Un grupo de diez futuros profesionales fueron parte de este inédito taller colaborativo con Senda Talca.
Con el objetivo de fortalecer la prevención del consumo de alcohol y drogas y ser actores de cambio en sus entornos sociales y familiares, diez estudiantes de la Universidad Católica del Maule (UCM) se certificaron como Agentes Preventivos en un taller realizado por la Dirección General Estudiantil (DGE) en colaboración con el programa Senda Previene de la Municipalidad de Talca.
Esta iniciativa marca una línea de trabajo nueva, siendo la primera vez que se realiza una formación de este tipo junto a la Dirección Estudiantil de la Universidad.
El taller consistió en cuatro módulos intensivos que abordaron distintos ámbitos de prevención, conociendo cómo aplicar estrategias en el ámbito laboral, con grupos familiares y en el ámbito educativo.
Así los estudiantes adquirieron herramientas fundamentales para desenvolverse como agentes de cambio.
El jefe del Departamento de Salud Estudiantil de la Dirección General Estudiantil, Alonso Torres, destacó la relevancia de la iniciativa. “Esta es una instancia muy enriquecedora que levantó Senda Previene desde la Municipalidad de Talca. Es un trabajo colaborativo para nuestros estudiantes, donde pudieron aprender sobre temáticas de prevención para el consumo de alcohol y droga en distintas circunstancias. Para nosotros, esto es muy relevante, ya que el ámbito universitario es un contexto clave para la prevención”, indicó.
Formando Agentes de Cambio, No Drogocentrismo
Desde Senda, el enfoque se centró en dotar a los jóvenes de habilidades para transformar sus entornos. La coordinadora del programa Senda Previene de la comuna de Talca, Yaine Rojas, explicó que esta idea nace de la mesa intersectorial de prevención para fortalecer el conocimiento de los jóvenes.
“Es importante para nosotros que los jóvenes puedan aplicar espacios de prevención no solo desde el drogocentrismo, desde explicar qué son las drogas, sino que ellos puedan adquirir habilidades para fortalecer los entornos en los que se desenvuelven. Por eso es una formación de agentes preventivos, para que ellos en sus propios espacios puedan ser un agente de cambio”, señaló Rojas.
La experiencia fue altamente valorada por los participantes. Jesús Correa, estudiante de segundo año de Pedagogía en Ciencias, compartió su motivación y el potencial impacto de la formación.
“Lo que me motivó fue una compañera, ya que ella me mostró cómo podría ejercer lo que ella estaba aprendiendo, que nos servirá para implementarlo en las clases, cuando ejerzamos (…) Gracias a este taller puedo ayudar a un alumno o también a un compañero a llevarlo por un buen camino”, afirmó el futuro profesor.