Con mil cuatrocientas cincuenta personas, se vivió esta gran fiesta familiar.

El Día de los Patrimonios se celebró el 28 y 29 de mayo. Las puertas del recinto patrimonial permanecieron abiertas desde las 11.00 a las 17.30 horas con muestras de artesanías, comida típica preparada por los vecinos, canto, baile y juegos tradicionales. Los asistentes, procedentes de diferentes lugares de nuestra región y fuera de ella, pudieron admirar la belleza arquitectónica de la casona de adobe y tejas, recorrieron sus patios y el parque exótico, todo del siglo XIX.

También tuvieron acceso a la exhibición “Pesebres de Huilquilemu” que fue montada especialmente para la ocasión. Del mismo modo, los asistentes pudieron ver una mesa de arrimo que perteneció al oratorio personal de Monseñor Manuel Larraín, quien fuera obispo de Talca entre 1939 y 1966.

Se debe tener presente que este monumento histórico, está todavía a la espera de la restauración post terremoto y por eso, permanece cerrado durante el año.

La programación contempló, además, una misa a la chilena que fue oficiada por Monseñor Galo Fernández Villaseca. El acto religioso fue vivido por una gran cantidad de personas que coparon el bodegón de la casona. En su homilía, Monseñor destacó que “el Día de los Patrimonios permite realzar en fiesta común y familiar, la memoria de todo cuanto hemos recibido como herencia”. Acompañaron la celebración de la Santa Misa el conjunto folclórico de Extensión UCM “Tierra Linda” y el club de cueca “Copihues Talquinos”.

La presencia de tantas familias en ambas jornadas en Huilquilemu, revela la importancia y el reconocimiento de este recinto, como lugar de herencia cultural gravitante y significativa para la comunidad.