“El espíritu de servicio es parte del entender que uno es naturaleza y humanidad” - Universidad Católica del Maule
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“El espíritu de servicio es parte del entender que uno es naturaleza y humanidad”

“El espíritu de servicio es parte del entender que uno es naturaleza y humanidad”
1 Dic 2021

Alumni destacado del mes, sociólogo Antonio Morales M.

Antonio Morales M. es titulado de la Escuela de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales y Económicas (FACSE) de la Universidad Católica del Maule (UCM) y en entrevista nos comparte su experiencia en el campo laboral y buenos deseos para quienes han optado por la carrera. Su recorrido profesional al servicio de la comunidad se relaciona con la promoción del paradigma comunitario en los espacios territoriales, culturales y artísticos.

¿Cómo ha sido para ti ser sociólogo en el Maule?

Para mí ha sido el reconocer que pese a una gran cantidad de personas está accediendo a instituciones de educación superior en el Maule, el obtener un título universitario significa un privilegio; pues muchos y muchas jóvenes optan por el trabajo agrícola de temporada en vez de perseverar en los estudios, y esto último, debido a la gran cantidad de necesidades en sus núcleos familiares, que se esfuerzan por sobrevivir ante un sistema desigual y egoísta.

Como sociólogo en el Maule, mi preocupación ha estado en no intervenir sin antes generar un vínculo honesto, amoroso y recíproco, de escucha atenta a las dificultades cotidianas de las comunidades de un territorio, especialmente, de las comunas donde mi historia ha estado trazada, no puedo ser indiferente si aquella profesora de lenguaje que me hizo clase, hoy jubilada, se encuentre vendiendo queques puerta a puerta para obtener unos pesos más. La sociología ha potenciado las habilidades de no quedarse con la simple sospecha del “cahuín” o la primera impresión, todo lo contrario, me ha ayudado a enlazar un nudo con otro, comprendiendo que muchas de las problemáticas y desafíos tienen variables transversales, pero también únicas.

¿Ves que en tu quehacer diario está presente el “espíritu de servicio” que busca desarrollar la formación que entrega la UCM?

En la Escuela de Sociología de la UCM, parte de su academia daba énfasis en sus trabajos teóricos y prácticos en visibilizar una temática que fuera de interés del o la estudiante o el entorno directo de nuestros territorios de procedencia o de paso, esto conlleva, sin duda, a estar atentos y atentas al camino que uno va recorriendo como profesional. En el Maule, las prácticas solidarias están en muchas labores, por lo tanto, el “espíritu de servicio” es parte del entender que uno es naturaleza y humanidad, es dentro de una armonía de cadenas de ayudas, sin embargo, no recuerdo puntualmente haber reflexionado o vivido alguna actividad en la UCM respecto al “espíritu de servicio”.

¿Qué nos puedes compartir sobre tu recorrido profesional?

Dentro del corto período que he ejercido como profesional, puedo destacar la reciprocidad dentro del quehacer, principalmente me he involucrado en temas comunitarios, territoriales, culturales y artísticos promoviendo el desafío del paradigma comunitario, que es recrear un sistema abierto y/o cerrado de acuerdo al contexto temporal, de decisiones en forma horizontal, reflexivo-crítico hacia las formas de las prácticas y los distintos insumos del exterior. De mucha escucha y atención a historias locales, de saberes y prácticas que dan sentido a una historia de vida de grandes líderes y lideresas del Maule.

Lo anterior, conlleva a entender que da lo mismo si eres profesional o no, lo importante es el aporte real para un trabajo colectivo, donde las diversas capacidades y habilidades existente en un grupo humano se conjugan por el bien mayor consensuado y donde todas las personas tienen algo que entregar, transformar y aportar.

¿Cuál es tu mirada respecto al particular momento histórico que vive Chile hoy?

El momento actual de nuestro país, lo vivo con mucha preocupación, pero también activamente participando en asambleas territoriales y/o cabildos, en la conversación con otros/as se fortalece la mirada y se aliviana la carga moral por defender principios democráticos y humanos, las diferencias se viven, pero estas deben lograr un acuerdo de convivencia social, sin opacar, sin discriminar, sino en transformar para un sentido profundo de conexión entre especies y naturaleza.

Principalmente, he asumido que la sociología tiene un gran desafío en el contexto actual de nuestro país, en primera instancia, visibilizar las problemáticas territoriales del Maule haciéndose cargo de la demanda de participación ciudadana y de sus respectivos procesos temporales y psico-social de las comunidades. Segundo, fomentar la reflexión colectiva entre y con la ciudadanía junto con otras áreas de las ciencias, con ello, demostrar la transversalidad de las problemáticas y la capacidad de orientar metodológicamente el proceso. Sumado, a defender pública y férreamente los Derechos Humanos, su difusión y protección debe estar en todo tipo de intervención, con el fin de aportar a una sociedad democrática, libre y equitativa.

Es por ello, que, ante todo, la problematización cotidiana no puede quedar sin acción, el entender el diagnóstico no sirve sin ejecutar hechos para su modificación a futuro, somos parte del enredo de múltiples conexiones que nos atrapa en la vorágine del sistema e historias propias de nuestras vidas, pero a la vez, debemos reconocer un otro/a que está en mayores dificultades y tristeza que otros/as.

¿Cómo recuerdas tu paso por la UCM? y ¿Qué mensaje te gustaría compartir con la comunidad universitaria y a los futuros sociólogos que están en formación en la UCM?

Recuerdo mi paso por la UCM, como un ciclo de controversias entre el cruce de lo académico y el conocimiento de las comunidades del Maule, muchas veces el hambre de la validez científica utiliza y manipula aquel saber popular y/o ancestral por habitar algún rincón del Maule, con ello, sumado a las dificultades de solventar económicamente mi existencia y tener que cumplir con trabajos propios de los estudios, viviendo mayoritariamente en un tiempo estresante, competitivo pero sumamente cuestionador hacia mis formas de pensar, criticar y hacer desde mi individualidad y mi hacer desde el colectivo.

Hoy en día, invito a ir rompiendo las burbujas de confort, de clase y de conciencia que vamos forjando de acuerdo a las experiencias de vida individual y familiar, a experimentar la creatividad y emoción en todo tipo de trabajo, a sentir una humanidad piel a piel donde el observar sea para entendernos más pero que el conversar sea acción por el bien mayor. Desde la sociología, con lo teórico y práctico, que el mundo complejizado, burocrático y monetizado, sea nuevamente situar la naturaleza como una gran red, y dentro de ella la humanidad sea signo de bienestar.

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