“Ingreso Mínimo Garantizado” no alcanza para vivir y no apunta a reducir la desigualdad
Principal problema en el modelo económico chileno.
Entre la propuesta de “Agenda Social” realizada por el gobierno del presidente Sebastián Piñera, se encuentra la creación de un Ingreso Mínimo Garantizado de $350,000 mensuales, tema que es analizado por la académica de la Facultad de Ciencias Sociales y Económicas de la Universidad Católica del Maule (UCM) y doctora en economía Haydée Fonseca, quien explica ¿qué significa y para qué alcanza este monto?
Primero, comentó la experta de la UCM, debemos tener presente que no se trata de un aumento del salario mínimo, sino más bien un subsidio. “Esta diferenciación es relevante pues implica que no será asumido por las empresas (sino por el gobierno) y que no es imponible. Según el anuncio, dicho subsidio estatal estará dirigido a los trabajadores y las trabajadoras que se encuentran en el rango etario de los 18 a 65 años, que perciban el salario mínimo ($301,000) o hasta $370,000 brutos por mes y que pertenezcan al 90% de los hogares más vulnerados”, detalló.
El monto máximo del subsidio es de $49,000, continuó la economista, lo que representa un ingreso adicional diario de $1,633. Por otra parte, señaló Haydée, “El subsidio es equivalente al 20% del salario mínimo líquido. Es decir, realmente no es un aumento menor en los ingresos familiares, sin embargo, sigue sin ser suficiente para asumir los gastos mensuales, razón por la cual los/las trabajadoras deben buscar otras fuentes de ingreso adicionales”, afirmó.
Gastos mensuales
A modo de ejemplo, la experta detalló que “Suponga que usted gana el salario mínimo, la renta líquida que recibirá será de 301 mil pesos –valor a contar del 01 de marzo de 2019 del salario mínimo bruto, equivalente a 45 horas semanales de trabajo- a lo que debemos restar la AFP el monto de 33.501 pesos -10% más comisión que varía según la administradora, promedio 1,13%-, restar el Seguro Social (Fonasa o Isapre) por un monto de 21,070 pesos -7%-. Además, se deben restar otros descuentos como son seguro de cesantía, lo que nos da un resultado de 246.429 pesos, y más el subsidio anunciado de 49.000 pesos nos da un resultado de 295.429 pesos”.
La pregunta natural que surge, agregó la doctora en economía, es si dicho monto se ajusta para asumir los gastos mensuales. “Para una persona sin carga, una posible distribución de sus gastos sería 36.400 pesos en transporte -1.400 pesos diarios por 26 días al mes-, 42.840 pesos para la canasta básica de alimentos –monto oficial a enero 2019 del Ministerio de Desarrollo Social-, 39.000 pesos los servicios básicos y 177.189 pesos para alquiler de habitación –costo real ronda los 250.000 pesos mensuales-”, refirió.
“Cabe destacar que las cifras de todos los ítems señalados en el ejemplo están muy por debajo del promedio de gastos reportados en la Encuesta de Presupuestos Familiares realizada por el INE. Note que aún con estas bajas cifras, quedan fuera ítems importantes como Vestuario y Calzado, Salud, Educación, Ocio, y Deudas. Concluimos que el ingreso mínimo garantizado no alcanza para vivir”, afirmó Haydée Fonseca.
Sobre la realidad económica de una familia promedio chilena, con algunos gastos compartidos, la académica indicó que “En Chile, la familia promedio es de 4.43, para nuestro ejercicio asumamos cuatro integrantes, de los cuales dos reciben el ingreso mínimo garantizado. La remuneración después del subsidio es de 590.858, a lo que debemos restar 171.360 pesos por concepto de canasta básica de alimentos, 109.200 pesos en transporte, 50.000 pesos en servicios básicos, 200.000 pesos en alquiler de habitación y 60.298 para vestuario y calzado. Si bien ahora se logra incorporar el ítem de Vestuario y calzado, siguen quedando fuera ítems claves: Salud, Educación, Ocio, y Deudas”, sentenció.
Si en lugar de dos personas carga fueran tres, agregó la experta -lo cual suele ser común entre las familias más empobrecidas-, la situación familiar estaría muy vulnerable. “Según lo establecido en el Informe del Ministerio de Desarrollo Social titulado Valor de la Canastas Básica de Alimentos y Líneas de Pobreza-2019, la línea de pobreza (a precios de enero 2019) para una familia de cinco integrantes es de $570,742, lo cual es ligeramente inferior a los $590,858 que representan dos ingresos mínimos garantizados”, expuso.
Dado que el ingreso mínimo garantizado sigue representando un salario de subsistencia, expresó Haydée Fonseca, “Dificulta a las familias vulneradas la posibilidad de invertir en recursos de capital (físico y humano) que le permita mejorar su condición de vida y la de su próxima generación. Asimismo, se deberá tener mucho cuidado sobre cuál será la fuente de financiamiento del subsidio. Como es un gasto que será asumido por el gobierno significa que será financiado con el pago de impuestos, lo cual impactaría en términos de disminuir los niveles de desigualdad solo bajo un esquema tributario progresivo. De igual forma se deberá monitorear que este nuevo beneficio no implique la eliminación de algún otro beneficio efectivo ya existente”, cerró.