El trabajo de auditoría de los estados financieros (EEFF) permitió a los futuros profesionales interactuar directamente con la documentación empresarial, fomentando una colaboración efectiva con diversas áreas de las compañías.

Un grupo de nueve empresas de la Región del Maule (Talca, San Javier y Linares) y una de Santiago, participó en un proyecto de vinculación respaldado por el Centro de Innovación Social (CIIS) de la UCM, en el que estudiantes de la Escuela de Contador Auditor, sede Talca, brindaron apoyo en la gestión contable y financiera de sus operaciones.

“La auditoría y la contabilidad juegan un papel crucial para asegurar la transparencia y eficiencia en las organizaciones. Las empresas, especialmente las sociedades anónimas, deben cumplir con normativas estrictas, lo que les obliga a llevar un registro contable que refleje con exactitud su situación económica”, explicó Enrique Jofré Fuentes, académico de la carrera y coordinador de la actividad.

Bajo este contexto, el docente indicó que, a lo largo del semestre, “los estudiantes tuvieron la oportunidad de analizar los EEFF bajo las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) y las normativas del Impuesto a la Renta (IRS) de las compañías”. Asimismo, detalló que también “analizaron los cuatro estados financieros principales: el balance general, estado de resultado, flujo de efectivo y el estado de cambios en el patrimonio, documentos claves que reflejan la situación económica y el desempeño de las empresas”.

Resultados

Samuel González, estudiante de último año de la carrera, participó de esta iniciativa junto a sus compañeros Cristóbal Bernal, Constanza Avendaño, y Matías Carreño, en la empresa productora de alimentos de exportación, Coexca S.A. relatando que, en primer lugar, “nos asignaron la cuenta de subcontratación, que engloba todos los servicios que prestan contratistas de personal en los distintos departamentos de la empresa, donde verificamos controles relacionados y evaluamos impactos económicos en los estados financieros”.

Asimismo, compartió que también, “quisimos ir un paso más allá, y tuvimos la posibilidad de trabajar con aspectos de control interno, los procesos asociados y su afectación en el estado de situación financiera de la empresa. Este fue un verdadero trabajo en equipo, que refleja precisamente el enfoque hacia el cual está orientada nuestra carrera. De hecho, nuestra profesión, por naturaleza, se basa en el trabajo colaborativo, y esta experiencia lo reafirma”.

Como se mencionó anteriormente, las sociedades anónimas —en este caso de la industria alimentaria— están sujetas a auditorías internacionales constantes debido a normativas como la ISO 9001 y otras relacionadas con la inocuidad. “Esto eleva los estándares de exigencia y, por ende, nuestro análisis debía ser más riguroso para garantizar el cumplimiento de dichas normativas. Fue un aprendizaje valioso, ya que nos permitió comprender cómo una empresa debe operar para mantenerse competitiva y cumplir con estas regulaciones”, señaló González.

En esa línea, un punto relevante es que el trabajo realizado no solo quedó en esta auditoría específica. “Los resultados y aprendizajes obtenidos se replicaron en una filial ubicada en San Rafael, lo que demuestra cómo una intervención puntual puede generar impactos más allá de lo académico”, comentó.

Competencias para la formación académica y profesional

En ese sentido, el futuro contador auditor expresó que esta experiencia fue extremadamente provechosa. “Si otros estudiantes pudieran tener este tipo de acercamiento al mundo laboral desde temprano, ya sea a través de auditorías pequeñas o proyectos similares, su aprendizaje sería mucho más completo. La práctica real permite entender el impacto de nuestro trabajo y aplicar lo aprendido en la carrera”.

De esta manera, el proyecto permitió a los alumnos entregar resultados tangibles y de valor, asumiendo responsabilidades frente a las empresas. “La experiencia les permitió interactuar con contadores, administrativos y otras áreas de las organizaciones, fortaleciendo habilidades blandas esenciales para su formación integral”, destacó Enrique Jofré, profesor de la asignatura de Estados Financieros.

En esa línea, el académico comentó que este trabajo bidireccional de vinculación con el medio, “es un claro ejemplo de cómo las universidades pueden aportar al desarrollo productivo regional con conocimientos actualizados y aplicables”, concluyó.

Créditos: Facultad de Ciencias Sociales y Económicas