En el Día Mundial del Agua, dejemos que la naturaleza nos inspire - Universidad Católica del Maule
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En el Día Mundial del Agua, dejemos que la naturaleza nos inspire

En el Día Mundial del Agua, dejemos que la naturaleza nos inspire
19 Mar 2018

 

Columna de opinión del académico y director del Departamento de Obras Civiles UCM, Dr. Ismael Vera

 

“Una gota de agua es flexible. Una gota de agua es poderosa. Una gota de agua es más necesaria que nunca”. Así parte la invitación de las Naciones Unidas para celebrar este jueves 22 de marzo el Día Mundial del Agua. Cada año, en tan sólo uno de sus 365 días, se llama a la población mundial a tomar conciencia sobre los recursos hídricos que posee. La tierra, el planeta azul por excelencia, posee una superficie superior al 70% cubierta por agua. Pese a esta vasta reserva, el impacto que la humanidad ha hecho por acción, omisión o codicia, ha llevado a problemas graves de contaminación, que han obstaculizado el uso de los recursos hídricos de agua dulce. Incluso, la contaminación causada por la humanidad afecta a nuestra principal reserva de agua, el mar, ya que ha sido documentada la existencia de plásticos e incluso islas completas dentro de los océanos. Mitigar y reducir estos efectos de contaminación es responsabilidad de todos. Al respecto, la ONU para este año propone como tema central de diálogo “Nature based solutions”, que podría traducirse como “soluciones basadas en la naturaleza”, o de forma más sencilla “la naturaleza nos inspira”. Este concepto busca encontrar respuestas a problemas hídricos inspirados en soluciones que la misma naturaleza nos entrega. 

En este sentido, el equipo de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería en la Universidad Católica del Maule, trabaja en desarrollar tecnología pasiva y sustentable para el tratamiento y mejoramiento de la calidad del agua, inspirada en procesos naturales que ocurren de forma espontánea en ecosistemas naturales como los humedales. Estas tecnologías (las pasivas y sustentables), tienen ventajas respecto a tecnologías más convencionales que les permiten una mayor adaptación al entorno natural, social, y económico de un territorio. Además, son soluciones más autónomas, con un mínimo uso de recursos externos y producción de desechos durante su construcción y funcionamiento. Un ejemplo de este grupo de tecnologías son los humedales construidos, conocidos también en Chile como “wetlands” o “humedales artificiales”. Esta tecnología, con poco uso en el país, puede aportar, entre otras cosas, a mejorar la infraestructura de tratamiento de aguas servidas en el sector rural, ya que se adapta muy bien a las condiciones particulares de la ruralidad. Justamente, éste es uno de los principales desafíos de la nueva ley de servicios sanitarios rurales, tema relevante para regiones como el Maule y la Araucanía, donde más del 25% de su población vive en sectores rurales. Por tanto, observemos, pensemos y dejemos que la naturaleza, sabía como siempre, nos siga inspirando para encontrar soluciones a los problemas hídricos que tendremos que asumir durante este siglo XXI.

“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.

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