Del templo a la virtualidad: católicos viven otra Semana Santa en pandemia
A través de diferentes medios -televisión, radio y redes sociales- se podrán vivir las instancias de acompañamiento y celebración de los misterios pascuales y que sensibilizan el itinerario de la Semana Santa.
Para la Iglesia católica, Semana Santa es el tiempo litúrgico más importante del año. En él se contempla el misterio de la redención de Cristo quien, por su infinita misericordia, decide libremente tomar nuestro lugar y recibir el castigo por nuestros pecados. Durante estos días, los feligreses acostumbran asistir al templo para acompañar a Jesús en su pasión, muerte y resurrección. Sin embargo, el actual contexto sanitario ha obligado a los católicos a permanecer -por segundo año consecutivo- confinados en sus hogares; apelando a las redes sociales para seguir los ritos propios de estos días santos.
Pero litúrgicamente hablando ¿pierde sentido la Semana Santa si no asistimos al templo? El Pbro. Dr. Mauricio Albornoz, decano de la Facultad de Ciencias Religiosas y Filosóficas de la Universidad Católica del Maule (UCM) admite que “Nunca va a ser lo mismo celebrar o participar de los misterios pascuales virtualmente, a través de una pantalla (…) La vida de fe, la vida cristiana, la vida de Iglesia se fundamenta precisamente en el sentido de la comunidad. Por lo tanto, nunca va a ser lo mismo”, sostuvo.
No obstante -reconoció el decano Albornoz- el sentido de “aquello que celebramos no tiene que ver con una herramienta virtual, no tiene que ver con las limitaciones que existan. De hecho, dentro de la vida sacramental de la Iglesia hay un concepto que es poco conocido, denominado ‘supplet Ecclesia’. Es decir, que la gracia que nos otorga el Señor a través de la vida, a través de los sacramentos, es tan sobreabundante que, finalmente, en medio de limitaciones humanas, esa gracia actúa de todas maneras, aunque las circunstancias no sean plenas en su sentido más profundo. Como, por ejemplo, la participación activa de una celebración litúrgica”, explicó.
Año marcado por la pandemia
¿Qué mensaje nos puede dejar el misterio pascual en medio de tanta incertidumbre? El decano Albornoz expresó que “Con o sin pandemia, el misterio pascual nos presenta, en términos generales, una especie de síntesis de la vida humana: el éxito, el fracaso, la caída, la humillación, el dolor, el sufrimiento, la injusticia, la muerte. Y, por lo tanto, lo que hemos vivido en pandemia, que no es otra cosa que poner de un modo más evidente esas propias limitaciones humanas, realzan el sentido que el Triduo Pascual nos ofrece. Es decir, en medio de la pandemia hemos experimentado tantas realidades de limitación, de sufrimiento, de dolor, de injusticia que, asumir la Semana Santa como acompañamiento al Señor en los distintos momentos de su itinerario pascual, hace fortalecer nuestra vida cristiana en razón de los momentos vividos por Jesucristo y los momentos que también hemos vivido nosotros y que seguiremos viviendo por un tiempo más”, expresó Albornoz.
Acompañar a Jesús en el Triduo Pascual
Para el decano, esta es una buena instancia para aprovecharla, primero, en familia. Asimismo, llamó a participar activamente en “todas las instancias que habrán de acompañamiento, de celebración de los misterios pascuales y que sensibilizan de alguna manera el itinerario de la Semana Santa a través de los distintos medios que se nos ofrezcan: televisión, radio, redes sociales”, indicó.
Finalmente, el religioso aconsejó “hacer una clasificación de momentos para así acompañar este itinerario de un modo ordenado. Porque seguramente, sobre todo a través de herramientas digitales, nos va a llegar un montón de información y quizá sea necesario saber discriminar sanamente. Por ejemplo, privilegiar un momento durante el día del lavatorio de los pies o de la institución de la eucaristía. Privilegiar un momento de oración durante el día del viacrucis o durante la noche de resurrección. También podemos dejar un espacio para realizar un retiro espiritual (…) Todo esto sin olvidarnos de celebrar la resurrección que también tiene un acontecimiento renovador en nuestras vidas en medio de la incertidumbre que vivimos. La contemplación de Cristo resucitado renueva no solo el espíritu, sino también todos nuestros aspectos emocionales, humanos y familiares”, afirmó.