Experta UCM entregó recomendaciones en la materia, tema que se ha vuelto común en los últimos años, sin embargo, pocos saben lo que es realmente es el apego y cómo generarlo. Lo cierto es que es fundamental para el sano crecimiento de los niños.

Con el fin de que los padres y profesionales de la salud conocieran más al respecto, la Escuela de Enfermería Curicó de la Universidad Católica del Maule (UCM) junto a la ONG Yo Estoy, dedicada a promocionar la adopción; realizó el seminario “Rol de nuestra sociedad en la construcción del apego”.

En la instancia, la académica Katterine Kandalaf aclaró que “La gente muchas veces cree que el apego es la capacidad que tiene el niño de generar contacto físico, pero el apego va más allá. Es la capacidad o la forma en la que niño reacciona ante una amenaza”, aclaró.

La académica ejemplificó que “Al asustar a un niño, lo más seguro es que llore. Probablemente, a un niño con apego seguro le suceda lo mismo, pero al ver al papá o a la mamá, va a ser capaz de estar calmado y tranquilo en, aproximadamente, cinco minutos. En cambio, cuando existe un apego evitativo, que no es seguro, el niño no se tranquiliza por lo que sus papás o cuidadores hagan, sigue llorando, no cede y ante los estímulos el niño no se tranquiliza”, comentó.

¿Cómo generar apego?

Si bien no hay una fórmula estandarizada de cómo generar apego en los niños, los expertos sí entregan algunos lineamientos al respecto. Kandalaf advirtió que “Es un trabajo muy grande que empieza desde el parto. Muchas mamás tienen la posibilidad –y se les debería dar esta opción- de comenzar a generar apego en la llamada hora dorada (la primera hora tras el alumbramiento) en la que hacen contacto piel con piel”. Sin embargo, ese primer contacto entre madre e hijo no cuenta con un protocolo que se siga en el país.

Pese a que la gran mayoría de los madres y padres trabajan, sí es posible generar apego si se les “Dedica un tiempo de calidad más que cantidad”. “Muchos papás llegan del trabajo a hacer las cosas de la casa y mi recomendación es que vean primero a sus hijos y después se preocupen de lo otro cuando los niños estén durmiendo porque, generalmente, se van a la cama temprano”, recomendó Kandalaf.

“Jugar con ellos, compartir con ellos, cuando están más grandes preguntarles cómo ha estado su vida” es clave según la académica puesto que “El apego es algo que se aumenta a través del tiempo. Cuando está más grande, esa persona va a recurrir a su figura de apego siempre”, afirmó.
También añadió que “El juego es primordial en los niños, es algo que el cuidador puede hacer -ya sea madre, padre, abuelo, tía del jardín o quien esté a cargo-. En ese momento se ponen de tú a tú con el niño y se genera confianza”, sostuvo.

Eso sí, advirtió la experta, no se debe confundir el apego con la permisividad. “Si el niño hace algo malo, hay que corregirlo de buena forma y sin recurrir a los golpes. Hay que disciplinarlos y enseñarlos porque nosotros somos su modelo. Ellos conocen el mundo a través de nosotros y deben saber lo que es bueno y lo que es malo, es necesario hacerles su mundo seguro a través del apego, pero con las normas que tiene este mundo para ellos”, puntualizó.