Mauricio González, académico de la UCM, y José Baroja, escritor, separan dos pasiones.

La entrevista era con Mauricio González Gutiérrez, académico de la Escuela de Pedagogía en Lengua Castellana y Comunicación de la Universidad Católica del Maule (UCM), pero a lo largo de la conversación afloró el personaje, con quien realmente queríamos conversar: José Baroja, el novel escritor y poeta que ha cautivado a muchos lectores con su primera publicación “El Hombre del Terrón de Azúcar y otros cuentos”.

Cabe destacar que el libro reúne seis maravillosos trabajos en los que se muestra la sorpresa surgiendo en lo cotidiano y dibujado como ficción: “Temas que le pueden suceder a cualquiera”, dijo.

Mauricio González es nativo de Valdivia, Región de los Ríos, profesor de Literatura Española y Literatura Universal en la Facultad de Ciencias de la Educación de la UCM; mientras que José Baroja, pseudónimo con el que firma sus obras, nació solo hace cuatro meses. Desde ese entonces, Baroja ha recorrido varias ciudades y pueblos de Chile con su primera obra literaria, cuyo cuento homónimo ganó el XIII Concurso Literario Gonzalo Rojas Pizarro, en Lebu, Región del Bío Bío.

La elección del pseudónimo José Baroja nace de su admiración por dos grandes escritores como son José Saramago, de Portugal, y el vasco Pio Baroja. “Me coloqué un pseudónimo para separar al académico del escritor. Aun cuando tanto el enseñar como el relatar cuentos son mis pasiones, busco explícitamente separarlas. Eso sí, en estos meses, he descubierto que me siento más cómodo en la piel de José Baroja, y creo que el lector lo capta”, afirmó.

En relación con las formas que utiliza para plasmar su talento y creatividad, Baroja destacó que “El género en el que mejor me desenvuelvo es el cuento; simplemente, me encanta relatar historias”.

¿Existe un público ávido de cuentos en Chile?

“Me he sorprendido de la aceptación que he recibido, porque en nuestro país, sobre todo en un sentido editorial, creo que el cuento no ha sido valorado en su justa medida, porque cuentos hay en todos lados, pero me da la idea de que en Chile suele asociarse este como parte única y exclusiva del mundo infantil, es decir, solo para niños y no de tema adulto, perdiéndose así de vista a grandes cuentistas de la tradición universal como son Julio Cortázar, Jorge Luis Borges, Manuel Rojas, María Luisa Bombal e incluso Gabriel García Márquez, más conocido por “Cien años de Soledad” y que aun así tiene cuentos estupendos”.

Como decía, pienso que las editoriales tienen responsabilidad en esto, pues tienden a publicar más la novela para el público general. Creo que hay muchos cuentistas en Chile, pero sus obras no han sido adecuadamente divulgadas.

Promesa Publicada

Todo escritor tiene su fuente de inspiración para crear sus obras literarias, en el caso de José Baroja, la musa de su inspiración no sólo lo llevó a escribir nuevos relatos, sino a publicarlos.

“Llevo años escribiendo cuentos, pero nunca me había atrevido a publicarlos, pero hace un tiempo conocí a una persona muy especial, arte en sí misma, quien, sin siquiera imaginar su importancia, me impulsó a hacer realidad este reto. Mis publicaciones van dedicadas a esa persona, a partir de una promesa: este año publicaría dos obras. Afortunadamente, así fue. Primero con “El Hombre del Terrón de Azúcar y otros cuentos”, y ahora con “Un hijo de perra y otros cuentos”, libro que lanzaré en el mes de octubre de este mismo año.

¿Compite la labor pedagógica con la de escritor?

Depende. Sin duda, ambas profesiones se pueden complementar, siempre y cuando sea la pasión la que las una. Yo disfruto dando clases, disfruto enseñar, pero no así los protocolos, la rigidez, la apariencia, etc. En tal sentido, podría decir que yo nunca dejaré de ser un pedagogo en esencia. De todas formas, a veces siento que traiciono al escritor cuando pretendo enseñar literatura. No es fácil respetar completamente ambos mundos, por eso los mantengo separados.

¿Incentiva a sus alumnos a escribir?

Ante todo, quiero que los alumnos entiendan que en un curso que se llama Literatura Universal, ahí nosotros no estamos enseñando o aprendiendo literatura, sino herramientas, metodologías que van desplazando un poco la experiencia literaria; sin embargo, intento promover en ellos el análisis, la reflexión, el pensamiento crítico en la lectura. Y, por supuesto, la universidad no es el único camino.