El estudio realizado en el marco de la tesis de pregrado y guiado por la académica Dra. Paula Ceballos midió la violencia laboral percibida en la unidad de urgencias. Es la primera vez que se realiza una investigación de este tipo en un centro médico privado.

“Al ver los números de la investigación que hizo la Universidad Católica del Maule, fue súper impactante porque nos mostró a nosotros como profesionales que, efectivamente, hay un problema”. Son las palabras de Evelyn Muñoz Carimán, enfermera de la directiva del sindicato de la Clínica Indisa de Santiago donde un grupo de alumnos de la Escuela de Enfermería UCM -carrera acreditada por 6 años- midió la percepción de violencia que tienen los trabajadores de la unidad de urgencias.

El estudio, pionero para un centro asistencial privado, determinó que el 53,4 por ciento de los profesionales de la salud y funcionarios administrativos de esta área de la clínica, perciben violencia verbal. Las agresiones derivan, principalmente del paciente (70,9 por ciento) y de algún un integrante del equipo de trabajo (16,4 por ciento).

Sin embargo, la violencia verbal no es la única que está presente, el 10,7 por ciento ha percibido violencia física, el 18,4 por ciento acoso laboral y el 4,9 por ciento violencia sexual.

La académica Dra. Paula Ceballos, quien dirigió la investigación que también tuvo contribuciones del académico Derby Muñoz de la Universidad de Costa Rica; explicó que, en definitiva, todos los tipos de violencia están presentes y no descartó “Una cifra negra porque la gente normaliza muchas situaciones violentas”, sostuvo.

Este análisis es compartido por los empleados de la Clínica. “Uno se da cuenta de ello (de la normalización de la violencia) y este estudio también ha ayudado a que se entienda que no es normal que, al pedir un servicio, nos tengan que agredir”, manifestó Evelyn Muñoz, enfermera de Indisa.

Protocolo

El equipo investigador conformado por los estudiantes Natali Almuna, Felipe Espinoza, Amanda González y Connie Salgado, socializó los datos obtenidos con los trabajadores y las autoridades del centro médico, algo que fue valorado pues, desde 2018, ya habían identificado que existían este tipo de situaciones.

“A la institución les mostró que hay que hacer algo con este problema y ver qué seguridad nos van a entregar”, indicó Muñoz. Por lo anterior y, teniendo en cuenta que los datos del estudio arrojaron que, en gran medida, las agresiones provenían de pacientes y familiares; la empresa redactó un protocolo de acción para estos casos, el cual fue trabajado en conjunto con el sindicato de la empresa.

Además, se realizó la difusión de los procesos ya existentes para situaciones de acoso laboral o violencia a nivel interno, los cuales no eran del todo conocido por los funcionarios. “El estudio también hablaba de que el personal percibía violencia por pares o jefes, entonces se publicó el protocolo ya existente porque las personas no sabían lo que tenían que hacer, es más, desconocían que hay un protocolo”, explicó Muñoz.

La académica Dra. Paula Ceballos valoró el hecho de que un estudio de pregrado haya generado cambios positivos al interior de una organización. “Si bien nos interesa generar nuevo conocimiento y publicarlo, me genera una gran satisfacción el hecho de que lo que nosotros investigamos aporte a mejorar la calidad de vida de los trabajadores. Es gratificante el aspecto académico y también el hecho de que generen un nuevo protocolo porque esto indica que las personas van a tener un mejor ambiente laboral gracia a nuestra investigación”, expresó.