Huilquilemu UCM abre sus puerta en el Día del Patrimonio Cultural
A las 15:00 horas se inicia procesión hacia el patio interior de la casona, para honrar a la Virgen de Huilquilemu, con cantos, danzas y payas de poetas populares.
El domingo 27 de mayo, la Villa Cultural Huilquilemu de la Universidad Católica del Maule realizará variadas actividades festivas por el Día del Patrimonio. Las puertas se abren a las 13:00 horas con muestras de artesanías y comida típica, preparada por los vecinos.
Los asistentes que recorran el recinto patrimonial, podrán admirar la belleza arquitectónica de la casona de adobe y tejas, transitar por sus patios y el parque exótico del siglo XIX. Este monumento histórico, está a la espera de la restauración y por eso, permanece cerrado durante el año.
En el programa destaca la procesión de la “Virgen de Huilquilemu” a las 15:00 hrs. La antigua imagen de la Virgen será llevada hasta el patio interior en compañía de oraciones, cantos, payas de poetas populares y danzas en homenaje y veneración de la Madre de Jesús.
Horacio Hernández, encargado de la Villa Cultural de la UCM, señaló que “En el Día del Patrimonio realzaremos en fiesta común y familiar, la memoria religiosa de la Virgen de Huilquilemu, patrimonio de la fe popular, cristiana y católica de la localidad, fiesta a la que todos estamos invitados”, dijo.
Cabe señalar que, durante más de 30 años, en el oratorio del museo, muchos lugareños le rezaron a la imagen de la Virgen, hasta el terremoto de 2010, el que obligó a guardarla en depósito sin acceso al público. Ahora, podrá ser vista por los presentes.
Virgen de Huilquilemu
La imagen llegó al museo desde la parroquia de Nuestra Señora de Fátima por iniciativa de la profesora Aurelia Baeza Quezada, a fines de la década del 70. Su llegada causó gran impacto a los que la recibieron, por la conservación deficiente, y el deteriorado del vestuario. Por eso, con dedicación se hizo un primer proceso de restauración.
Después, Hernán Correa de la Cerda encargó hacer un nuevo vestido, confeccionado por las vecinas Inés y Graciela Romero, quienes tenían un taller de costura y dominaban el oficio. Realizada la nueva prenda, la señora Olivia Díaz Donaire, hizo el bordado que luce hasta hoy el vestido de la Virgen; mientras que el bordado del manto, lo hizo Fidelina Molina. Ambas prendas están decoradas con flores de hermosos colores.
La Virgen es una pieza religiosa de gran valor y significado, artístico, histórico y religioso. Es una talla de madera policromada, cabeza y manos, junto al armazón para vestir; escultura que posee una estructura de madera, soporte para la vestimenta, lo que denota antigüedad, probablemente de fines de la Colonia, siglo XVIII o principios del XIX.
La tradición oral y local suscitó la veneración temprana de la imagen de la Virgen de Huilquilemu, comentó Hernández, tal como se cultiva la devoción en los campos.