ALUMNI DESTACADO: De la primera línea en pandemia a la investigación: la experiencia de Felipe Espinoza
Felipe Espinoza, enfermero egresado de la Universidad Católica del Maule, vivió en carne propia los desafíos de la pandemia del COVID-19 al iniciar su ejercicio profesional en un ELEAM.
Actualmente, como especialista en heridas y dedicado a la generación de nuevo conocimiento, comparte su experiencia y reflexiona sobre los desafíos que enfrenta la enfermería en un país con un envejecimiento poblacional acelerado.
Recibió su título de enfermero, a las dos semanas ya estaba trabajando y en menos de un mes llegó la pandemia a Chile. Así fue como Felipe Espinoza Arrué comenzó su camino profesional el 2020.
“Fue un golpe de realidad. Cuando uno está partiendo en una profesión, uno espera tener un tiempo para poder acostumbrarse, pero la verdad me tocó de lleno pasar a una situación sanitaria que no era habitual. Nos encontramos con una enfermedad infecciosa de difícil manejo porque no se conocía en un primer momento. Así que el desafío fue súper grande”, recuerda.
Además, Felipe inició su ejercicio clínico con una población vulnerable ante el COVID19 en un ELEAM (Establecimiento de Larga Estadía para Adultos Mayores) de la Fundación Las Rosas en Santiago. “Lamentablemente hubo muchos decesos, muchas personas con muchas secuelas. El desafío era grande e implicaba un abordaje distinto al de otros entornos sanitarios”.
Asumió su cargo como enfermero clínico con 70 personas mayores a su cuidado en el marco de la peor pandemia de los últimos dos siglos. ¿Hubo inseguridad?
“Al principio hubo harto susto”, confiesa. “Pero la ´profe´(Carmen Gloria) Miño nos decía: ustedes no saben lo que saben, pero saben y la verdad es que tenía toda la razón porque, en el momento que tocó aplicarlo. El conocimiento estaba ahí y me pude desempeñar de una forma bastante buena”.
Para Felipe el sello de espíritu de servicio de la UCM sí marcó la diferencia en medio de la crisis sanitaria. “Uno no está atendiendo a algo inerte sino a una persona que tiene una historia, una persona que no la está pasando bien -porque una persona que está enferma no la está pasando bien- y, por lo tanto, el cuidado tiene que ser algo ligado a lo clínico sino que con el cuidado humano, reconocer al otro y abrazar al otro como una persona”, explica.
Actualmente, Felipe es enfermero clínico de la Fundación Instituto Nacional de Heridas, dirige el Departamento Científico de la Sociedad de Enfermeras Latinoamericanas en Heridas (SELH) y es editor de la revista científica de esta sociedad.
EL EJERCICIO CLÍNICO Y LA INVESTIGACIÓN
Felipe es un apasionado por el conocimiento. Se diplomó en Gerontología y Geriatría y este 2024 se graduó como especialista en heridas y ostomías; y continúa realizando publicaciones científicas.
Recuerda con entusiasmo el contacto con la investigación que tuvo desde el inicio de la carrera. “Tuve una profesora guía, la profesora Paula Ceballos hizo que tuviéramos ese gusto por la investigación. Pudimos desarrollar una muy buena tesis que nos permitió viajar, por ejemplo, a Costa Rica. Nosotros hicimos la tesis sobre violencia en los servicios de emergencia y allá en Costa Rica estuvimos con un PhD cuya línea de investigación era, precisamente, la violencia. Tuvimos la oportunidad de ir a exponer a un congreso internacional de enfermería en Brasil y, finalmente, terminamos generando dos papers: uno que tenía que ver con la definición desde el punto de vista de enfermería de lo que es la violencia laboral y otro que daba cuenta de los resultados cuantitativos de la tesis”.
“Estuve cuatro años en Fundación Las Rosas y me enamoré de la Gerontología y la Geriatría. De hecho, hice un diplomado en la UCM que me gustó mucho y me dio hartas herramientas para desenvolverme en una etapa no tan aguda dentro del entorno clínico. Y también me enamoré de la temática de heridas porque, durante la pandemia, era muy común ver escaras o heridas por presión en las personas mayores; y seguí estudiando y seguí investigando”.
Actualmente como editor de la Revista Latinoamericana de Enfermeras en Heridas y Ostomías, logró su primera indexación y ya tiene en vista otras bases de datos para seguir creciendo.
DESAFÍOS PARA LOS ENFERMEROS
Dados los cambios en la pirámide poblacional, las personas mayores que actualmente representan el 19% del país, podrían llegar a ser más del 30% de la población en 2050. Por eso, Felipe considera que es urgente prepararse para cuidar a esa población, pero también para que las sociedades garanticen su calidad de vida.
“Estamos con un envejecimiento poblacional súper acelerado y no solo se trata de la salud pública sino de las políticas públicas: transporte, trabajo, vivienda. Siento que no estamos preparados para recibir a toda esta población mayor que tendremos dentro de poco”, advierte.
El enfermero UCM añade que todos los profesionales del área deberían conocer, al menos, lo básico de Gerontología y Geriatría. “Conocer qué es un síndrome geriátrico, las características del paciente mayor, saber que un paciente geriátrico, probablemente, no va a tener la misma sintomatología que una persona adulta joven y que no por eso va a ser una presentación atípica, sino que es una presentación propia de las personas mayores. Otro tema súper importante es el deterioro cognitivo mayor o las llamadas demencias. Ya sabemos que tenemos distintos tipos de demencias que tienen abordajes diferentes”.