecho UCM, Dr. Francisco Valenzuela Aránguiz, y los estudiantes Leonardo Vásquez Yévenes y Carlos Pavéz Valdebenito.

En esa línea, el académico explicó que las mutaciones en el lenguaje jurídico afectan la interpretación y aplicación de las normas actuales.

“El lenguaje con el que se expresa el derecho es manifestación de la realidad cultural de cada época. Esto es muy relevante cuando consideramos que luego de varios siglos las formas de referirnos a lo jurídico pueden haber cambiado, pero los principios que inspiran dichas normas permanecen”, dijo.

Asimismo, manifestó que, “por ejemplo, en el derecho romano, la voz custodia asumía al menos tres posibles sentidos. Ese mismo término se conserva en la legislación actual (Código Civil), pero uno de los sentidos se ha perdido: aquel en que la custodia (praestare custodiam) significa algo similar a lo que hoy entendemos como responsabilidad objetiva”, sostuvo.

En consecuencia, el Dr. Valenzuela destacó que la enseñanza de esta disciplina ofrece un gran potencial, ya que, “introduce a los estudiantes en una forma de pensar y en métodos propios de la ciencia jurídica, que los guiarán a lo largo de toda su carrera profesional”, expresó.

Desde la perspectiva estudiantil, Carlos Pavéz, resaltó el valor agregado de incluir estos contenidos en su formación.

“Permite entender de mejor manera las instituciones, no sólo por el porqué de su existencia, sino también en consideración al razonamiento de la época. Si se logra entender desde los comienzos de la carrera, facilita mucho el criterio jurídico que se necesita para Derecho Civil, el cual es un ramo posterior. En síntesis, el estudiar Derecho Romano ayuda a pensar y reflexionar jurídicamente de mejor manera”, afirmó.

Por otro lado, su compañero, Leonardo Vásquez, comentó que enriquecerse con el contexto cultural y filosófico del Derecho Romano “ayuda a formar una visión más amplia del derecho en la sociedad. Un conocimiento sólido puede ser útil en áreas como el derecho comparado, el derecho internacional y la resolución de conflictos jurídicos”.

De esa manera, el compromiso de la UCM con la formación sólida de sus estudiantes se ha manifestado en la inclusión de la cátedra de Derecho Romano dentro de la malla académica, con calidad de obligatoria.