La casa es un mundo de posibilidades para el aprendizaje de los niños y niñas
En tiempos de pandemia, ha sido para las familias y los profesionales de educación parvularia un bonito desafío entender que la casa es un mundo de posibilidades para los niños.
Debido al complejo momento que vivimos, producto de la pandemia por COVID-19, hoy más que nunca se evidencia el rol fundamental de los padres, apoderados y cuidadores de los niños y niñas en su proceso de aprendizaje.
Surgen preguntas ¿Existe en Chile una estrecha relación familia-escuela? ¿Es importante crear ambientes propicios para el aprendizaje del niño en edad parvularia?
Al respecto, la profesora Marcela Bertoglio Salazar, directora de la Escuela de Pedagogía en Educación Parvularia de la Universidad Católica del Maule (UCM), sede Talca, afirmó que “la influencia familiar se mantiene a lo largo de toda la escolaridad, pero cobra mayor relevancia en el niño o niña de 0 a 6 años, ya que es la etapa de su desarrollo cognitivo, emocional y afectivo”, afirmó.
La especialista explicó que “la literatura revisada pone de manifiesto que un niño que viene de un ambiente familiar, en el cual hay un nivel de conversación permanente y continuo, donde se instaló un lenguaje con cierta complejidad lingüística será un espacio ideal para que el niño aprenda sin dificultad y, por consiguiente, vaya construyendo su propia opinión, se abra a otros espacios de discusión y obtenga un nuevo conocimiento”, sostuvo.
Asimismo, para la educadora si la familia le brinda al niño seguridad emocional permitirá que sea arriesgado frente al aprendizaje. “Entendiendo que la familia es la base para el ser humano en cualquier momento de su vida, y si uno lo lleva a los primeros seis años de vida, en el cual la persona está recién construyendo su realidad, está instalando sus propios conceptos, y está entendiendo como apropiarse de lo que conoce o no, de lo que le gusta o no, entonces ahí la familia cobra gran importancia. Y es que la familia facilita la aplicación de los nuevos conocimientos a las situaciones que se le van presentando al niño a niña en su quehacer cotidiano”, expuso.
Por tal motivo, la profesora Bertoglio señaló que, en tiempos de pandemia, ha sido para los profesionales en educación parvularia un bonito desafío entender que la casa es un mundo de posibilidades para los niños. “Es una realidad que ya como educadores entendíamos por sí misma, pero que hoy adquirió un valor significativo, pues tomamos conciencia de lo que puede aportar la familia en el aprendizaje de los niños”, dijo.
Ayudar al desarrollo de los hijos
La educadora mencionó actividades, en las cuales los padres pueden ayudar a sus hijos para que desarrollen, un pensamiento lógico matemático.
“Por qué restringirse a las experiencias de aprendizaje que nos aporta una cápsula, cuando el niño tiene la posibilidad de fortalecer sus aprendizajes desde el contexto de su hogar”, expresó la profesora, ejemplificando que una madre puede hacer un concurso con su hijo o hija, en el cual pueda clasificar la ropa que ella está recogiendo del tendedero, y lo puede clasificar el niño por tamaño, color, textura recogiendo, por tamaños, color, textura, lo que le permitirá razonar, aprender con tareas que ocurren en su vida diaria, aprovechar el tiempo en el hogar para fortalecer los aprendizajes.
Con respecto, a los desafíos actuales de la Educación Parvularia, la académica de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UCM refirió que muchas veces en los jardines o colegios se va perdiendo esa integración de saberes.
“Como educadoras debemos fomentar la integralidad, ningún problema de la vida se resuelve desde una sola disciplina, y el otro desafío que no es menor, es que se debe considerar que el niño necesita de un ambiente libre para el disfrute y la actividad física. Sin duda, que está la sala de clases, pero también se debe complementar con un trabajo al aire libre, un trabajo permanente con padres, apoderados, la comunidad educativa y la comunidad general para que se tome en cuenta espacios diseñados para el disfrute de los niños”, comentó.
En esos ambientes hay mucho aprendizaje, continuó “Pues el niño aprende a tener una vida sana. Por lo tanto, como carrera diseñamos nuestro plan de estudios, considerando la mención Psicomotricidad y Vida Saludable, que el niño además de contar con espacios libres, lleve una alimentación adecuada”, explicó.
Para la profesora Marcela Bertoglio, lo mismo ocurre con la mención Inglés Inicial, que permitirá que las nuevas profesoras relacionen a los niños con una segunda lengua como lo es el inglés.
“Los niños y niñas en a la actualidad están expuestos a juegos y a relacionarse con otros niños que hablan otro idioma, no podemos desentendernos que los niños desde edades cada vez más tempranas, se relacionan con juegos que provienen del mundo digital, películas y canciones en inglés. En tal sentido, como educadoras tenemos que brindar las herramientas para que la enseñanza del segundo idioma sea amigable, aprovechando esas experiencias previas y brindando espacios de oportunidad para el aprendizaje de una segunda lengua”, finalizó.