Investigador UCM y la justicia ambiental: “Se encuentra en una etapa frágil”
El académico de la Escuela de Trabajo Social, Dr. Juan Pablo Paredes, en conjunto con un investigador de la ULAGOS, trabajan en una investigación sobre los conflictos ambientales en el sur de Chile, la cual fue presentada en el COES 2022.
Los conflictos socio ambientales han adquirido relevancia en las últimas décadas en Chile y el mundo, tanto por sus nefastos efectos como por la acción de las comunidades que han exigido a las empresas mayor compromiso con el medio ambiente.
Ante esto, el académico de la Facultad de Ciencias Sociales y Económicas de la Universidad Católica del Maule (UCM), Dr. Juan Pablo Paredes, se encuentra colaborando en un paper sobre la temática, en conjunto con el Dr. Alejandro Retamal de la ULAGOS.
“Conflictos socio ambientales y formas emergentes de colectivización territorial en la zona costera del sur de Chile”, es el título del trabajo de ambos académicos, el cual se concentra en Seno de Reloncaví, para dar cuenta de un conjunto de problemáticas que suceden en ese lugar, ligados a temas de acceso y uso del recurso acuático, lo que fue presentado en la conferencia COES 2022.
“Lo que observamos es que a junto con la producción de un conjunto de reclamos ciudadanos, traducidos en movilizaciones sociales y protestas, en relación a algún conflicto en la zona, ya sea por la instalación de alguna planta, del mal manejo del agua o algún conflicto en el territorio por el uso del recurso marino, se están produciendo formas novedosas de construcción de actores colectivos que involucran a la sociedad civil”, comenzó diciendo Paredes.
Y agregó: “Las denominadas formas emergentes de colectivización, dejan ver la dimensión identitaria fuerte que tiene que ver tanto con la pertenencia a ese territorio, que les da una forma cultural común y los dota de una cierta tradición, etcétera. Pero también de la causa misma que defienden, la cual define a un conjunto de actores contrarios a la causa, es decir, define un campo identitario que marca la presencia de los actores territoriales y los que están a favor de la implementación de una planta, por ejemplo, o la de una termoeléctrica. Además, despliegan repertorios comunes y se organizan de manera colectiva, reforzando el elemento identitario”.
Sin embargo, de manera complementaria la configuración identitaria, la existencia de reclamos y repertorios colectivos y una organización común, el investigador de la Escuela de Trabajo Social, sede Curicó, indicó que el principal hallazgo que han tenido es que estos grupos de personas proponen una “sensibilidad diferente”, teniendo respeto por el mar y el medio ambiente en general, que la proyectan en formas de educación popular o difusión, pero que no llega a la lógica de un proyecto ecológico. “Es algo más difuso y metamorfo que un proyecto”, sostuvo.
“Uno de los hallazgos interesantes que hemos logrado observar es que estos grupos promueven una sensibilidad, un acercarse a un estar en el mundo, en su localidad, en su conflicto, sin que se traduzca en un proyecto definido ni único. Proponen algo distinto de lo que estamos acostumbrados, al del modo neoliberal de vida que llevamos hasta el momento, pero sin definir con claridad sus contornos”, enfatizó.
Problemática nacional
Comunas como Quinteros, Petorca o Ránquil, entre otras, se han vuelto importantes en la contingencia nacional por sus problemas medioambientales, ya sea por contaminación o sequía, lo que ha perjudicado a la salud de sus habitantes.
Debido a lo anterior, el Dr. Paredes es crítico ante la falta de políticas públicas que regulen este tipo de problemáticas.
“El tema de la justicia ambiental en Chile es complicado, no existe una política marcada ni definida. Algo así estaba muy presente en la propuesta constitucional, había todo un capítulo medioambiental, donde se trataba de manera directa la justicia ambiental, sin embargo, tal propuesta fue rechazada”, sostuvo el académico de la UCM.
“La justicia ambiental en Chile, es muy precaria, sigue estando muy anclada a como se articulan ciertos tipos de actores y al alcance que puedan tener en los territorios. Me atrevería a decir que la justicia ambiental se encuentra en una etapa frágil y que necesita profundizarse. Nos hemos perdido una gran oportunidad de reforzar los criterios de justicia ambiental”, complementó.