El Trastorno Específico de Lenguaje (TEL) es una de las manifestaciones que podría dificultar el desarrollo emocional, social y escolar de niños y niñas. Las señales a las que hay que atender son las siguiente: niños que hablan poco, indican en lugar de verbalizar, hablan como niños más pequeños, parecen no entender, utilizan un vocabulario reducido entre otras características.

La Dra. Maribel Granada Azcárraga, académica e investigadora de la Escuela de Pedagogía en Educación Especial de la UCM, quien es especialista en esta temática, explicó sobre la importancia de la detección temprana de esta manifestación. “Mientras más temprano se pueda atender el Trastorno del Lenguaje, son mejores las posibilidades de desarrollo de las habilidades lingüísticas, repercutiendo en el bienestar del niño”, afirmó.

La Académica resaltó que “la familia es el entorno más cercano con quien actúa el niño o la niña; por lo tanto, es ahí donde adquiere los primeros modelos lingüísticos. Por ello, es importante que la familia cuente con la información necesaria para la detección temprana de las dificultades de lenguaje y particularmente del Trastorno Específico de Lenguaje (TEL). Si el niño presenta dificultades para comprender, o si avanza lentamente en la adquisición de palabras, la orientación es que se implemente un programa de estimulación temprana con el fin de desarrollar los aspectos comprensivos y expresivos del lenguaje oral y favorecer los procesos de inclusión social y educativa”, señaló.

Asimismo, la investigadora refirió que el niño al año y medio, ya debería manejar las palabras comunes, a los dos años debería expresarse en frases simples, y a los tres años tener ya toda la estructura lingüística para hacerse entender e interactuar con otros.

“Cuando un niño es diagnosticado con TEL, los padres y el entorno familiar deben procurarle un entorno de estimulación del lenguaje e integrarlo a un ambiente educativo enriquecido, donde tenga la posibilidad de interactuar con otros niños, acompañado de apoyos específicos brindados por el profesor de educación diferencial en trabajo colaborativo con el fonoaudiólogo. Ellos brindarán la estimulación de las habilidades lingüísticas descendidas, y propiciarán la articulación con el programa de Integración Escolar (PIE), para que el estudiante reciba apoyos ajustados y sistemáticos en enseñanza básica”, agregó la doctora Granada.

Con respecto, a la prevalencia de TEL, la Dra. Maribel Granada mencionó que existe una prevalencia de 7,4 por ciento en niños de kínder. “La investigación avala que, por cada dos niños con TEL, hay una niña con ese trastorno”, sostuvo.

La Investigadora, también indicó que aún las causas del TEL no están del todo claras, pero se han descartado la pérdida auditiva, el déficit intelectual y los problemas emocionales. “Las investigaciones revelan el origen genético del TEL; por consiguiente, los antecedentes familiares son un factor de riesgo relevante que hay que tener presente para el diagnóstico temprano”, dijo.

Recomendaciones

Entre las recomendaciones dadas por la académica a los padres y al entorno familiar del niño con TEL, se debe procurar hablar frecuentemente, de manera más lenta, utilizar un lenguaje acorde al niño, no responder por el niño o la niña, entregar siempre el patrón verbal correcto, retroalimentar permanentemente lo que el niño expresa, haciendo uso de nuevo vocabulario y oraciones más extensas.

De acuerdo al Decreto 170 que rige en Chile desde el 2009, el TEL es considerado una necesidad especial transitoria, lo cual la Dra. Granada señaló que es muy discutible, debido a que los niños que presentan este trastorno pueden tener características muy distintas, y la naturaleza del trastorno es muy resistente a la intervención, siendo su evolución lenta.

Para finalizar, la Dra. Maribel Granada mencionó que desde la Universidad Católica del Maule se están desarrollando investigaciones sobre el TEL. “A través de proyectos internos se está determinando la disponibilidad léxica en niños de kínder que presentan el TEL. De igual manera, se está investigando el vocabulario receptivo, el discurso narrativo productivo y la conciencia fonológica.

La investigación muestra que el TEL puede impactar en el desempeño lector y en el progreso del lenguaje oral, los niños pueden presentan alteraciones en la estructura sintáctica y el capital léxico, y además, manifestar dificultades narrativas estructurales”, comentó.

Finalmente, señalar que el TEL es un cuadro que se puede abordar desde la intervención temprana, donde los padres tienen un rol fundamental en cuanto a fortalecer el contexto comunicativo donde se desarrolla el niño y de prevenir el incremento de las dificultades del lenguaje. Además de detectar en forma oportuna y temprana los posibles desfases en el desarrollo, para que los niños puedan acceder a una atención especializada.