Docentes del Centro de Apoyo al Aprendizaje de la UCM dan las claves para superar los llamados ramos complejos.

Para nadie es un misterio que la transición entre enseñanza media a la superior es sumamente difícil para los jóvenes de nuestro país. Esa brecha se hace mucho más profunda y palpable entre los estudiantes de establecimientos públicos o subvencionados, versus los particulares o “pagados”, debido al tiempo dedicado a los contenidos del área en el currículo escolar. Asignaturas como matemática, inglés o incluso algunas disciplinas del área de las ciencias, como la biología o la química, son los ramos más complejos de muchos programas de pregrado.

Entonces, ¿cómo superar los desafíos en química y biología, por ejemplo? De acuerdo a la profesora Carolina Canales, docente del programa de Apoyo en Ciencias del Centro de Apoyo al Aprendizaje (CAP) de la Universidad Católica del Maule (UCM), cuando los jóvenes deciden estudiar una carrera universitaria, deberían hacerlo de manera consciente respecto de las asignaturas y sus habilidades para enfrentarlas.

“Es importante que como docente de un programa de apoyo seamos capaces de sintetizar los contenidos, de tal manera que podamos entregar las bases necesarias para que los estudiantes puedan comprender los contenidos explicados en la cátedra”, explicó, añadiendo que “este proceso de cimentar conceptos básicos es fundamental para ir avanzando conceptualmente, ya que, con cimientos sólidos, el aprendizaje será más significativo”, argumentó.

Otro de los problemas con los que se enfrentan, sostuvo la docente, es el cuestionarse cómo lograr que los jóvenes vean la importancia del conocimiento, del ser un profesional integral, a veces nos preguntamos si nos estamos enfocando en entregar el contenido sin conceptualizar y sin otorgar la importancia de la enseñanza de la ciencia como una alfabetización, necesaria para enfrentarse a una sociedad que busca profesionales que tomen decisiones, en un mundo totalmente tecnológico, con conocimiento y entendimiento del proceso”, agregó.

Más de una receta

Para el profesor Cristóbal Aravena, también docente del Programa Apoyo en Ciencias del CAP UCM, existen muchas estrategias para mejorar la base teórica que traen los estudiantes de la enseñanza media. “Sin embargo, la receta no es una sola, es más, debemos apelar al contexto y a los múltiples escenarios en que estamos inmersos docentes y estudiantes, para así abordar esta problemática de la mejor forma posible”, señaló.

“Lo ideal sería enfrentarlo desde ambos frentes. En primer lugar, los estudiantes, como actores principales en el proceso de enseñanza-aprendizaje deben ser capaces de verificar en qué aspectos tienen dificultades y posteriormente, reforzar dichos contenidos, ya sea de forma independiente o con ayuda de un grupo de estudio o del profesor que dicta el curso”, manifestó.

Por último, agregó Aravena, “el docente, ya sea de la cátedra o del CAP UCM, debe comprobar las ideas previas que poseen los jóvenes y verificar qué contenidos han revisado durante la enseñanza media”, cerró.