El Observatorio Laboral del Maule realiza este levantamiento en diversas comunas y sectores productivos del territorio regional.

La falta de acceso al mercado formal del empleo podría motivar a un trabajador a buscar una oportunidad como independiente y hacerlo en un marco de informalidad que puede traducirse en un trabajo precario. Esta hipótesis de trabajo guía un estudio encabezado por Claudio Vásquez, sociólogo e investigador encargado del equipo cualitativo del Observatorio Laboral del Maule (OLM), ejecutado por la Universidad Católica del Maule (UCM).

Este levantamiento de tipos de trabajo realizados por cuenta propia cubre diversas comunas y sectores productivos de la región del Maule: “En una indagación previa de estadísticas del INE vimos que cerca del 80% de los trabajadores por cuenta propia se encuentran en el sector agrícola, en el sector comercio y también en la industria manufacturera, así que dentro de esos tres sectores estamos identificando algunas ocupaciones asociadas a trabajos independientes”, explicó el investigador.

Con esos datos, el equipo del OLM se ha trasladado, hasta la fecha, al sector Rincón de Mellado, en la comuna de Sagrada Familia, con el fin de entrevistar a pequeños productores de vino. Se trata, en general, de empresas familiares que generan bajos volúmenes de producción vitivinícola que se comercializa en la misma zona. También han visitado las comunas de Molina, Colbún, Linares, Curicó, Constitución y Talca, con el afán de identificar oficios y emprendimientos propios del trabajo independiente.

Acceso a un empleo formal

Claudio Vásquez explicó que en esa perspectiva se puede entender que para muchos trabajadores el trabajo independiente es más una necesidad antes que una motivación propia, y que nace por la falta de acceso a un empleo formal. “Al no tener acceso al mercado laboral formal como asalariado muchos de los trabajadores se ven obligados a trabajar en el comercio o desarrollar una actividad de carácter independiente, por cuenta propia y, bajo esa lógica, entenderíamos que serían empleos de subsistencia”, sostuvo el investigador. Agregó que a ello se suma la posible informalidad del trabajo como independiente, es decir, sin registros de ningún tipo, ni patente municipal, ni pago de impuestos ni cotizaciones. Por esas razones, para Vásquez se trata de “Empleos que revisten cierto nivel de precariedad, pero que permiten mantener un nivel de subsistencia para los trabajadores y sus familias”, afirmó.

Este estudio se está desarrollando en terreno durante el último trimestre de 2019. En el trabajo de investigación previa, se cuantificó la cantidad de trabajadores independientes de la Región del Maule, los que se ubicaron principalmente en agricultura, comercio y manufactura. En el caso del sector agrícola, se trata de trabajos familiares, con pequeñas empresas que no superan los 10 trabajadores, incluyendo al dueño. “Entonces, dentro de los tres grandes grupos identificamos empresas familiares como lo son estas, las empresas vitivinícolas pequeñas del sector de Mellado, donde la baja escala de producción más bien les permite desarrollar una actividad de sobrevivencia”, ejemplificó Vásquez.

Estos empleos de sobrevivencia podrían considerarse empleos precarios, en oposición a trabajos como independiente que se desarrollan de manera formal. En este último caso, precisó Vásquez, se trata de actividades “Que tienen una proyección de un micro negocio donde el ingreso permite mantener un nivel mayor al de la mera subsistencia”, comentó.

El estudio del Observatorio Laboral del Maule busca mostrar esta heterogeneidad, tanto de trabajadores por cuenta propia que subsisten como trabajadores, y otros que tienen un nivel en el que cubren sus necesidades y a la vez tienen una proyección como negocios innovadores.