La inteligencia como conectividad cerebral eficiente asociada a tareas atencionales
Hallazgos del estudio neurocientífico UCM en adolescentes.
Los resultados preliminares de este estudio fueron exhibidos en la octava Conferencia Internacional de la Cognición Espacial realizada por la Universidad La Sapienza de Roma, Italia y sugieren que el foco de la estimulación de la atención visual en los niños debería estar centrada en la habilidad de la orientación espacial porque es lo que describe el funcionamiento más eficiente del cerebro.
La inteligencia tradicionalmente se asociaba a la capacidad de una persona en desarrollar tareas o resolver problemas complejos. Sin embargo, en las últimas décadas el desarrollo científico respecto a la comprensión cerebral, ha modificado ese concepto.
Boris Lucero, director del Centro de Investigación en Neuropsicología y Neurociencias Cognitivas UCM (CINPSI UCM), explica que “ahora la inteligencia está asociada a un cerebro más eficiente, de tal modo que el funcionamiento cognitivo superior involucra menos recursos dedicados al procesamiento de una tarea y minimización del gasto energético. Hay que recordar que el cerebro es el órgano que más consume energía en nuestra biología”.
¿Qué implica esto? Según Lucero, “lo que se ha visto es que una persona inteligente tiene un comportamiento eficiente en el cerebro, con respuesta más rápidas a nivel conductual con menor gasto energético. Esto lo hemos estudiado con medidas de conectividad entre distintas redes del cerebro asociadas a una tarea, siendo en nuestro caso el interés específico respecto a tareas atencionales”.
Estudio en adolescentes
El equipo que lidera Lucero evaluó a un grupo de niños con talento académico entre 12 y 13 años pertenecientes al Programa Semilla UCM, incluyendo niños con inteligencia promedio y niños con un alto rendimiento intelectual con coeficiente intelectual de hasta 140 puntos. Este estudio resulta relevante ya que es el primero que evalúa tareas atencionales, conectividad cerebral y la eficiencia asociada a la inteligencia en esa población.
Según explica Lucero, “quisimos ver cómo era la conectividad cerebral entre distintas áreas del cerebro, a través de una medida –novedosa también- que se conoce como wSMI (Weighted Symbolic Mutual Information) y que permite medir la información compartida entre distintos campos neuronales asociados a distintas señales de canales de EEG”.
¿Qué encontraron en sus resultados preliminares? “Las personas más inteligentes, tuvieron menor conectividad cerebral asociada a la tarea, es decir, más eficiencia”, indicó el académico. Sin embargo, esta eficiencia no se evidenció equivalentemente para las tres redes atencionales del cerebro descritas desde los años 80 por el psicólogo Michael Posner: la red de alerta de respuesta muy temprana y casi automática ante un estímulo; la red de orientación espacial que involucra cómo se redirige la atención hacia aquello que resulta útil para una tarea; y la red de control ejecutivo relacionada con procesos que nos ayudan a regular la conducta y cognición y eliminar distractores a la hora de realizar una tarea.
Los investigadores UCM encontraron que la inteligencia, en términos de eficiencia, solo se asoció de manera significativa a la orientación espacial. “Es decir, se traduce en mayor eficiencia cuando tienen que dirigir o redirigir su atención hacia otros estímulos”.
Implicaciones técnicas y pedagógicas
“Lo que se mide como variable de inteligencia es el CI total que es una medida psicométrica y psicológica y lo que se toma como medida del rendimiento intelectual transversalmente. Nuestros resultados indicarían que, en el caso de la atención, las pruebas que resultan un mejor correlato neuronal de la respuesta inteligente en el sentido de eficiencia cerebral, son las que se asocian más específicamente con la orientación espacial, siendo entonces un foco de especial interés para quienes evalúen la inteligencia con pruebas como el WISC por ejemplo al generar hipótesis respecto a los perfiles cognitivos y/o recomendaciones de estimulación”, explicó Boris Lucero.
A nivel educativo el director del CINPSI puntualizó que, “nuestros resultados indican a quienes desarrollan labores pedagógicas que cuando hay un niño que tiene problemas de rendimiento asociados a su capacidad atencional, sería de especial interés focalizarse en evaluar y estimular cómo el niño es capaz de orientar y reorientar su atención visual ante una determinada tarea porque es lo que describe el funcionamiento más eficiente del cerebro asociado con un mejor rendimiento intelectual global”.