FILOSOFÍA ANALÍTICA: ¿QUÉ ES Y QUÉ PROBLEMAS ABORDA? FILÓSOFO UCM REFLEXIONA AL RESPECTO - Universidad Católica del Maule
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FILOSOFÍA ANALÍTICA: ¿QUÉ ES Y QUÉ PROBLEMAS ABORDA? FILÓSOFO UCM REFLEXIONA AL RESPECTO

FILOSOFÍA ANALÍTICA: ¿QUÉ ES Y QUÉ PROBLEMAS ABORDA? FILÓSOFO UCM REFLEXIONA AL RESPECTO
18 May 2023

Entrevista con el Dr. Esteban Céspedes, académico del Departamento de Filosofía de la Facultad de Ciencias Religiosas y Filosóficas de la Universidad Católica del Maule.

La filosofía analítica es una tradición filosófica que se caracteriza por desentrañar los problemas filosóficos mediante el análisis riguroso de los conceptos, la clarificación de los argumentos y la precisión en el uso del lenguaje. Sin duda, ha tenido un impacto significativo en muchos campos, incluyendo la filosofía del lenguaje, la filosofía de la mente, la epistemología y la ética, generando debates y discusiones fructíferas en torno a problemas fundamentales como la naturaleza del significado, la relación entre el lenguaje y el pensamiento, la naturaleza de la conciencia y la realidad de los valores morales.

Pero, ¿cuáles son los problemas filosóficos más interesantes o actuales que aborda la filosofía analítica? ¿Cómo podemos diferenciarla de otras tradiciones filosóficas? ¿Cómo adentrarnos en la filosofía analítica? El Dr. Esteban Céspedes, académico del Departamento de Filosofía de la Facultad de Ciencias Religiosas y Filosóficas de la Universidad Católica del Maule, reflexiona al respecto en esta #EntrevistaUCM.

Céspedes es licenciado en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y doctor en Filosofía por la J.W. Goethe-Universität Frankfurt a.M. Además, es investigador asociado del Instituto de Sistemas Complejos de Valparaíso y del Centro de Estudios en Filosofía, Lógica y Epistemología de la Universidad de Valparaíso.

Profesor, ¿Cuál es su definición de filosofía analítica y cómo se diferencia de otras corrientes filosóficas

Más que una corriente en particular, la filosofía analítica suele estar asociada a un conjunto de métodos y formas de hacer filosofía que se caracterizan por la búsqueda sistemática de definiciones conceptuales y del planteamiento claro de problemas filosóficos. Podríamos decir entonces que, en general, las formas de hacer filosofía que no están basadas en este tipo de vías u objetivos no serían parte de la filosofía analítica.

De todas formas, la denominación “filosofía analítica” se enmarca históricamente como una tradición que está fundada con las cuestiones lógicas y lingüísticas que plantearon Frege, Moore, Russell y Wittgenstein, así como también con el trabajo hecho por los miembros del Círculo de Viena. Ahora, tenemos también la llamada filosofía postanalítica, que mantiene los aspectos sistemáticos, pero a la vez pone en crítica la viabilidad de que los análisis conceptuales sean capaces de reducir en sentido estricto los conceptos a los que apuntan. Tomando en cuenta esto, es difícil demarcar exactamente qué perspectivas serían opuestas en la actualidad a los métodos analíticos. Como decía, se trata más de lo metodológico. En sus inicios la tradición analítica se oponía a posturas como el idealismo o la fenomenología, pero estos días es común ver tratamientos analíticos de tesis idealistas y fenomenológicas.

Y en esa línea, ¿podría explicarnos algunos de los problemas filosóficos más interesantes o actuales que aborda la filosofía analítica?

En términos generales, la filosofía analítica aborda actualmente problemas en áreas clásicas de la filosofía, como la metafísica o la ética, y también en campos nuevos abiertos por los avances científicos, culturales y políticos.

Creo que un gran desafío actual es el de conciliar los métodos reductivos con la irreducibilidad de ciertas nociones. Es decir, sabemos que no basta con los análisis reductivos, pero tampoco podemos quedarnos en la irreducibilidad total. Este problema general y abstracto toma formas más concretas en ramas como la filosofía de la mente, el estudio del significado y la filosofía de las ciencias. Por ejemplo, tomando en cuenta la filosofía de la mente y el aporte que puede hacer a las ciencias cognitivas, no basta con argumentar que hay aspectos de lo mental que son irreducibles. Es necesario dejar también en las definiciones el espacio abierto a las explicaciones reductivas con las que han logrado grandes avances disciplinas como la neurobiología, la neurociencia computacional o la informática.

¿Cuál es su opinión sobre la importancia de la filosofía analítica en la sociedad actual? ¿Cree que es relevante para la solución de problemas cotidianos?

Claro, un análisis filosófico sistemático de una situación ética concreta, por ejemplo, puede ayudarnos a resolver un problema práctico. Algo importante, de todas formas, es que esto no quiere decir que en casos así la solución ocurra en el plano teórico. Con “solución práctica” quiero decir “acción”. Por supuesto, el análisis no es el que resuelve el problema práctico, pero ayuda mucho a actuar bien.

Otra área asociada a lo cotidiano es la de las cuestiones económico-políticas. Un buen análisis filosófico nos puede ayudar a considerar críticamente tanto las posturas reduccionistas como las totalitarias, o las que están basadas en ideas que por definición son irreducibles. Toda ideología tiene sus propios elementos irreducibles y sus principios de reducción.

¿Podría compartirnos algún trabajo o investigación que haya realizado y que considere relevante dentro de la filosofía analítica?

El año pasado publicamos con Peter Baumann (Swarthmore College) un artículo sobre contextualismo causal, donde proponemos una forma de hacer compatibles enunciados simples del tipo “C causa E” con enunciados causales más complicados que consideren varios factores alternativos*. Y con Miguel Fuentes (Santa Fe Institute) estamos terminando un trabajo en el que abordamos el problema de la semiosis ilimitada, en términos básicos, la cuestión de cómo ponerle estabilidad a las secuencias aparentemente interminables de interpretaciones.

En estos dos trabajos nos hacemos cargo de diferentes maneras de lo que señalaba antes, o sea de cómo compatibilizar lo irreducible con lo reducible en un mismo análisis.

¿Cuál es su visión sobre la formación y enseñanza de la filosofía analítica y cómo se puede motivar a los estudiantes a interesarse en esta tradición filosófica?

Además de mediante la lectura, creo que la filosofía analítica puede ser muy fructífera y puede disfrutarse mucho en discusiones donde podamos tomarnos el tiempo de revisar argumentos de manera cuidadosa y progresando con claridad. No se trata de quién sabe más cosas ni de repetir lo que dicen lxs autorxs reconocidxs, sino de estudiar los argumentos expuestos y someterlos a un análisis honesto que busque la claridad y nuevas perspectivas. Esto es a prueba de palabrería y a prueba de dogma, pero también a prueba de la flojera intelectual (presente aún en parte de la tradición analítica) de no atreverse a estudiar planteamientos que en principio podrían parecer vagos, oscuros o complejos.

Finalmente, ¿qué recomendaciones daría a aquellos que quieran profundizar en la filosofía analítica o seguir una carrera en esta área?

Encuentren un problema que les asombre, vean formas de plantearlo claramente y formas creativas en que podría ser atacado, manteniendo la ambición de avanzar en coherencia y generalidad, de contribuir a la teoría, pero sin caer en la pretensión de lograr una respuesta que esté absolutamente libre de nuevas inquietudes.

 

Clic en el enlace para conocer más sobre el trabajo del profesor Céspedes: https://sites.google.com/site/stbncspds

 

* http://philsci-archive.pitt.edu/20689  /  https://doi.org/10.1007/s10516-022-09622-6

 

Crédito: Facultad de Ciencias Religiosas y Filosóficas de la UCM.

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