Coordinada por el Programa de Apoyos y Recursos para la Inclusión del Centro de Apoyo al Aprendizaje de la UCM.

Hace unas semanas el ranking América Economía, posiciona a la Universidad Católica del Maule como una de las casas de estudios superiores más inclusivas de Chile. Según la publicación, el plantel es primero a nivel regional y lidera el grupo de Universidades Católicas del país con un crecimiento del 14,3% respecto del 2017.

De acuerdo al trabajo realizado el 2016 que construyó los cimientos de la Política de Inclusión UCM, existen cuatro dimensiones que forman el concepto: género, inclusión socioeconómica, interculturalidad y discapacidad.

Es dentro de esta última temática que, en el marco de la conmemoración del Mes de la Discapacidad en noviembre, desde el Centro de Apoyo al Aprendizaje (CAP), a través de su Programa de Apoyos y Recursos para la Inclusión (PARI), organizaron una serie de actividades que llevaron por nombre “Ponte en mi lugar”, cuyo objetivo fue crear una reflexión en torno a la temática.

Reuniones con distintas unidades del plantel para generar conversación en torno a la discapacidad, intervenciones en ascensores, estacionamientos, recorridos en sillas de ruedas y caminatas con ojos vendados y bastón, fueron algunas de las actividades realizadas en Talca y Curicó, con el objeto de llamar la atención y crear conciencia en relación al tema.

Mariela Quezada de la Central de Impresos UCM de Curicó, manifestó que tener un hijo en situación de discapacidad le ha permitido poder conocer esta temática “por dentro”, sin embargo, dijo, “Veo que se está trabajando por hacer más cosas, en darle a conocer al resto de alumnos o funcionarios sobre la discapacidad y eso ayuda a generar un entorno distinto”, acotó.

En la misma línea, Cristian Matamala, director de Informática del plantel señaló que este tipo de actividades es beneficioso ya que, para él, “Es importante poder ponerse en el lugar del otro”, sin embargo, manifestó, “Tenemos que ver cómo acercamos la tecnología hacia los estudiantes, académicos y administrativos, para que pueda haber una conexión y no generar un distanciamiento”, sostuvo respecto de los desafíos con las personas con discapacidad.

Recorridos

Ignacio Cáceres, estudiante de Pedagogía en Educación Física, realizó un recorrido con ojos vendados y bastón, además de silla de ruedas. Sobre su experiencia, relató que ponerse en el lugar de una persona con discapacidad “Me parece muy difícil, estuve solo un rato con los ojos vendados y me sentí muy desorientado. Creo que la sociedad no los entiende y los pasan a llevar o los miran en menos”, comentó.

Por último, Luciano Lopez de Trabajo Social Curicó, calificó esta actividad como “innovadora”, agregando que uno juega a esto con los amigos, pero hacerlo solo cuesta mucho, es difícil vivir con una discapacidad, falta apoyo y ayuda”, cerró.

Desde el programa PARI de laUCM señalaron que la idea es repetir esta actividad durante el año, tanto en Talca como en Curicó, a fin de crear conciencia en la comunidad sobre la inclusión de personas con discapacidad.