Durante el invierno aumentan hasta en un 30% las cifras de niños quemados
La académica de la Escuela de Enfermería de la Universidad Católica del Maule sede Curicó, Karen González, entregó recomendaciones para prevenir quemaduras en los niños, accidentes domésticos que afectan a 80 mil niños anualmente.
En el hogar se produce el 90% de las quemaduras que sufren los niños. Para nadie es indiferente que durante la época invernal aumenta el riesgo a sufrir este tipo de accidentes domésticos, debido a que permanecen más tiempo al interior de sus viviendas. Las cifran de Coaniquem son claras: durante los meses fríos, las quemaduras en niños aumentan entre un 25% y 30% en la zona centro sur del país. Y representan, la tercera causa de hospitalización y muerte por trauma.
Según la docente de la Escuela de Enfermería, Karen González, las causas más comunes, corresponden a quemaduras con objetos calientes, como estufas, calefactores, planchas de ropa o para el pelo, y bordean el 42% de los casos. En segundo lugar, están las quemaduras por líquidos calientes, como volcamiento de hervidores, tazas de té y guateros, que alcanzan al 41% de los accidentes.
Anualmente 80 mil niños sufren quemaduras. De ellos, la mitad requiere más de una atención médica, mientras que tres mil deben hospitalizarse debido a su gravedad. Dos tercios de los accidentes por quemaduras, afectan principalmente a menores de cinco años, siendo las manos y extremidades, las áreas más comprometidas.
El mejor tratamiento es evitarlas
Para la experta en quemaduras en área pediátrica y académica de la Escuela de Enfermería de la UCM sede Curicó, Karen González, el mejor tratamiento para las quemaduras es prevenirlas, por ello, entregó recomendaciones, que permitirán evitar este tipo de situaciones.
Identifica seis situaciones de riesgos, que forman parte de la rutina al interior del hogar. La primera se da en la zona de la cocina, donde recomienda que los niños no accedan a ella mientras se preparan los alimentos, además sugiere tener la precaución de que los mangos de las sartenes y ollas, estén siempre hacían dentro.
Durante las comidas, comentó que la mejor opción es servir los alimentos tibios y no mantener en brazos a los niños mientras se manipulen líquidos calientes. En el área del planchado, recomendó hacerlo en un lugar de poco tránsito y ojalá en horario de menos riesgo, cuando los niños no estén en casa.
Respecto a la calefacción, sugirió ubicarlas en lugares de poca circulación, nunca en un pasillo, de preferencia en un rincón. Tampoco se debe colocar líquidos calientes sobre las estufas.
Las últimas dos zonas de riesgo que Karen González identificó al interior de las casas, apuntan al sistema eléctrico y uso del baño. Para el primer caso, propuso mantener los enchufes tapados con los muebles, evitar el uso de alargadores o sobrecargarlos. En el baño, en tanto, sugirió que al realizar el aseo genital en menores que usan pañales, se evite colocar al menor directamente bajo el chorro de agua, puesto que la temperatura sube rápidamente. Además de limitar el uso de dispositivos eléctricos en los baños o durante el baño.
¿Cómo enfrentar las quemaduras?
Una de las dudas que surge al momento de auxiliar a un niño que ha sufrido una quemadura en el hogar, es sobre los cuidados que se deben realizar.
La docente UCM, Karen González dijo que “Si la quemadura se produjo con líquidos u objeto caliente, se debe colocar bajo un chorro de agua fría durante 10 a 20 minutos inmediatamente después del accidente. Esta acción calma el dolor y la inflamación. Además, limpia la zona y limita la extensión y la profundidad de la lesión”, dijo.
La experta comentó que se debe retirar suavemente la ropa de la zona afectada, si se encuentra adherida a la piel, lo recomendable es no retirarla. Además, se debe cubrir al niño con lo más limpio que se tenga a mano, como un pañuelo, sábana o toalla, ya que esto reduce el dolor y mantiene la temperatura corporal del niño para evitar la hipotermia.
“Si la quemadura se produce por fuego, el niño está consciente y puede obedecer órdenes, pídale que se lance al suelo y ruede sobre sí mismo. En el caso de que el niño esté inconsciente, intente apagar el fuego cubriéndolo con frazadas, toallas, mantas o ropas gruesas de lana, o rocíelo con agua”, explicó.
Y agregó que “Lo que nunca se debe hacer es aplicar hielo a las quemaduras, ya que esa acción puede agravar la lesión. Tampoco se debe aplicar alguna sustancia sobre la superficie quemada como antisépticos o tópicos”.
Acudir a un centro asistencial
Uno de los principales factores que se deben considerar para saber cuándo acudir a un centro asistencial es la edad del niño. La docente UCM, detalló que, a menor edad, los riesgos aumentan, otro de los aspectos que se deben considerar es la extensión de la quemadura, la profundidad y su localización. “Las quemaduras que conllevan una mayor gravedad son aquellas que comprenden cara, cuello, manos, pies, genitales, zona perianal y todas las zonas de flexión y las que implican un mayor riesgo de secuelas estéticas y funcionales. A esta se suman, las quemaduras por corriente eléctrica y aquellas con aspecto circular de extremidades, tórax o cuello”, sostuvo.
Respecto a la recuperación de una quemadura, explicó que esto dependerá del tipo de lesión, su profundidad y localización. “Las quemaduras tipo “A” o superficial se caracterizan por simple enrojecimiento de la piel, edema local y es intensamente dolorosa, por lo general una semana es tiempo suficiente para la regeneración de la piel. Las quemaduras “AB”, en tanto, afectan la piel, de manera superficial o profunda y se caracterizan por presentar flictenas o ampollas, y manifestarse con un dolor de tipo variable, dependiendo del espesor comprometido. Y las quemaduras tipo “B” son de tipo profundas, su color es blanco, no duelen, ya que también se han dañado las terminaciones nerviosas y el tiempo de recuperación es variable”, puntualizó.
La prevención de las quemaduras en los niños permite un desarrollo sano e integral. Evitando secuelas invalidantes, funcionales y estéticas, que causarán trastornos psicológicos, sociales-familiares y laborales serios durante toda la vida.
Recomendaciones
Cocina
-Use preferentemente los quemadores de la parte trasera.
-Nunca deje teteras u ollas con contenido en sitios al alcance de menores.
-No saque el hervidor eléctrico de la cocina. Una vez que lo use, vierta el agua sobrante a un termo o elimínela.
-Amarre la puerta del horno cuando no lo esté usando; un niño pequeño es capaz de volcar una cocina si abre y se apoya en su puerta y fije la cocina a la pared.
-Limite el uso de microondas para calentar mamaderas. Y comprobar siempre la temperatura del líquido en el dorso de la muñeca.
Durante las comidas -Evite manteles con bordes que cuelguen en la mesa, prefiera los individuales.
Planchado
-Al terminar la actividad dejar la plancha en un lugar seguro y lejos del alcance los niños. (mueble cerrado y con el cordón enrollado). Al igual que las planchas para el pelo.
Calefacción
-No deje braseros encendidos mientras duerma y sáquelos al aire libre para apagarlos.
-No deje fósforos y encendedores al alcance de los niños.
-Establezca un área de juego en un lugar alejado del calefactor.
-Evite el uso de andadores, estos permiten que los lactantes se acerquen con facilidad y rapidez a lugares peligrosos.
-Idealmente no utilizar guatero. Si no tiene otra opción, este se debe renovar cada invierno. Antes de su uso revise el estado de la goma y el cuello. No usarlo en contacto directo con el cuerpo o los pies; coloque entre las frazadas y retirarlo en el momento en que la persona se acuesta. Llenarlo solo 3/4 de su capacidad con agua y no usar agua caliente recién hervida.
Electricidad
-Mantenga cables y artefactos eléctricos en buen estado.
-Evite el uso de alargadores y de sobrecargar enchufes con “ladrones” de corriente.
-Esconda los cables en los rincones o debajo de los muebles.
-Instalar protectores de seguridad en las tomas de corriente.
El Baño
-Al realizar el baño en tina o bañera, coloque primero el agua fría y luego entibie con agua caliente. Compruebe siempre la temperatura de esta con el codo. y no con la mano, ya que esta es menos sensible a altas temperaturas. Remover el agua antes de sumergir al niño, ya que la distribución del calor puede no ser uniforme y estar más caliente en zonas profundas.