Empresas obligadas a invertir y realizar transformaciones en procesos productivos

A siete meses de la entrada en vigencia de la Ley de Etiquetado de los Alimentos, como era de esperar ha causado un sinfín de reacciones y posturas entre los distintos sectores involucrados.

Esta iniciativa que busca modificar los hábitos alimenticios en la población, con la finalidad de reducir los altos índices de sobrepeso y obesidad que registra el país, ha logrado llamar la atención de las personas, quienes según revelan varias encuestas y estudios han acusado cambios en su conducta y decisión de compra.

Puntualmente sobre la realizada por el Centro de Investigación In Situ Chile, que asegura que un 41% de las personas admite haber modificado sus hábitos alimenticios tras la nueva Ley, el Dr. Cristián Adasme, académico de la Facultad de Ciencias Sociales y Económicas (FACSE) de la U. Católica del Maule (UCM) tiene su postura.

“Marca una tendencia que la gente le pone atención a la etiqueta, empiezan de a poco a cambiar hábitos y a hacer reconocimiento de productos”, agregando que “es algo importante, en el sentido hacia la bajada a la familia, a los niños”, sostuvo.

Alerta empresarial

El Dr. Adasme asegura que algunas empresas ya están realizando cambios en sus procesos productivos motivados por el impacto generado en sus ventas, aunque también aclara que hay varios casos en que efectivamente están invirtiendo recursos en maquinarias que mejoren los procesos que permitan bajar la densidad de los productos.

“El etiquetado impacta a quienes toman la decisión positivamente desde la perspectiva que deben dejar de consumir alimentos con alta densidad o ultra procesados, por otra parte la empresa se ve afectada y reacciona a esta situación”, señaló el académico UCM.

Lo anterior puntualmente se pudo apreciar en la reciente campaña impulsada por la Asociación de Alimentos y Bebidas (AB Chile) con reconocidos rostros televisivos, en que se hace alusión a la porción y no a la calidad.

“Las empresas deben hacer las modificaciones y transformaciones necesarias para su proceso productivo, y eso significa invertir. Hay empresas que se toman el tema en serio, mientras que otras no”, enfatizó Adasme, quien agregó que “ellas están obligadas, si nosotros como consumidores cedemos, volvemos a lo que teníamos, lo cual impacta en obesidad prematura, enfermedades no transmisible como hipertensión, diabetes y así sucesivamente. Por ende, población joven enferma, genera un mayor gasto al Estado en definitiva, lo que genera un efecto dominó”.

De todas formas el experto UCM aclaró que “la Ley es una política pública, y por ende, va a tener procesos de evaluación constante, que obviamente generan un shock, pero no sé que pasará a mediano plazo”, añadiendo además que por ejemplo “quedan muy pocos colegios en los que se venden productos con alta densidad energética, eso porque los casinos se arriesgan a que los puedan multar. Hay que aprender a alimentarse más sano y las empresas deben entender esa lógica”.

Por último, reflexionó “hay empresas que se han preocupado del tema, mucha prueba y error, para lograr que los mismos productos estrella que tenían, se mantuviesen en ese estado”.

Investigación local

En la U. Católica del Maule el especialista justamente apoyó una tesis de las estudiantes del programa Ingeniería de Ejecución en Administración, Carolina Soto y Karen Méndez, la que consistió en evaluar y encuestar en Talca sobre etiquetado nutricional y sellos, cuyo objetivo era ver cómo reacciona el talquino frente al nuevo etiquetado.

“En relación a otros estudios realizados a nivel nacional la tendencia es más o menos la misma, evaluamos elementos teóricos y responde a esa lógica, donde la persona ve algo negativo y reacciona”, dijo Adasme.