El jardín en tiempos de pandemia (parte 2) - Universidad Católica del Maule
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El jardín en tiempos de pandemia (parte 2)

El jardín en tiempos de pandemia (parte 2)
11 Dic 2020

-Enrique Misle, académico de la Escuela de Agronomía de la Universidad Católica del Maule.

Un jardín tradicional considera en su diseño la apropiada localización de diferentes estratos de follaje y un uso eficiente del agua, aun cuando se exhibe para el deleite del espectador. Su sombra es una acogida, tanto para nosotros como para diversos pájaros, lagartos, ranas, o cientos de insectos.

Desde un punto de vista ecológico y agronómico un jardín implica complejos desafíos de equilibrios naturales, selección y ubicaciones de especies, sombra, sol, luz, modificaciones físicas del suelo, enmiendas, fertilización, gestión del agua, estructuras, material de apoyo y mucho más. Una suerte de gran ensamble de elementos apropiadamente conectados para que logre funcionar como sistema, ecosistema.

Y si el contacto con un jardín es más íntimo, contemplativo, reflexivo, envolvente, si es posible estar inmerso en la experiencia del mundo natural, por más reconstruido que sea, sin duda nos acerca a la percepción metafísica de este mundo natural como teofanía, es decir, manifestación de Dios. Pero los beneficios del jardín no son sólo contemplativos o reflexivos. Tomar una maceta, preparar un sustrato para ella, tomar una estaca de una planta y plantarla allí, cuidar de ella, con riegos, enmiendas y otras labores; luego hacerlo con muchas otras plantas, moverlas de macetas a suelo, pensar en su mejor ubicación, aproximarse a un diseño, son muy buenas actividades frente al estrés de los actuales tiempos. ¡Qué decir de planear estrategias de ahorro del agua, reutilizando, almacenando o cosechando agua de lluvias! Poco a poco se entra en armonía con ese maravilloso espectáculo de formas, texturas, colores y aromas del mundo vegetal que también poco a poco va cicatrizando nuestro estrés.

En confinamiento volvemos a tiempos en que todo era útil: los cilindros del papel higiénico o potes de yogur pueden ser buenos contenedores para plántulas; las bandejas de huevos pueden ser bandejas almacigueras y viejos potes pueden ser geniales macetas. Solo hay que decidirse: ubicar un pequeño espacio para hacer un compost donde se descompongan diferentes residuos vegetales, buscar los mejores rincones de invierno para un buen almácigo, almacenar agua de lluvia para plantas sensibles a la salinidad… La naturaleza es un espectáculo sanador.

Cuando llega el fin de los fríos el permanente aumento de la luz nos motiva a tiempos de trabajar mucho en el jardín, huerto o campo; cuando el trigo madura, los campos se tornan dorados y la miel escurre en un tambor: es tiempo de descansar y disfrutar ese otro espectáculo que es la cosecha. Al reconectarnos con los ciclos naturales podemos sincronizar de nuevo nuestro equilibrio interno. La naturaleza abre un sendero a una forma de plenitud sin importar tu edad. ¡Anímate a andarlo!

Cada rosa de intenso perfume en su interior cuenta los secretos del Todo”. Rumi.

 

 

“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.

 

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