“Espacio del Encuentro” invita a proteger y promover la salud mental infantil
Desde el Centro de Atención Psicológica Integral, la Universidad Católica del Maule trabaja junto a cuidadores para humanizar al niño y la niña en las diferencias, descubriendo su potencial creativo y reconocerlo/a como sujeto desde que nace.
Todos los miércoles, entre las 14:30 y las 18:00 horas, un grupo de cuidadores de niños de entre cero y cinco años se reúnen libremente para participar de manera gratuita en el “Espacio del Encuentro”, que realiza el Centro de Atención Psicológica Integral (CAPI) de la Universidad Católica del Maule (UCM), experiencia pionera a nivel regional que acoge al niño y sus adultos cuidadores para prepararlos para su ingreso en el sistema escolar y que su paso del hogar a la escuela sea lo más espontáneo posible.
Sin necesidad de solicitar atención previa, los cuidadores pueden asistir junto a sus niños para recibir la orientación y el acompañamiento de los profesionales del CAPI, permitiendo además la creación de redes de apoyo entre sus pares.
Lorena Hermosilla, psicóloga y coordinadora del “Espacio de Encuentro”, comentó que dicha iniciativa surgió como espacio piloto para ofrecer a la comunidad la oportunidad de encuentro para aquellos cuidadores de niños de entre cero y cinco años. “Propiciamos los encuentros saludables en la primera infancia desde lo que se conoce como dispositivo de acogida social temprana, que tiene una orientación particular psicoanalítica de corte comunitario. Aquí no deben hacer ingreso o diagnóstico, no se debe pedir hora para ingresar, el dispositivo está abierto todas las semanas”, indicó.
Inspirado en el modelo propuesto por la psicoanalista francesa, Francoise Dolto, el equipo humano del CAPI de la UCM con esta iniciativa propicia un trato de la infancia respetuoso desde el nacimiento, en donde se pueda promover los derechos de los menores y su protección, tema sobre el cual Hermosilla comentó que “Para eso también sabemos que para que los niños tengan un contexto y para un ambiente protegido y de respeto es necesario que se cuide a los cuidadores”, dijo.
“Muchas veces la depresión después del nacimiento de los hijos, la llegada de nuevos integrantes a la familia, el desempleo o la ausencia de redes sociales son muchas veces factores de riesgo que propician estos temas de violencia infantil, maltrato, abuso y violencia intrafamiliar”, afirmó la psicóloga.
Positiva experiencia
En Talca el “Espacio del Encuentro” es el único con estas características, mientras que en Chile existen contadas experiencias al respecto, como las casas de encuentro de la Fundación Santa Ana, ubicadas en las comunas de La Pintana y Renca en la Región Metropolitana, y una casa de las palabras asociada a la U. Silva Henríquez, también en Santiago.
Lo anterior, ha motiva al equipo del CAPI para impulsar que esta positiva experiencia sea replicada a nivel público, permitiendo que más personas puedan acceder a este tipo de orientación psicológica. “He venido tres veces y la experiencia me ha parecido excelente, muy recomendable. Somos varias las mamás que participamos en esta instancia novedosa”, indicó una de las participantes.
Sobre la respuesta de los cuidadores, Lorena Hermosilla, quien además es parte del cuerpo académico de la Escuela de Psicología de la UCM -acreditada por 4 años-, expresó que “Hemos tenido una muy buena recepción de parte de los cuidadores que nos visitan. Utilizan este espacio como un lugar de transición para los niños entre el hogar y la escolarización formal, como un espacio protegido finalmente para la socialización secundaria, y por ello se denomina acogida social temprana protectora, porque los niños se encuentran con otros niños, juegan, comparten y aprender el lenguaje de socialización, pero en un ambiente protegido, los cuidados no abandonan entonces no existe ansiedad de separación involucrada en ese proceso”, afirmó.
A modo de recomendación a los padres y los cuidadores en general, la especialista expuso que se deben animar a armar redes de apoyo para poder apoyar el proceso de crianza. “Con otros cuidadores deben generar espacios de encuentro en sus propias comunidades y territorios. El juego para los niños es su lenguaje natural y propio, por ende, además potencia muchos recursos en lo emocional y vincular. Invitamos a los cuidadores a jugar con sus niños, que tengan contacto con otros niños de su barrio y puedan ampliar sus redes de apoyo”, invitando al mismo tiempo a visitar la fanpage en Facebook del espacio del encuentro.