La institución agradeció a los funcionarios administrativos y académicos que por años aportaron a la Universidad Católica del Maule.

Una emocionante jornada se vivió previo al receso, donde la Dirección de Gestión de Personas realizó la ceremonia de agradecimiento a los funcionarios administrativos y académicos de la Universidad Católica del Maule (UCM), que durante años aportaron a la Casa de Estudios y que se acogieron al retiro voluntario.

Maria Soledad Loyola, Eladio Bernabé Mancilla, Mirtha Gloria Marchant, Marianela Inés Rubilar, Boris Eric Van Dorsee y Verónica Liliana Villagra Bravo, fueron los homenajeados, quienes llegaron hasta el Aula Magna de la UCM con sus familiares, recibiendo también el cariño de sus compañeros de trabajo.

El vicerrector de Administración y Finanzas, Dr. Pablo Hormazábal, resaltó la importancia de los trabajadores que tras la ceremonia comenzaron una nueva etapa en sus vidas.

“Para nosotros es relevante realizar este reconocimiento por su trayectoria de esfuerzo, en el que aportaron a la Universidad en tiempos difíciles”, señaló.

Y agregó: “Quisimos agradecer el trabajo de cada uno en el progreso de nuestra querida institución. Les doy las gracias a cada uno a nombre de toda la comunidad”.

En representación de los homenajeados, el académico de la Facultad de Ciencias de la Salud, Eladio Mancilla, indicó que: “Luego de 38 años al interior de nuestra Universidad al que hay que sumar el periodo de estudiante que realicé cuando éramos sede de la PUC, sobrepaso los 42 años, lo que si bien no es toda una vida, si es una gran parte, sumado a que en nuestros espacios laborales estamos en gran parte de las horas del día, entonces las experiencias se van sumando, evento tras evento y la mayoría de las vivencias fueron gratas”.

“Durante la permanencia en esta casa de estudios superiores, me formé y he formado a muchos, me casé, nacieron nuestros hijos, todos ya profesionales, y seguramente es la experiencia de todos quienes estamos en esta ceremonia. En cada uno de nosotros con nuestras propias historias, anécdotas e hitos de vida”, enfatizó.

En ese momento, también se dio el tiempo de recoger impresiones de otras trabajadoras y trabajadores que estaban presentes en la trascendental instancia, sosteniendo que: “Mirtha Marchant le escribió gracias (a la UCM) por ser mi segunda casa y por la solidaridad de mis compañeros que me apoyaron en momentos complejos de mi vida. Gracias porque en este periodo de permanencia en la institución vi nacer, crecer y desarrollarse a mi hijo”, sostuvo.

Créditos: Equipo Dircom