Según los resultados preliminares de la investigación del Observatorio Laboral del Maule.

Obtener un “mejor trabajo” y una situación socioeconómica de mayor estabilidad son algunas de las expectativas de jóvenes de dos liceos de la región en torno a la relación trabajo-estudio. Se trata de resultados preliminares de la investigación sobre “Expectativas de Inserción Laboral de Jóvenes Estudiantes de Zonas Vulnerables en el Maule”, que se encuentran realizando investigadores del Observatorio Laboral del Maule, ejecutado por la Universidad Católica del Maule (UCM), y cuyos resultados esperan conocerse a principios del próximo año.

El estudio se está realizando con 30 estudiantes de enseñanza media humanista-científico y técnico profesional de los liceos Luis Rutten, de Talca, y Enrique Mc Iver, de Santa Olga, en Constitución, considerando su situación de vulnerabilidad. “En este caso, la vulnerabilidad se entiende por vulnerabilidad social. Esto es, que las condiciones de vida familiares son determinadas por un bajo nivel de ingresos, bajo capital cultural, y en muchos de los casos se depende de subsidios estatales para suplir necesidades básicas”, explicó el sociólogo Claudio Vásquez, uno de los investigadores responsables del estudio.

Los objetivos de la investigación son identificar qué imagen tienen los jóvenes sobre sus posibilidades de participar en el mercado laboral; conocer cuáles son las estrategias usadas por los estudiantes para potenciar su ingreso en el mercado del trabajo, y finalmente, saber si los estudiantes de los sectores rurales en comparación con los sectores urbanos muestran diferencias en este recorrido.

Estudio y mejor trabajo

Los hallazgos preliminares indican que los estudiantes relacionan el estudio con un mejor trabajo, en algunos casos visto como “menos pesado” o “menos estresante”, pero además que esta situación se dé en condiciones de estabilidad.

El estudio también da cuenta del papel que los jóvenes otorgan a los padres o cuidadores. En este sentido, los estudiantes vinculan el estudio y su proyección laboral como un compromiso y una retribución a los padres que no tuvieron oportunidades. “Cabe señalar, en el caso de Santa Olga, que la mayoría de las familias de los jóvenes desarrolla o ha desarrollado su economía familiar en torno a la industria maderera, directa o indirectamente, situación de la que las nuevas generaciones de jóvenes, mayoritariamente, desea desmarcarse y cambiar de rumbo”, explicó el investigador, agregando que “Allí es donde emergen, entonces, los estudios superiores como un vehículo para acceder a mejores oportunidades en el mercado laboral, considerando incluso tener que emigrar hacia otros destinos para desarrollarse profesionalmente”, sostuvo.

Los resultados muestran la importancia de agentes y experiencias que han servido de modelo o referentes para proyectar el propio desarrollo, planteándose como alternativas laborales aquellas que han estado disponibles en su trayectoria y entorno inmediato. Esto, en algunos casos, los llevan a proyectarse fuera de su territorio de origen; así como también que para algunos de los jóvenes resulta importante la tranquilidad de permanecer en su zona de origen (Talca o Constitución).

Por su parte, Vásquez añade que se conocen los resultados de un estudio sobre “Trayectorias Migratorias de jóvenes rurales de la Región del Maule: consecuencias culturales, sociales y económicas”, donde migrar de sus comunas emerge como el proyecto de corto plazo para 7 de cada 10 jóvenes de tercero medio, una vez que egresaran de la enseñanza media. “Esta alta expectativa migratoria redundaba en que los lugares de procedencia no generaban condiciones que satisficieran sus expectativas laborales. Esta situación se producía aun cuando el vínculo hacia la familia y el territorio tenían una fuerte raigambre, de modo tal que se pudo concluir que en las propias localidades rurales se genera una “fuerza centrífuga” que tiende a expulsar a los jóvenes de sus territorios originales”, explicó Vásquez.