Existe evidencia de que las clases de Educación Física tienden a replicar discursos de orden sexista
El estudio “Masculinización de la matrícula universitaria en la carrera de Educación Física. Un análisis desde la perspectiva de género”, realizado por los investigadores Carlos Matus Castillo, Pedrona Serra, Daniel Duclos Bastías y Franklin Castillo Retamal, concluyó que el análisis de las matrículas de PEF muestra un comportamiento que tiende a una disminución sistemática en la elección femenina por esta carrera.
Para ahondar en este tema se entrevistó al Dr. Franklin Castillo Retamal, académico e investigador del Departamento de Ciencias de la Actividad Física de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Católica del Maule (UCM).
Desde el análisis de la perspectiva de género ¿considera usted que se ha masculinizado la matrícula en Pedagogía en Educación Física o es solo un mito y tanto mujeres como hombres optan por esta carrera?
La historia indica que desde los inicios de la formación de profesores de Educación Física en Chile el año 1906, la tendencia ha sido un mayor número de varones que optan por esta carrera, por tanto, no es un fenómeno nuevo el que existan más hombres en ella. Luego de 150 años de la disciplina en las instituciones formadoras chilenas, la tendencia no ha presentado mayores alteraciones, cuestión que es evidenciable a través de los registros que existen y de las innúmeras publicaciones al respecto. Estos estudios indican que de un tiempo a esta parte la matrícula femenina en educación superior ha aumentado considerablemente, no obstante, sigue la tendencia de género por áreas de conocimiento, por ejemplo, predominan las matrículas femeninas en el área de salud y educación y en un número muy por debajo, las áreas de tecnología y ciencias. En el caso de la Educación Física, los datos indican que hasta 2019, la matrícula nacional femenina alcanzaba al 32%, cuestión que se contrapone a la tendencia de género en educación al tratarse de esta especialidad. Por tanto, es posible indicar que no se trata de un mito, sino que de una realidad presente en las instituciones de educación superior.
¿Tienen las mujeres las mismas condiciones para ser profesoras de Pedagogía en Educación Física?
La condición entre géneros para ejercer la docencia no se diferencia por las aptitudes físicas o las capacidades de hacer algo o no, en esos términos, la tendencia podría deberse a los efectos residuales que desde la cultura e idiosincrasia del territorio se ha manifestado, situación que ocurre con otras carreras en las que predomina la presencia femenina, todo es cuestión que podría asociarse a la carga histórica que cada una de ellas tiene, como ejemplo los entregados anteriormente. Como complemento, es posible indicar que desde esta carga cultural donde los roles han sido asignados a los que cada género ha asumido tradicionalmente, los hombres tomaron la labor productiva y las mujeres, la reproductiva, por tanto, ciertas ideas en el imaginario social asocian tareas a lo masculino y a lo femenino, transformándose entonces en un patrón aceptado, en términos generales, por ambos sexos, lo que de alguna manera influiría en las decisiones al momento de escoger entrar a estudiar esta carrera.
Entonces ¿Por qué se matriculan más hombres que mujeres en la carrera?
No existe evidencia concluyente respecto de este fenómeno, no obstante, las aproximaciones investigativas intuyen que esto podría ocurrir por causa de las experiencias individuales respecto de la participación en actividades deportivas y clases de educación física en el periodo escolar, identificándose los profesores y entrenadores como principales modelos orientadores. En el caso de Chile, existe evidencia de que las clases de Educación Física tienden a replicar discursos de orden sexista que posiblemente afecten la opinión de los estudiantes respecto de la percepción del área. Por otro lado, los estudios también han indicado que la inactividad física, baja adherencia a la actividad física y la práctica deportiva, son otros de los factores que eventualmente podrían incidir en la selección de la carrera. Es necesario indicar que estos antecedentes en ningún caso son concluyentes ni determinantes a la hora de explicar la baja matrícula femenina, sino que más bien transitan en el mundo de las inferencias a partir de la observación de la realidad y los antecedentes eternos, de tal manera de hacer una aproximación para explicar el fenómeno.
¿Qué estrategias se podrían usar en la enseñanza, en los colegios y en las universidades para una mayor participación de las mujeres en la carrera?
En lo particular, más allá de lo que pueda hacerse desde el territorio escolar, es importante indicar que el entorno, las dinámicas familiares y el peso cultural de la disciplina es un elemento a considerar en el análisis, no obstante, me parece que será necesario remirar el abordaje de la misma desde todas sus aristas y dimensiones, vale decir, desde la formación de profesores, los itinerarios formativos y las prácticas en sí mismas, otorgando mayor representación al género femenino en el intento de deconstruir el imaginario sociocultural respecto a su participación y aporte a la disciplina. En lo concreto, formular estrategias de orden formativo en temas de género, investigaciones en el área, promoción de una educación con enfoque de género y acciones de sensibilización comunitaria en torno al fenómeno en su conjunto.