Entrevista al Pbro. Dr. Luis Mauricio Albornoz, decano de la Facultad de Ciencias Religiosas y Filosóficas.

La Universidad Católica del Maule (UCM) continúa apostando por la excelencia en los procesos formativos de los futuros educadores del país. Por ello, ha consolidado políticas y estrategias orientadas a fortalecer las carreras que imparten pedagogía a través de sus distintas facultades (Facultad de Ciencias de la Educación, Facultad de Ciencias Básicas y Facultad de Ciencias Religiosas y Filosóficas).

Una de estas políticas es el implemento del Proyecto de Formación Inicial Docente (FID), cuyo objetivo es fortalecer el proceso formativo en las carreras de pedagogía de la UCM a partir de la vinculación con los territorios escolares y la investigación pedagógica.

Al respecto, el Pbro. Dr. Luis Mauricio Albornoz, decano de la Facultad de Ciencias Religiosas y Filosóficas, asegura que “el FID nos permite favorecer y generar un impacto concreto en el contexto local y, desde ese contexto, interpelar nuestro trabajo, las orientaciones que vamos desarrollando y las perspectivas que se van planificando”.

¿Por qué el FID es tan importante para la Facultad de Ciencias Religiosas y Filosóficas?

Es de total importancia y relevancia para nuestra Facultad poder ser partícipes activamente de este proyecto, porque nos permite estar en sintonía con aquellas realidades que suponen una constante revisión de nuestras formalidades y procesos internos. Es decir, nos permite recoger las diversas situaciones que se presentan en las comunidades escolares y, particularmente, en cada aula para así ofrecer garantías de mejora real, continua y concreta.

¿Cuál ha sido el aporte de la Facultad de Ciencias Religiosas y Filosóficas para el desarrollo de este proyecto?

Como Facultad hemos tenido una participación constante en los diversos niveles que contempla el proyecto FID. Nosotros, concretamente, estamos abordando el área curricular; lo que nos permite un desarrollo y un compromiso mayor en este aspecto. Además, sostenemos una vinculación permanente a nivel de las decanaturas y a nivel de la administración interna que lleva adelante la gestión del proyecto mismo. Eso va acentuando algunas cuestiones de carácter puntual en cada una de las unidades, según lo que las unidades también van ofreciendo y comprometiendo en el desarrollo del proyecto.

En esa línea, ¿cómo ha sido la vinculación con las otras facultades que imparten pedagogías?

La vinculación con las distintas facultades ha sido permanente, esto nos ha permitido ir confrontando las distintas situaciones que nos exige el desarrollo del proyecto (…) Hay un trabajo conjunto y una articulación conjunta que nos permite responder a los distintos objetivos que el FID nos va demandado como proyecto y en relación a cada una de las variables que se constituyen y en donde cada una de las facultades va haciendo su propia reflexión y su propio aporte.

Finalmente, ¿por qué es importante fortalecer los procesos formativos de los futuros profesionales de la educación?

Todo el proyecto, con sus distintas variables, busca fortalecer el proceso formativo de los futuros profesionales de la educación. Y busca, además, animar el trabajo que, de hecho, ya están realizando los educadores en las distintas comunidades escolares. Entonces, de alguna manera, todo lo que se hace va posibilitando caminos que den respuestas a las necesidades de dichas comunidades. De ahí la importancia y la relevancia del FID porque se nutre, no solo de lo que nosotros podemos proponer desde nuestra responsabilidad formativa, sino también de lo que los futuros profesionales están desarrollando en las comunidades escolares y, concretamente, en el aula.