“El gabinete es la cristalización de una época en la cual la querella de las mujeres (…) se traduce en la demanda por formar parte de los espacios públicos y de poder” - Universidad Católica del Maule
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“El gabinete es la cristalización de una época en la cual la querella de las mujeres (…) se traduce en la demanda por formar parte de los espacios públicos y de poder”

“El gabinete es la cristalización de una época en la cual la querella de las mujeres (…) se traduce en la demanda por formar parte de los espacios públicos y de poder”
8 Feb 2022

En entrevista, el Dr. Javier Agüero, director del departamento de Filosofía de la Universidad Católica del Maule, realizó un análisis sobre el simbolismo del gabinete del próximo gobierno que regirá a partir del 11 de marzo, por lo que los 24 ministros y cada uno de sus subsecretarios fueron designados, donde se marcó una tendencia debido a que la mayoría de sus integrantes pertenecientes a los partidos del pacto Apruebo Dignidad.

¿Cómo podría describir el simbolismo del gabinete del Presidente electo que regirá a partir de   marzo?
Todo momento histórico-político que pretende ser excepcional requiere de una simbología a la base que le permita, de la manera más evidente posible, superar la anterior y, entonces, proveerse de un relato.
El actual gabinete el cual, sin duda, partió con un manejo del ‘timing’ simbólico y estético muy potente, bien organizado e impecablemente pauteado. Los elementos son muchos, nombraremos solo algunos. Partamos por la presencia de 14 mujeres por sobre 10 hombres que componen el equipo de Gabriel Boric. En este sentido, el gabinete es la cristalización de una época en la cual la querella de las mujeres (de larga data) de cara a la discriminación histórica a la que han sido sometidas y que se traduce en la demanda por formar parte de los espacios públicos y de poder, alcanza una expresión inédita en la historia de Chile. No solo son mayoría, sino que ocupan cargos de extrema relevancia.

¿Cómo evalúa el simbolismo de las mujeres en los ministerios?
Particularizo el caso de Izkia Siches como Ministra del interior. Una persona de un enorme talento, poseedora de un manejo excepcional de los tiempos políticos y a quien Boric le debe, a mi juicio, gran parte del triunfo en segunda vuelta y que lo llevó a ser Presidente de la República electo.
Lo mismo con Camila Vallejo. Lo que simboliza Camila, a mi juicio y más allá de ser mujer, es la partición del Partido Comunista en dos generaciones, o lo que podríamos llamar dos “almas”. Sin duda ella está más cerca de su generación y de Boric que del PC representado por Teillier o Jadue. Si realmente se sigue sintiendo comunista pues bueno, al menos es una comunista-feminista; una comunista millennial de nueva generación. En buena hora por lo demás.
Me parece muy importante también la figura de Maya Fernández como Ministra de Defensa. Primero, y más allá de sus enormes capacidades, al ser nieta del Salvador Allende se reivindica simbólicamente a alguien que se inmoló a propósito de la barbarie militar. Allende es una figura histórica con resonancia mundial, y el hecho de que su nieta sea responsable de la cartera de Defensa, tiene una carga simbólica tremenda. Ella es el poder civil por sobre el castrense. Si entendemos que éste último fue el responsable de la tragedia chilena en un momento de enajenación brutal, ella parece ser la reconciliación de dos mundos que, al menos hasta ahora, solo se encontraban unidos por la tragedia: el poder civil y el poder de las fuerzas armadas. De alguna manera Maya trae de vuelta a Allende a la arena política contingente.
Estos son solo algunos ejemplos de muchos de los arrastres simbólicos que trae el nuevo Gabinete.

¿Cómo cree que será la recepción de la gente al nuevo Gobierno?
Esta es la generación política joven más exitosa en la historia de Chile, quizás únicamente comparable con la de la independencia en términos etarios y de influencia. Es casi esquizofrénico, parece que fue ayer que Vallejo, Jackson y Boric andaban con un megáfono en las calles gritando consignas por una educación pública, gratuita y de calidad. Todo lo han logrado en 10 años y elección a la que se han presentado la han ganado. El promedio de edad del equipo es de 49 años y hay 7 que tienen entre 32 y 39, es decir algo realmente excepcional. En este sentido, y después de 30 años en que la Concertación y la derecha, representada por circunspectos caballeros y damas de traje de dos piezas, se repartieron el poder a diestra y siniestra amparados por un sistema binominal que atravesó gran parte de estas mismas últimas tres décadas, esta generación es viento fresco, un caleidoscopio lleno de matices, paritario, preparado y con una gran inteligencia política al mismo tiempo. Pienso que la gente le ha dado la bienvenida a estas/os políticas/os de nueva estirpe épocal y, en este primer tramo de la puesta en escena, con la que arranca cualquier momento fundacional, entran por la puerta ancha de la historia.
Es justo decir en esta línea que Mario Marcel en Hacienda, de alguna u otra forma, equilibra esta excepción generacional muy politizada, pero, al parecer, alejada de la tecnocracia. Marcel es el punto de inflexión que indica el camino real, el posible y no el que se sueña. Él es una suerte de enclave concertacionista, del viejo orden, esto es cierto, no obstante, su presencia es ponderación al interior de la vorágine de lo novedoso.

¿Cómo cree que será el trabajo del Presidente electo y sus ministros ante posibles manifestaciones y negociaciones que deban hacer con diputados de oposición?
Ahora bien, la magia se acaba. La luna de miel no es eterna y en algún momento, cuando pase el embeleso y el encantamiento, esta pandilla juvenil deberá hacerle frente a la realpolitik; esto significa negociar, hacer lobby (ya sabemos que no hay mayoría en el congreso y obviamente esto implica persuasión y búsqueda de consensos), a irremediablemente tener que reprimir manifestaciones que se desmadren, quizás contra su propia voluntad y siéndoles infiel a su pasado callejero –entiéndase el contexto en que se utiliza esta palabra por favor– en el que el discurso se radicalizaba y el enfrentamiento contra las fuerzas de orden público era periódico, en fin. Son parte de los desafíos que vienen y frente a los cuales se necesitará mucho talento. El programa de gobierno deberá ser negociado punto por punto, y todo aquel o aquella que piense que se desplegará de un jalón teniendo la venia completa de los diferentes sectores políticos, “está fumando opio” como decía algún viejo estandarte por ahí.
De todas formas, en lo personal, tengo fe en esta generación, han traído renovación y la instalación seria y planificada de temáticas que antes se abordaban por pura buena crianza y en el plano únicamente discursivo, me refiero a la problemática de género (que excede por mucho la paridad), el medioambiente, los derechos humanos, la densificación de un tejido social sobre el que se impulse el crecimiento económico, etc.
La juventud no asegura ni éxito ni fracaso; es un dato importante más no el determinante. El arte de la política se da en la arena política misma y ahí es donde veremos cuánto pesa cada quien.
Por mi parte pongo las fichas en este primer Gabinete de Gabriel Boric.

“Las opiniones vertidas en la presente entrevista son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.

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