Histórica baja de participación femenina en mercado laboral maulino
Aunque la participación de mujeres en el mercado del trabajo ha crecido en los últimos años, la crisis sanitaria frenó este proceso. En el caso de la región del Maule las cifras son reveladoras: en un año la tasa de participación femenina cayó diez puntos, según datos de la Encuesta Nacional de Empleo (ENE).
Así lo reveló un análisis de estos datos realizado por Sebastián Fuentes, sociólogo del Observatorio Laboral del Maule-Sence, proyecto ejecutado por la Universidad Católica del Maule. De esta manera, precisó Fuentes, los datos indican que para el trimestre diciembre-febrero del año 2020, situación pre pandemia, el porcentaje de la tasa de participación laboral femenina marcó 47,5%, mientras que en el mismo trimestre diciembre-febrero para el año 2021, ya en situación post pandemia, el porcentaje de participación laboral femenina marcó un 37,6%.
“Como referencia, agregó el profesional, el último trimestre medido por la ENE fue marzo-mayo de 2021, marcando 35,9% la ocupación de mujeres y un 60,3% en hombres, llegando a históricos porcentajes de baja ocupación femenina tanto a nivel nacional como regional”, precisó.
El efecto de la pandemia también puede ser revisado en la tasa de desempleo. Para el trimestre diciembre-febrero del año 2020, la desocupación en mujeres alcanzó una tasa de 6,7, mientras que, en comparación al mismo trimestre, pero de 2021, la tasa marcó 8,2. En el último trimestre en medición, marzo-mayo 2021, la tasa de desempleo marcó 9,1 en mujeres y 7,0 en hombres. Finalmente, otro indicador que evidencia los efectos de la pandemia es la tasa de inactividad.
Tomando como referencia el trimestre diciembre-febrero de 2020, la tasa de inactividad en mujeres fue de 49,1, mientras que, para el mismo trimestre en 2021, la tasa marcó 59,1. En el último trimestre en medición marzo-mayo de 2021, la tasa de desocupación en mujeres alcanzó 60,5 y 35,1 en hombres, lo que denota que la inactividad es el doble para el caso de mujeres y que la pandemia de COVID-19 afectó de mayor manera a mujeres en el mercado laboral.
Medidas pro-empleo
Respecto a este panorama, la directora regional de Sence, Alejandra Harrison, se manifestó muy preocupada por las cifras, e informó que existen una serie de beneficios orientados a fomentar el empleo, como el Subsidio al Nuevo Empleo y el IFE Laboral.
“A través del Subsidio al Empleo hemos beneficiado a más de 50 mil personas en la región, es decir son 50 mil nuevos empleos que se crearon y se beneficiaron a 6.372 empleadores”. Respecto a otros incentivos permanentes de Sence, indicó que “se han inyectado recursos desde el 2019 hasta el primer semestre de este 2021 a un total de 63.201 personas por medio de los Bonos Trabajo Mujer y Subsidio al Empleo Joven”. A esto se suma la colocación de 8.572 personas a través de las Oficinas de Intermediación Laboral (OMIL), donde un gran porcentaje han sido puestos ocupados por mujeres.
Desafíos para enfrentar la brecha laboral de género
Sebastián Fuentes recordó que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publicó en julio del presente año el informe “Igualdad de género en Chile, hacia una mejor distribución del trabajo remunerado y no remunerado”. En el documento la organización recomienda fortalecer el sistema de cuidado infantil y reforzar alternativas de teletrabajo para una asignación más equitativa de tiempo y responsabilidades entre hombres y mujeres. Además, añadió el sociólogo del OLM, la OCDE sugiere aumentar la participación de la mujer en el mercado laboral por medio de promover su presencia en puestos de liderazgo, como también fomentar en las niñas el interés por carreras no tradicionales en ciencias, tecnología y matemáticas.
En ese sentido, explicó Fuentes, se suman medidas que identifican los nudos críticos que la pandemia COVID-19 ha dejado al descubierto. “De esta forma se propone facilitar el acceso de hogares vulnerables, especialmente monoparentales, a beneficios y programas de seguridad social que permitan a las mujeres retornar o ingresar al mercado laboral formal y prevenir inactividad y exclusión de mujeres de mercado laboral formal, flexibilizando jornadas laborales”, detalló el profesional.
A su juicio, lo anterior propone grandes desafíos para las empresas, los investigadores y los organismos gubernamentales encargados de las políticas públicas y laborales, para enfrentar este retroceso en materia de incorporación de la mujer en el mercado laboral.