Un grupo de nueve personas de Talca comenzaron a atenderse gratuitamente gracias al Programa de Reparación y Atención Integral en Salud en la Escuela de Kinesiología de la UCM. Desde 2012, la Institución es la única en la que región que continúa atendiendo a esta población y a sus hijos.

Con el apoyo de docentes y estudiantes, nueve personas que fueron víctimas directas o indirectas de violaciones a los derechos humanos, comenzaron un proceso de rehabilitación kinésica gratuita en le Escuela de Kinesiología de la Universidad Católica del Maule (UCM).

Los beneficiarios forman parte del Programa de Reparación y Atención Integral en Salud (Prais) del Servicio de Salud del Maule (SSM) que junto con la Escuela y la Organización Movimiento, conformada por estudiantes de la misma, mantienen una alianza desde el 2012.

Los pacientes, quienes presentan, predominantemente, problemas músculo esqueléticos y secuelas de fracturas; son evaluados y reciben 10 sesiones de terapia guiada por docentes de la carrera en la que participan alumnos de tercero y cuarto año, además de voluntarios de los primeros años de la carrera.

Sergio Crisóstomo, académico de la Escuela de Kinesiología UCM y quien coordina la iniciativa, explicó que esta involucra el fomento del espíritu de servicio en todos los niveles de formación. “Queremos agradecerles por darnos la oportunidad de ayudarlos. Fueron personas maltratadas por el Estado y esto es como una vuelta de mano desde el punto de vista positivo. A través de nuestro quehacer, tratamos de asistirlos y brindarles la mejor atención posible”, expresó.

Espíritu de servicio

Carlos Becar, presidente de la Organización Movimiento, aseguró que “A pesar de que la rehabilitación tiene un enfoque kinésico, hemos evidenciado que se ve afectado positivamente la parte emocional y esto es manifestado por las mismas personas que asisten al programa”.

El estudiante también valoró el hecho de la iniciativa también ha beneficiado a sus compañeros como futuros kinesiólogos. “Nos ha servido para sensibilizar y tomar conciencia sobre las consecuencias de haber vivido en dictadura. Esto influye directamente en nuestro desarrollo como profesionales en formación, debido a que el efecto se verá en el ejercicio de nuestra profesión en la forma que abordaremos a nuestros pacientes”, afirmó.

Becar añadió que “Esto nos establece como profesionales más que íntegros, inclusivos, tomando en cuenta que nos hace conscientes no solo sobre temas como la discapacidad, sino que también nos empodera al darnos cuenta que nuestro ejercicio profesional también es un método de acción social”, sostuvo.

Es importante destacar que la actividad ha impactado no solo en los estudiantes en sí, sino que, en aspectos del ejercicio profesional, ya que al ver los resultados se ha ingresado a los kinesiólogos dentro del programa.