Efectos de la digitalización y la automatización: más producción y menos pérdidas; algunos reemplazos y empleos nuevos para los trabajadores maulinos - Universidad Católica del Maule
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Efectos de la digitalización y la automatización: más producción y menos pérdidas; algunos reemplazos y empleos nuevos para los trabajadores maulinos

Efectos de la digitalización y la automatización: más producción y menos pérdidas; algunos reemplazos y empleos nuevos para los trabajadores maulinos
18 Dic 2024

La alfabetización digital y el manejo del inglés son desafíos para el comercio. Leer y seguir instrucciones lo son para los sectores silvoagrícola y manufacturero. ¿Están todos preparados para el cambio?

En materia de empleo, tres conceptos resuenan estos días y son foco de estudio: automatización, digitalización e inteligencia artificial. Tienen en común que están ligados al cambio tecnológico que experimenta el mercado del trabajo y que para algunas personas podría significar ser reemplazadas en sus tareas, con probabilidad de perder su fuente laboral.

En una región donde la tasa de ocupación aún no alcanza los niveles pre-pandemia (54,9%), y donde las mujeres van en desventaja en casi todos los parámetros, lo que genera una brecha mayor que en otras regiones del país,  resulta relevante conocer cuál es el panorama que podrían enfrentar no solo los trabajadores, sino las empresas que generan más empleo en la región, como las de los sectores  silvoagrícola, comercio e industria manufacturera.

Hasta ahora se sabe que las personas que desempeñan trabajos rutinarios y de baja calificación serán las primeras en lidiar con los efectos de la automatización y la digitalización. Pero ¿qué podría sacudir de manera más impactante a la fuerza laboral maulina? ¿Serán la automatización y la digitalización oportunidades o amenazas? ¿Cómo enfrentan el cambio actores como el gobierno y los centros educativos?

Este año, como parte de sus investigaciones, el Observatorio Laboral región del Maule (OLM),  dependiente de la Subsecretaría del Trabajo y Previsión Social y ejecutado por la Universidad Católica del Maule, realizó el estudio denominado “Cambio tecnológico en el empleo en los sectores sillvoagropecuario, industria manufacturera y comercio en el Maule”.

Entre sus propósitos está, justamente, identificar los oficios y ocupaciones que tienen mayor probabilidad de ser reemplazados por tecnología en los próximos años, según lo precisa Barbra Faúndez, socióloga responsable del estudio para el Observatorio. Para la seremi del Trabajo y Previsión Social, Maribel Torrealba, se trata de una iniciativa fundamental: “A través de esta evaluación, se nos brindará la oportunidad de desarrollar políticas de formación y capacitación que aseguren que nuestros trabajadores estén equipados con las habilidades necesarias para el futuro laboral, evitando así un posible aumento del desempleo”, afirma la seremi.

Con esto en mente, y en consideración a la importancia del desafío, el Observatorio encuestó a 100 empresas maulinas, entre pequeñas, medianas y grandes, y ya tiene algunos resultados preliminares relacionados con inversión en tecnología y su impacto en las organizaciones estudiadas.

Inversión e impacto en la fuerza laboral

En materia de inversión, aparece un dato significativo al confirmarse que, de las empresas encuestadas, el 77% ha invertido en digitalización y el 51% en automatización. Cuando se habla de digitalización, explica la responsable del estudio, Barbra Faúndez, se refiere al proceso de convertir información analógica al formato digital: “Esto es, convertir datos físicos tales como documentos en papel y/o imágenes analógicas a un formato digital que puede ser almacenado, procesado y transmitido de manera electrónica”. En tanto, hablar de automatización, continúa Barbra, implica la sustitución de mano de obra por maquinaria en procesos de      producción y distribución. De los sectores estudiados en la región del Maule, es el comercio el que sobresale con mayor inversión en digitalización, mientras que, en automatización, lo es el sector silvoagrícola.

Entonces, ¿qué ha pasado con la implementación de la automatización? Los resultados muestran que para casi la mitad de las empresas encuestadas que invirtieron en automatización (49%) hubo un aumento en la producción, mientras que el 45,1% reporta reducción de las pérdidas de producción.

En cuanto a la fuerza laboral, la automatización ha significado que 1 de cada 4 empresas consultadas (25,5% ) ha operado con menos trabajadores en sus procesos productivos. Otra cara de este proceso es que, al mismo tiempo, el  21,6% de las empresas del estudio informa una creciente demanda de personal especializado en automatización industrial.

Un impacto menos intenso producto de la automatización se ve en la necesidad de contratar más personal: solo el 13,7% de las empresas lo mencionó, aunque sí sugiere la creación de nuevas ocupaciones. Muy pocas empresas, solo el 3,9% de ellas, declaran no haber observado efectos significativos debido a la implementación de la automatización.

Por otro lado, es en la implementación de la digitalización donde se observan impactos mayores. Mas de la mitad de las empresas (54,5%) afirma que la digitalización ha aumentado la producción y también las ventas. Y en cuanto al empleo, el efecto es mayor al compararlo con la automatización, ya que el 29,9% de las empresas ha necesitado contratar trabajadores especializados en tecnologías digitales, mientras que 13,0% indica que, como consecuencia de esta implementación, ha podido operar con menos personal. Además,  11,7% ha sentido la necesidad de contratar más personal debido a esta transformación. Por último, 7,8% menciona que no ha experimentado efectos significativos derivados de la digitalización.

Al analizar estos resultados, la seremi Maribel Torrealba evalúa como alentadoras las cifras de aumento en la producción, pero observa con atención la menor necesidad de trabajadores, lo que a su juicio refuerza la idea de que se requiere que las “políticas educativas y de capacitación se alineen con estas nuevas demandas del mercado”.

Por su parte, la directora del Observatorio, Irma Carrasco, recuerda que esta transformación productiva ya se estaba produciendo antes de la pandemia por Covid-19, pero que a partir de entonces se aceleró: “Sabido es que la pandemia aceleró diferentes procesos y la digitalización se ha masificado en diferentes sectores productivos; por ejemplo, el  comercio online, así como procesos de transformación tecnológica. Las empresas agrícolas  han estado implementando procesos de automatización que desafían la especialización de los operarios y operarias, siendo la capacitación y/ o la certificación la respuesta a este requerimiento. Aparecen nuevos puestos de trabajo que representan una oportunidad para incorporar jóvenes, o trabajadores con experiencia en el rubro”, detalla la directora.

Reemplazo de ocupaciones en el Maule

Frente a la creciente preocupación por el posible reemplazo de trabajadores, el estudio del OLM muestra que 1 de cada 3 empresas encuestadas (33%) piensan que habrá reemplazo de personal. A ello se suma que 84% de las empresas consultadas  no anticipan sustituciones debido a tecnologías digitales, lo que “indica una confianza en que estas innovaciones pueden coexistir con el empleo humano, potencialmente mejorando los roles existentes en lugar de reemplazarlos”, comenta Barbra Faúndez.  Sin embargo, hay un 16% que sí cree en la posibilidad de reemplazos, lo que “destaca la necesidad de que las empresas y los trabajadores se preparen para adaptarse a los cambios que trae consigo la tecnología”, afirma.

En esa línea, instituciones como la Universidad Católica del Maule miran la situación como un hecho ineludible en materia de formación de profesionales: “Si bien hay ciertos procesos dependientes de softwares y aplicaciones digitales, creemos que el impacto en la formación pasa por ir adquiriendo las competencias laborales y la apertura a nuevos desarrollos tecnológicos”.

De manera más específica, los sectores más propensos a experimentar sustitución de personal debido a la automatización, de acuerdo con el estudio, son el silvoagrícola y el manufacturero, mientras que, en el terreno de la digitalización, las manufacturas son las que muestran mayor riesgo de reemplazos, junto con el comercio.

Lo del probable reemplazo en el sector silvoagrícola era esperable de acuerdo con los antecedentes que maneja el Observatorio. Al respecto, la seremi Maribel Torrealba indica que ya trabajan en diversos frentes para enfrentar el riesgo de reemplazo de trabajadores en el sector agrícola, “que históricamente ha sido fundamental para nuestra región”, afirma. “Una de nuestras prioridades es fomentar la capacitación de la mano de obra en habilidades complementarias a la tecnología. Por ejemplo, estamos implementando programas de formación en el uso de maquinaria moderna y técnicas agronómicas avanzadas”, precisa la seremi.

Saber leer y seguir instrucciones

Pero estos cambios también impulsarán la creación de nuevos empleos. Así lo consideran poco más del 25% de las empresas encuestadas, tanto en el caso de la automatización como de la digitalización. Los sectores con mayor impacto serán el silvoagrícola y el manufacturero, mientras que para el comercio la proyección es menos optimista.

Lo anterior lleva a pensar en la necesidad de nuevas competencias producto de los cambios tecnológicos, y surge la interrogante de si las casas de estudio se están haciendo cargo de que las nuevas generaciones reciban la formación que les permita ingresar al mercado laboral en un marco de rápido cambio tecnológico. De cara al desafío, el rector de la Universidad Católica del Maule, Claudio Rojas, es enfático: “Sin duda, los desafíos de la docencia, la investigación e innovación, van de la mano del desarrollo tecnológico, no podría ser de otra manera. Las universidades tenemos que hacernos cargo, estar a la vanguardia con nuestros sistemas administrativos cuyo apoyo a la academia es fundamental”.

El estudio del OLM muestra la posible creación de  33 nuevos tipos de trabajo que exigirán distintas habilidades. La mayoría de estos trabajos (97%) requerirá saber leer y seguir instrucciones y más del 80% pedirá alfabetización digital y manejo básico de tecnologías de la información. Esto último emerge como la principal preocupación del estudio, por la interrogante de si los actuales y futuros trabajadores tienen competencias digitales.

Y dado que no todos los trabajadores están igualmente preparados, la seremi Maribel Torrealba es consciente de los desafíos: “Hay una necesidad urgente de capacitación especializada en habilidades digitales y operativas. La colaboración con instituciones educativas y programas de formación es esencial para asegurar que nuestros trabajadores en Maule puedan adquirir las competencias necesarias para estos nuevos roles. Estamos implementando talleres y cursos que abordan tanto la alfabetización digital como la interpretación de instrucciones complejas, asegurando que nuestra fuerza laboral esté lista para acceder y beneficiarse de estas oportunidades”, detalla la seremi.

Desde la academia, y respecto de cómo generaciones más jóvenes se alinean con esas exigencias, el rector de la UCM es claro: “Están preparados”, afirma Claudio Rojas. “De hecho, es sorprendente ver cómo nuestros estudiantes dominan la tecnología, la inteligencia artificial y el chat GPT”.

Pero más allá de ello, Rojas hace hincapié en un proceso de más larga data que busca ir delante de los cambios exigidos por la tecnología: “Afortunadamente, como Universidad, el desafío tecnológico ya había sido asumido por la institución, por lo tanto, pudimos hacerle frente de buena manera con plataformas y sistemas que ya estaban incorporados y en proceso de instalación. En definitiva, las tecnologías emergentes de comunicación han sido aprovechadas al máximo”.

Respecto a los empleos generados por implementación de digitalización, los resultados revelan que además de una alfabetización digital básica, “se requieren habilidades específicas para operar en un entorno altamente digitalizado, donde la resolución de problemas complejos y el conocimiento especializado de herramientas juegan un rol central. Un aspecto notable es la comunicación en inglés, que aparece como una habilidad destacada, evidenciando la necesidad de interactuar en un entorno global y digitalizado”, explica Barbra Faúndez.

Apuntando a ese desafío, el Ministerio del Trabajo se ha comprometido con universidades y centros de formación técnica para con el fin de desarrollar programas que fomenten la capacitación en habilidades digitales y competencias lingüísticas, específicamente en inglés, dice la Seremi. “Al incrementar el acceso a la formación en idiomas y tecnologías digitales, estaremos creando un entorno más robusto donde los profesionales maulinos puedan destacar y contribuir de manera efectiva en el ámbito laboral global”, precisa.

Sobre este resultado, el rector de la UCM comenta que la adaptación de los egresados al cambio tecnológico ha sido favorable, y cuyos ámbitos de acción se observan en diversas áreas: “La respuesta de nuestros egresados y su adaptación al cambio tecnológico, ha sido muy favorable. Así lo señalan nuestros informes de empleabilidad de nuestros titulados donde muchos de ellos se han destacado, han ganado concursos nacionales e internacionales con la incorporación de tecnologías para innovar en el trabajo en el sector agropecuario, servicios, educación, ingeniería, salud y medicina por nombrar algunas áreas”.

Enfoque de género

Sobre los desafíos que emergen del estudio, otra pregunta es cómo las nuevas oportunidades y exigencias afectan el empleo femenino, considerando la persistente brecha laboral entre hombres y mujeres. Para la seremi Maribel Torrealba, no hay dudas de que las políticas de empleo deben adoptar un enfoque de género: “Las mujeres deben ocupar un papel central en nuestras estrategias para adaptarnos a la automatización, ya que, aunque enfrentan los mismos riesgos que los hombres, su capacidad para acceder a oportunidades en campos emergentes es considerable. Con la automatización impactando diversas industrias, es esencial garantizar que las trabajadoras tengan acceso equitativo a dichas oportunidades”. Para cumplir ese propósito, el Ministerio está promoviendo programas de capacitación y facilidades para la inserción laboral de las mujeres, no solo con fines de reducción de brechas, sino también como forma de preparar a las mujeres para el futuro laboral, explica la seremi.

Automatización y digitalización ya están mostrando sus primeras señales en el Maule, con nuevas exigencias en materia de habilidades y capacitación, tanto para la fuerza laboral actual como para las futuras generaciones. Como ha sido un tema previsto desde hace algún tiempo, tanto por los centros de estudio como por las autoridades, parece ser que los cambios serán paulatinos, ajustados a las necesidades y en consistencia con las características de las fuerzas productivas y laborales de la región del Maule. Adaptaciones que parecen no ser una sorpresa, sino más bien una constatación de la urgente necesidad de adaptarse al cambio tecnológico permanente.

 

 

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