Estudio realizado en Talca comprueba que el ejercicio físico beneficia el humor y estado de ánimo de las personas
Científicos de las UCM lograron cuantificar la influencia de la actividad física en el bienestar de las personas que colaboraron en esta investigación.
Para nadie es un misterio que en Chile y la Región del Maule existen altos niveles de Enfermedades Crónicas no Trasmisibles (ENT), producto de factores propios de nuestra idiosincrasia y estilo de vida, los que fomentan este tipo de patologías.
Dentro del grupo de ENT, tal como lo resalta el sitio web del Ministerio de Salud, destacan las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes, patologías prevenibles relacionadas a estilos de vida no saludables como tabaquismo, alimentación no saludable, inactividad física y consumo excesivo de alcohol. Patologías que, en Chile, son la principal causa de muerte.
Preocupados de abordar esa realidad, investigadores de la Universidad Católica del Maule (UCM), decidieron elaborar un programa para la prevención de las ENT, a través de invitar a sus funcionarios de manera voluntaria a realizar de manera sistemática actividad física, para establecer un punto de control no farmacológico de esa condición de riesgo.
“Cuando se diseñó el programa nos pusimos como objetivo la reducción o control de las enfermedades crónicas no trasmisibles, prevalentes en la población chilena lo que también se replica en nuestra población interna, ya que nuestros funcionarios no estaban ajenos a ello”, comenzó contando el Dr. Marcelo Castillo, académico de la Escuela de Educación Física.
Como la actividad física no era frecuente entre quienes participaron de este programa, uno de los desafíos fue insertar en las personas este hábito, sabiendo que una vez que egresen del mismo, para tener éxito, es necesario que continúen desarrollándola.
Para ello, se diseñaron entrenamientos personalizados y focalizados, los que eran de corta duración (no más de 30 minutos), ya que siempre la primera excusa de las personas sedentarias es la falta de tiempo.
Además, para reforzar este hábito se buscó la forma de medir entre los participantes su grado de satisfacción una vez terminada la rutina, para que comprueben ellos mismos lo bien que les hace participar en el programa. Fue así como este programa desarrollado por el Laboratorio de Rendimiento Humano se asoció con la investigadora UCM Dra. Chiara Saracini, quien se desempeña Centro de Investigación en Neuropsicología y Neurociencias Cognitivas (CINPSI) y en el Centro de Investigación de Estudios Avanzados del Maule (CIEAM) de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado (VRIP), ambos de la UCM. La colaboración empezó justamente en el marco del CIEAM, entre el Dr. Jaime Vásquez y la Dra. Saracini, en el cual ambos se desempeñan como investigadores.
De esa sinergia entre las disciplinas de la actividad física y la neurociencia, salió la investigación que comprueba los beneficios de la actividad física en la salud mental de las personas. Algo que, si bien se repite constantemente, no cuenta con muchos estudios científicos a nivel nacional y menos regional, que lo respalden.
“Pudimos comprobar con cada uno de los participantes que además del progreso a nivel físico, este programa también les propició un bienestar psicológico. La idea era evidenciar este progreso de la salud integral de la persona, midiéndolo. Y llegamos a tener como resultado el que independiente del mal día que hayan tenido, al salir de ese laboratorio, tras el ejercicio físico, estaban más felices y motivados, menos deprimidos o ansiosos que cuando ingresaron”, sostuvo la científica.
En definitiva, con este programa se midió por un lado, el progreso físico de las personas sometidas a este programa y además se midió cuantitativamente el bienestar que les produjo el realizar actividad física.
“Algo interesante de este trabajo es que se logró combinar dos disciplinas que, si bien en un primer momento se ven distantes, en realidad son bastantes cercanas”, complementó luego la especialista en neurociencia, agregando que para medir la satisfacción que genera el deporte hay varias formas, pero en este estudio se optó por un cuestionario (Sports Emotions Questionnaire) el que se aplicaba antes y después de hacer ejercicios en cada sesión.
“Lo divertido fue que todos los días notamos que las personas se iban con un poco menos de ansiedad de lo que llegaron, lo mismo con el enojo y otras variables. También se dio lo opuesto con las emociones positivas elevándose los índices de humor y felicidad. Se notó y reflejó en los resultados como las personas fueron cambiando su estado de ánimo con el deporte”, recalcó luego la Dra. Saracini.
Se abren nuevas interrogantes
Tal como siempre sucede con las investigaciones, el comprobar con el método científico un tema determinado, abre puertas a nuevas interrogantes a resolver.
“La ganancia de esta combinación de disciplinas es que ahora se nos abren nuevas interrogantes, ya que, si estas personas mejoran su estado de ánimo, su bienestar emocional y sus niveles biológicos, lo que nos queda por medir es cuánto es el efecto que tiene el ámbito emocional en la reducción de la patología. Nuestra hipótesis es que, si estas personas mejoran su estado físico y su humor, se recuperan más rápido que las personas que hacen solo la actividad física, sin el entorno de convivencia que se dio en este programa, donde las personas al trabajar en la misma institución todos los días ya se conocían, lo que facilitó el buen ambiente”, expuso el Dr. Castillo.
El trabajo realizado por los investigadores Dra. Saracini, Dr. Castillo y el Dr. Jaime Vásquez, fue detallado en un paper científico publicado por la revista International Journal of Sport and Exercise Psychology.
Conoce el trabajo, haciendo clic acá: