Estudian la biodiversidad de reservas naturales de Chile a través de sus sonidos
El Dr. Felipe Moreno, académico de la Universidad Católica del Maule, lidera investigación en la que se monitorean las especies que habitan en los bosques a través de un novedoso sistema de registro de sonidos.
Mientras realizaba sus estudios del doctorado en Sistemática y Ecología en la Universidad Austral de Chile, el Dr. Felipe Moreno, comenzó a especializarse en el monitoreo acústico, tras realizar este trabajo en el Parque Curiñanco, el que consistió en colocar grabadoras de sonidos especializadas durante un año y así poder obtener datos de las distintas especies sonoras que habitan en el bosque, permitiendo conocer sus patrones de actividad, las épocas del año en las que se aparean, entre otras.
Este trabajo, muy novedoso en Chile, dio pie para un libro (Monitoreo Acústico de Aves y Anfibios en el Bosque Costero Valdiviano) pensado en que todos quienes visiten el parque, aprendan a utilizar el sentido del oído para apreciar de mejor forma la naturaleza que nos rodea.
“Debido a que, generalmente, las especies producen sonidos distintivos, se puede saber qué animales nos rodean por los sonidos que emiten. Esto es muy importante sobre todo en sistemas de bosque, en donde es difícil observarlas directamente. Es otra forma de aprender a apreciar la biodiversidad existente”, comentó el académico de la UCM, Dr. Felipe Moreno.
Tras esa exitosa experiencia, el doctor Moreno fue contactado junto a su colaborador, el Dr. José Bartheld, por el Parque Oncol (cerca de Valdivia, Región de los Ríos), para desarrollar un trabajo similar. “Estaban interesados en la implementación de este tipo de estudios, ya que querían saber cómo eran los patrones de actividad de las especies dentro del parque, que es una reserva de bosque nativo”, agregó el investigador.
Tal como el mismo detalló, la idea de este estudio era que a través de la captura de los sonidos se obtuvieran datos, los que, al ser procesados, brindaron información muy importante al momento de manejar un sistema. “Es fundamental conocer las especies que lo habitan y para eso hay que monitorearlo y saber cuándo hacerlo”, complementó.
Calentamiento global y especies
Para el Dr. Moreno, este tipo de investigaciones desarrolladas con tiempo, podrían ser de mucha utilidad para conocer qué efectos puede tener el calentamiento global en la biodiversidad. “Como obtener información utilizando estas metodologías tiene un costo relativamente bajo, uno podría hacer monitoreos a largo plazo y obtener tendencias de las comunidades a través de muchos años y sacar conclusiones importantes como por ejemplo cómo los cambios en temperatura afectan los ciclos de los animales, cómo el calentamiento global ha ido desajustando las estacionalidades que tienen las especies”, dijo.
“Con el cambio climático –continuó-, si las especies adelantan o retardan sus ciclos de forma diferencial, se pueden generan alteraciones en sus interacciones, lo cual puede tener efectos negativos sobre el funcionamiento de los ecosistemas”, agregó.
Metodología de trabajo
Sobre cómo se materializa este trabajo el científico explicó que se utilizan unos aparatos tecnológicos llamados grabadores acústicos autónomos, los que se dejan programados y están preparados para aguantar las condiciones de lluvia u otras inclemencias del tiempo, además de que economizan energía y tienen una capacidad muy alta de almacenar información, por lo que se pueden dejar instalados por meses, haciendo que el costo de obtener información de forma continua sea menor y más exacto en comparación a lo que puede recabar una persona que está en terreno tomando datos.
El paso final, luego de recolectar una enorme cantidad de información es analizarla. Por ello es que el Dr. Moreno, se encuentra actualmente evaluando metodologías que permitan entregar conclusiones concretas. “Estamos desarrollando metodologías de análisis de toda esa información que se recibe. El desafío es automatizar el análisis de esos datos. Una de las cosas que estamos haciendo es validar la utilización de índices de diversidad acústica, los cuales se obtienen analizando los registros de audio completos, luego estamos determinando qué indices se correlacionan mayormente con el número de especies que están interactuando en ese minuto. Recientemente nos aceptaron una publicación en la revista Ecological Indicators sobre esto”, explicó.