DECLARACIÓN PÚBLICA Licitación del Instituto de Tecnologías Limpias (ITL):
Grave Atentado al Desarrollo Científico de Chile y de sus Regiones.
La Agrupación de Universidades Regionales ha recibido con decepción y extrema preocupación la decisión de CORFO de otorgar el Instituto de Tecnologías Limpias (ITL), que se construirá en el norte de nuestro país, a la Associated Universities Inc (AUI), un consorcio de universidades norteamericanas, descartando así, las propuestas de universidades e instituciones chilenas de gran trayectoria y conocimiento del tema.
Esta insólita decisión desafía cuestiones elementales que están en el debate sobre el desarrollo científico, no solo en el país, sino que en el resto del mundo.
- La comunidad científica chilena, a pesar de desenvolverse con bajos presupuestos públicos y magros aportes privados, ha alcanzado niveles destacados a nivel de Latinoamérica y ha logrado el reconocimiento de la comunidad científica internacional, como lo evidencian ranking y decenas de proyectos en colaboración con las mejores universidades del mundo.
- El desarrollo del país, tanto a través de iniciativas públicas y privadas como políticas públicas, muchas de ellas impulsadas por CORFO, se han apoyado en el trabajo y descubrimientos de nuestros científicos, como lo evidencia la historia científica del país desde al menos mediados del siglo XX.
Es oportuno reiterar que son las universidades, especialmente las públicas agrupadas en el Consejo de Rectores, las que realizan la mayor parte del quehacer científico chileno.
Ejemplo de lo anterior, es la respuesta que dio la “red científica nacional”, como la denominó el Gobierno, al desafío del Covid-19, donde fueron las universidades chilenas –de Arica a Magallanes- las que aportaron todos sus recursos para fortalecer las capacidades en el diagnóstico, trazabilidad, realización de exámenes, construcción de equipos multidisciplinarios y trabajos de laboratorios para detener la pandemia.
- La licitación del ITL lleva asociada un presupuesto de U$ 194 millones de dólares aproximadamente, lo que representa un porcentaje importante del total de recursos que el Estado asigna anualmente a ciencia y tecnología, que apenas alcanza al 0,35% del PIB, a distancia sideral de los presupuestos asignados a investigación y desarrollo de los países de la OCDE. A pesar de lo anterior, las universidades chilenas, aportan más del 85% de la investigación nacional y sólo las regionales lo hacen en app un 45%. Lamentamos profundamente que, estos recursos se entreguen a instituciones de países desarrollados, en tanto a las nacionales se las obliga a desenvolverse en condiciones de extrema austeridad y tampoco se aprovechan para Chile oportunidades como éstas.
- Esta decisión parece ignorar que, más allá de los recursos naturales, el desarrollo de los países depende de crear e impulsar capacidades científicas endógenas, que den autonomía y eviten la dependencia de instituciones foráneas, cuyos propósitos no siempre coinciden con los nacionales. La actual pandemia y también otros desafíos como el cambio climático, ha llevado a todos los países a revalorizar la existencia de cuadros científicos locales y la formación de especialistas de alto nivel que permitan el desarrollo de talentos, capacidades institucionales y eliminar dependencias foráneas que la experiencia histórica indica, pueden tener consecuencias muy negativas.
- El ITL está llamado a liderar el desarrollo científico y tecnológico en áreas claves en las que Chile tiene ventajas reconocidas a nivel mundial: energía solar, derivados del hidrógeno verde, minería sustentable, especialmente en cobre, y el desarrollo de la industria del litio, en consideración a las grandes reservas que registra el país, potenciando también los territorios del norte de nuestro país.
- Hacemos nuestras las opiniones de los rectores de universidades regionales que han alzado la voz en contra de esta decisión, como por diversas organizaciones científicas y del mundo industrial, social y político que han criticado lo que se califica como una grave e insólita resolución, la que no ha contado con la transparencia requerida. Nos hacemos parte de este debate porque queremos que el país tenga políticas que potencien nuestras capacidades científicas, promuevan la sociedad del conocimiento que permita mayor autonomía, más aún respecto de nuestras riquezas naturales, sin degradar el medio ambiente. Para ello establecer alianzas entre los ejes más importantes del desarrollo es fundamental; esto es, universidades, mundo productivo, gobierno y sociedad civil. Los países de la OCDE han comprendido muy bien este algoritmo y desde hace mucho tiempo han basado su desarrollo en esta conjunción virtuosa.
- Por lo anterior, la Agrupación de Universidades Regionales de Chile, solicita a CORFO y al Gobierno revisar la adjudicación del proyecto, porque no se entiende que se descalifique a las instituciones chilenas generadoras de la mayor parte del conocimiento en Chile, que por décadas han aportado en áreas claves para el desarrollo nacional y de las regiones. Que reconsidere también la decisión teniendo presente que en la evaluación realizada por el comité de evaluadores externos, el proyecto de las universidades chilenas obtuvo la más alta puntuación entre todos los proyectos presentados, lo que hace más incomprensible esta decisión. La AUR espera que, en esta nueva revisión se adopten criterios de transparencia y objetividad, con sentido estratégico de futuro para el desarrollo de Chile y sus regiones.
Directorio Agrupación de Universidades Regionales de Chile, AUR
07 enero 2021