Alejandra Mulatti es una líder educativa apasionada y comprometida, que ha logrado transformar positivamente la comunidad del Colegio San Jorge a través de su visión clara, metas ambiciosas y un profundo respeto por la labor docente y el aprendizaje de los estudiantes.

Con una vasta trayectoria en el ámbito educativo, Alejandra Mulatti Oyarzo se desempeña como rectora del Colegio San Jorge de Talca. Su pasión por la enseñanza y su compromiso con la excelencia académica la han llevado a liderar importantes transformaciones en esta institución. En esta entrevista profundizamos en su labor educativa, al tiempo que la reconocemos como Empleadora Destacada de la Facultad de Ciencias Religiosas y Filosóficas de la Universidad Católica del Maule.

— Rectora, ¿podría contarnos un poco sobre su formación profesional y vocación por la educación? ¿Cuál fue su camino hasta llegar a la Rectoría del Colegio San Jorge?

Estudié Pedagogía General Básica en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Posteriormente, hice un magíster en Ciencias de la Educación con mención en Currículum y Evaluación, complementando con un Diplomado en Gestión y Liderazgo en la misma casa de estudios. Siempre me gustó enseñar y aunque mi elección no fuera tan aplaudida, encontré que debía seguir adelante con mi apuesta, tenía clarísimo  que podría contribuir con significativas transformaciones con cada uno de los estudiantes que me fueran encomendados.

De esta trayectoria de la sala de clases a enseñar y a aprender con mis pares ya ha pasado toda una vida profesional, la que volvería a repetir en las culturas escolares y en los espacios geográficos en los que he estado: Santiago y Talca. Sin duda, valiosas oportunidades de desarrollo profesional, donde he recibido mucho cariño y afecto.

— Antes de asumir el cargo directivo, ¿en qué otras áreas o roles se desempeñó dentro del ámbito educativo?

Fui profesora de aula muchos años y en paralelo coordinadora académica de preescolar y básica, para luego asumir la Subdirección Académica en un colegio de Santiago. Posteriormente, en el año 2016, asumí el gran desafío de dirigir el Colegio San Jorge de Talca, un establecimiento nuevo para mí, en una ciudad que no conocía. Desde entonces ejerzo esta labor con mucha alegría y pasión.

— ¿Qué es lo que más le apasiona de su labor como rectora y líder de una comunidad educativa?

Me apasionan las transformaciones que uno puede hacer en una comunidad educativa, cuando todos se alinean, cuando hay objetivos claros, metas concretas y alcanzables. Esta ecuación en equilibrio siempre impacta positivamente en el aprendizaje de los estudiantes.

— ¿Cuáles han sido los mayores desafíos que ha enfrentado en su trayectoria al frente del Colegio San Jorge?

La estructura y la visión unificada de todos los ciclos escolares que componen un Colegio, una visión global y colectiva para fortalecer los logros individuales. Alcanzar metas académicas y formativas de excelencia, cimentado en lo que ya estaba bien construido y seguir adelante en un crecimiento que nunca tiene límites.

— ¿Qué fortalezas ha identificado en los egresados de Pedagogía en Religión y Filosofía que se desempeñan o se han desempeñado en su colegio?

Su sólida formación académica, la cercanía con los estudiantes y su permeabilidad hacia el Proyecto Educativo.

— ¿Qué criterios o cualidades busca específicamente en los candidatos egresados de esta carrera al momento de contratarlos?

Que tengan clara conciencia de la misión y responsabilidad que tienen como educadores, que sean permeables, resilientes y que siempre manifiesten sus inquietudes.

— ¿Considera que la formación recibida en la UCM los prepara adecuadamente para las labores docentes que deben asumir? De no ser así, ¿qué áreas cree que se podrían reforzar?

Yo creo que la formación académica que entrega la Universidad Católica del Maule es de excelencia. Sin embargo, estimo que los estudiantes de pedagogía de las universidades de nuestro país también deben recibir instrucción en cuanto al vínculo que deben entablar con el tercer actor de una comunidad educativa: los padres y apoderados.

— ¿Qué desafíos particulares enfrentan los docentes de Religión y Filosofía en la actualidad y cómo los aborda el colegio?

Éstas y las demás asignaturas se enfrentan a un gran desafío: cautivar a niños y jóvenes que hoy parecieran sólo validar la inmediatez de una pantalla, dar valor a los conocimientos, recrearlos y poder constatar que, aunque estén a la mano, siempre es mejor recibirlos del erudito, un profesor-mediador-facilitador con quien se interactúa desde el conocimiento, pero también desde el afecto.

Abordamos el desafío impartiendo la asignatura de Filosofía desde primero básico, el espacio de las preguntas e interrogantes. Además, desde el 2019 nos proclamamos un colegio libre de pantallas desde primero a octavo básico, y desde primero a cuarto medio solo se autoriza su uso durante el recreo.

— ¿Qué consejos daría a los estudiantes actuales de Pedagogía en Religión y Filosofía para insertarse exitosamente en el mercado laboral?

Primero la seguridad de visualizar en las prácticas previas, que dar clases es lo que les motiva y los realiza. Tener la certeza de que vendrán momentos difíciles, pero que, a la hora del balance, la satisfacción es inmensa. Que indaguen, se actualicen y que se vinculen positivamente con sus estudiantes y tengan altas expectativas de ellos.

“Las opiniones vertidas en esta entrevista son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.